BONDAD

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ATRIBUTOS MORALES

BONDAD

Las referencias bíblicas acerca de este atributo de Dios son muy numerosas. Consideremos al respecto las siguientes:

51Salmos 68: versículo 10: "Los que son de tu grey han morado en ella: Por tu bondad, oh Dios, has provisto al pobre."

51Zacarías capítulo 9: versículos 16 y 17: "Y los salvará en aquel día Jehová [el Señor] su Dios como a rebaño de su pueblo: porque serán engrandecidos en su tierra como piedras de corona. 17Porque ¡cuánta es su bondad, y cuánta su hermosura!"…

En 51Salmos 25: versículo 7, hace referencia también a la bondad de Dios diciendo: De los pecados de mi mocedad, y de mis rebeliones, no te acuerdes; conforme a tu misericordia acuérdate de mí, por tu bondad, oh Jehová [Señor].

Así también en 51Tito capítulo 3: versículos 4 y 5 dice:

"Mas cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, 5No por obras de justicia que nosotros habíamos hecho, mas por su misericordia nos salvó, por el lavacro de la regeneración, y de la renovación del Espíritu Santo."

Se ha definido que la bondad de Dios es su libre disposición de impartir felicidad a sus criaturas.

Su bondad se percibe también en lo bello y grandioso de la creación. Ella se extiende hasta los animalitos del campo, a los cuales ofrece placer y satisfacción. Esto se deja ver, por ejemplo, en los saltos alegres de los corderitos y en el alegre trinar de las aves.

Pero su bondad que es infinita se manifiesta especialmente con los seres humanos. Nuestra constitución física es como una puerta abierta para la entrada del placer y el gozo. A través de los órganos sensoriales (los cinco sentidos) y la facultad del raciocinio y de la inteligencia, el ser humano puede percibir todos los sanos goces que nos ha otorgado nuestro Creador.

Dios, quien es la fuente de la felicidad, ha creado los medios necesarios para contribuir con la felicidad del ser humano. Como dice 45nuestro teólogo en su tratado acerca de este atributo divino: ¿Quién no se ha gozado en la contemplación de la vasta y hermosa creación de Dios? ¿Quién no se ha deleitado con la fragancia de las flores y con lo bello y tierno de sus colores? ¿Quién no se ha extasiado con la armonía de la música?

¿Qué sería de nosotros, si teniendo Dios las facultades que ya conocemos a través del estudio de sus atributos naturales, tal como su omnipresencia, omnisciencia y omnipotencia, en vez de poseer una bondad infinita para con sus criaturas, fuese un Ser cruel y despiadado, sin compasión ni misericordia, que se complaciera en hacernos sufrir?

Claro está, que de haber sido así, nadie hubiese podido hacerle resistencia sin ser víctima de los efectos de su poder absoluto. Pero para nuestra dicha Él no es así, sino que es nuestro Padre amoroso, compasivo, misericordioso y lleno de buena voluntad para con sus criaturas; que aborrece la maldad, el crimen, el engaño, la traición, el odio, y toda manifestación de pecado porque desea perennemente nuestra felicidad.

44A causa del pecado y la degradación humana, Dios pudo haber determinado que nuestros sentidos fuesen conductores solamente del disgusto y el dolor; que cada objeto fuera tan repulsivo a la vista como aquellos que más nosotros podamos despreciar; cada alimento tan amargo al gusto como el ajenjo; cada olor tan repugnante al olfato como el cuerpo pútrido; cada objeto al tacto, tan punzante como la espina; cada sonido tan lúgubre como el quejido de la tristeza. Pero Él no quiso hacerlo así, sino que en su bondad infinita permitió que el ser humano poseyera la capacidad de gozar de los sanos placeres que le proporciona esta vida.

Esta 45tendencia teológica, de la que he tomado el fundamento básico de estas enseñanzas, sostiene el concepto de que, la providencia de Dios, su amor y misericordia, así como su gracia son manifestaciones de su bondad infinita. No obstante, otros los consideran como atributos independientes.

