CONSECUENCIAS DEL PECADO
CONSECUENCIAS DEL PECADO
Bosquejo: Los diferentes aspectos que trataremos en este tema son los siguientes: La sentencia de Dios a la primera pareja y su expulsión del huerto del Edén, la herencia del pecado en sus descendientes, la pérdida de la santidad y el estado de oscurecimiento de su conciencia.
Consecuencias del pecado: Según las consideraciones hechas en el tema anterior, fueron varias y muy graves las violaciones implicadas en lo que pudiera parecer un simple acto de desobediencia por parte de la primera pareja. Debido a tal razón, el hombre y su mujer fueron alcanzados por la sentencia que Dios había dispuesto, según lo expresa el siguiente pasaje bíblico:
51Génesis capítulo 3: versículos 17 al 19: "Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo, No comerás de él; maldita será la tierra por amor de ti; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida; 18Espinos y cardos te producirá, y comerás del campo; 19En el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra; porque de ella fuiste tomado: pues polvo eres, y al polvo serás tornado."
De esta manera, aquella sentencia alcanzó no solo a la primera pareja humana, sino también a toda su descendencia. Así lo declaran las Escrituras, según el pasaje siguiente:
51Romanos capítulo 5: versículos 12, 18 y 19: "De consiguiente, vino la reconciliación por uno, así como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, y la muerte así pasó a todos los hombres, pues que todos pecaron. 18Así que, de la manera que por un delito vino la culpa a todos los hombres para condenación, así por una justicia vino la gracia a todos los hombres para justificación de vida. 19Porque como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituídos pecadores, así por la obediencia de uno los muchos serán constituídos justos."
Este pasaje bíblico enfoca dos temas teológicos completamente opuestos. Se trata de una comparación entre el origen y las consecuencias del pecado y la manifestación de la gracia y sus efectos. Pero en este caso precisamente, estamos tratando acerca del pecado original y sus consecuencias, por lo que nuestra atención debe fijarse en las partes de los versículos que aparecen subrayadas.
Deberá ser de cierto interés para el estudiante, saber que, del tema considerado según el reciente pasaje leído, surge el concepto teológico de la depravación heredada, a la cual hice referencia en el tema anterior. El género humano ha heredado la desdichada condición moral que la primera pareja adquirió en el huerto del Edén cuando pecó contra su Creador. A partir de aquel mismo momento el ser humano perdió la imagen moral de Dios con la que había sido creado en santidad. Porque donde hay santidad hay libertad de pecado, según lo declaran las Escrituras en 51Romanos capítulo 6: versículo 22. Y de acuerdo con este concepto, cuando se le da entrada al pecado se pierde la santidad.
Un minucioso análisis teológico, tal como lo expuse anteriormente, ha dado por resultado el concepto de que el ser humano, al perder la santidad sufrió cierto grado de oscurecimiento en su conciencia, lo cual no le permite hacer diferencia clara o efectiva