SU PROVIDENCIA

En lo concerniente a su providencia, aunque esta sea considerada como una manifestación de su bondad, sin embargo, es llevada a cabo como dijera anteriormente, a través de su omnipotencia. La cual se pone de manifiesto no solo en la maravillosa obra de la creación del universo, sino también en la conservación y vivificación de todas las cosas. Al respecto consideremos los siguientes pasajes:

51Nehemías capítulo 9: versículo 6: "Tú, oh Jehová [Señor], eres solo; tú hiciste los cielos, y los cielos de los cielos, y toda su milicia, la tierra y todo lo que está en ella, los mares y todo lo que hay en ellos; y tú vivificas todas estas cosas, y los ejércitos de los cielos te adoran."

51Salmos 65: versículos 8 al 13: ..."Tú haces alegrar las salidas de la mañana y de la tarde. 9Visitas la tierra, y la riegas: En gran manera la enriqueces; Con el río de Dios, lleno de aguas: Preparas el grano de ellos, cuando así la dispones. 10Haces se empapen sus surcos, Haces descender sus canales: Ablándasla con lluvias, Bendices sus renuevos. 11Tú coronas el año de tus bienes; Y tus nubes destilan grosura. 12Destilan sobre las estancias del desierto; Y los collados se ciñen de alegría. 13Vístense los llanos de manadas, Y los valles se cubren de grano: Dan voces de júbilo, y aun cantan."

Las Escrituras dicen, además, según 51Salmos 36: versículos 5 y 6, que, la misericordia de Jehová [del Señor] es hasta los cielos, y su verdad hasta las nubes. Tu justicia como los montes de Dios, tus juicios abismo grande: Oh Jehová [Señor], al hombre y al animal conservas.

Otro Salmo precioso que hace alusión a la providencia de Dios es el 51Salmos 104: versículos 10 al 35. Es una Escritura realmente hermosa que llena el alma de gozo y satisfacción. En él dice que Dios es el que envía las fuentes por los arroyos que van entre los montes. Abrevan a todas las bestias del campo, quebrantan su sed los asnos montaraces. Junto a aquellos habitarán las aves de los cielos, entre las ramas dice que dan voces. El que riega los montes desde sus aposentos, del fruto de sus obras se sacia la tierra. Él es el que hace producir el heno para las bestias, y la hierba para el servicio del hombre; sacando el pan de la tierra. Así como el vino que alegra el corazón del hombre, el aceite que hace lucir el rostro, y el pan que sustenta su corazón. Llénanse de jugo los árboles de Jehová [del Señor], los cedros del Líbano que Él plantó. Allí anidan las aves, en las hayas hace su casa la cigüeña. Los montes altos para las cabras monteses; las peñas, madrigueras para los conejos. Hizo la luna para los tiempos: El sol conoce su ocaso. Él pone las tinieblas, y es la noche; en ella corretean todas las bestias de la selva; los leoncillos braman a la presa, para buscar de Dios su comida. Sale el sol, recógense y échanse en sus cuevas. Sale el hombre a su hacienda, y a su labranza hasta la tarde. ¡Muchas son tus obras, oh Jehová [Señor]! Hiciste todas ellas con sabiduría: la tierra está llena de tus beneficios. Asimismo, esta gran mar y ancha de términos: En ella peces sin número, animales pequeños y grandes. Allí andan navíos; allí este leviathán que hiciste para que jugase en ella. Todos ellos esperan en ti, para que les des su comida a su tiempo. Les das, recogen; abres tu mano, hártanse de bien. Escondes tu rostro, túrbanse; les quitas el espíritu, dejan de ser y se tornan en su polvo. Envías tu espíritu, se crían y renuevas el haz de la tierra. De Jehová [del Señor] sea la gloria para siempre. Alégrese Jehová [el Señor]en sus obras. Él mira a la tierra, y ella tiembla; toca los montes, y humean. A Jehová [al Señor] cantaré en mi vida: a mi Dios salmearé mientras viviere. Serme ha suave hablar de él, yo me alegraré en Jehová [el Señor]. El autor de este salmo ve tanta belleza en las creaciones de Dios y tanta bondad en su providencia divina, que no concibe tanta maldad entre los hombres. Él sueña con un mundo perfecto donde no haya perversidad, por eso concluye diciendo: Sean consumidos de la tierra los pecadores, y los impíos dejen de ser. Bendice, alma mía, a Jehová [al Señor]. Aleluya."

Nuestro Señor Yeshúa hace también una bella referencia a la providencia divina, según el pasaje siguiente:

51Lucas capítulo 12: versículos 24, 27 y 28: "Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen cillero, ni alfolí; y Dios los alimenta. ¿Cuánto de más estima sois vosotros que las aves? 27Considerad los lirios, cómo crecen: no labran, ni hilan; y os digo, que ni Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos. 28Y si así viste Dios a la hierba, que hoy está en el campo, y mañana es echada en el horno; ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe?"

De acuerdo con las actividades divinas, expresadas en estos pasajes bíblicos, la providencia de Dios se define como su gobierno, protección y conservación para con toda su creación.

EL AMOR DE DIOS

En cuanto a su amor, consideremos lo que nos dicen las citas bíblicas siguientes:

51Efesios capítulo 2: versículos 4 y 5: "Empero Dios, que es rico en misericordia, por su mucho amor con que nos amó, 5Aún estando nosotros muertos en pecados, nos dió vida juntamente con Cristo [el Mesías]; por gracia sois salvos."

51Jeremías capítulo 31: versículo 3: "Jehová [el Señor] se manifestó a mí ya mucho tiempo ha, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto te soporté con misericordia."

51Isaías capítulo 63: versículo 9: "En toda angustia de ellos él fue angustiado, y el ángel de su faz los salvó: en su amor y en su clemencia los redimió, y los trajo y los levantó todos los días del siglo."

Así también en 51Tito capítulo 3: versículos 4 y 5 dice la Escritura: Mas cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, no por obras de justicia que nosotros habíamos hecho, mas por su misericordia nos salvó, por el lavacro de la regeneración y de la renovación del Espíritu Santo. Porque la esperanza no avergüenza, según 51Romanos capítulo 5: versículo 5: porque el amor de Dios está derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos es dado. Por ello también, según 51Juan capítulo 3: versículo 16, dice que, de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Estas referencias nos declaran el amor de Dios hacia la humanidad. La última de ellas constituye la máxima expresión literaria acerca de su amor, y a la vez la manifestación de mayor excelencia de su bondad divina. El amor de Dios para con la humanidad es imparcial, no está sujeto a las condiciones de los sentimientos humanos. Él nos ama seamos buenos o malos, pobres o ricos, sabios o ignorantes, bonitos o feos, jóvenes o viejos, estemos saludables o enfermos, en triunfo o en derrota. Solo resta que nosotros correspondamos a su cordialidad, en cualquier circunstancia en la que nos encontremos, para que podamos experimentar lo excelso de su amor divino. Escuche a Maricruz Paredes con una bella alabanza alusiva al tema.

SU MISERICORDIA

En cuanto a su misericordia, veamos lo que nos dicen los pasajes bíblicos siguientes:

51Éxodo capítulo 34: versículos 6 y 7: "Y pasando Jehová [el Señor] por delante de él, proclamó: Jehová, Jehová [el Señor], fuerte, misericordioso, y piadoso; tardo para la ira, y grande en benignidad y verdad; 7Que guarda la misericordia en millares, que perdona la iniquidad, la rebelión, y el pecado, y que de ningún modo justificará al malvado"…

51Salmos 36: versículos 7, 9 y 10: "¡Cuán ilustre, oh Dios, es tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas. 9Porque contigo está el manantial de la vida: En tu luz veremos la luz. 10Extiende tu misericordia a los que te conocen, Y tu justicia a los rectos de corazón."

Nótese que, en la primera de estas dos citas bíblicas, es el mismo Dios quien declara a su siervo Moisés la magnitud de su misericordia, entre otras virtudes suyas. 44En la segunda cita es el hombre santo, quien habiendo experimentado tan abundantemente la misericordia de Dios, inspirado por su Espíritu Santo escribe en tales términos de reconocimiento y gratitud hacia el Divino Creador, por esta manifestación de su bondad infinita.

La misericordia de Dios se define como un don inmerecido de su parte para con el ser humano. Es una manifestación de su bondad a través de la cual excede su amor y compasión para con este, principalmente cuando la persona está en estado de penitencia a causa de su pecado.

El estudio acerca de la gracia lo tomaremos en consideración en el capítulo 9 de este tratado.

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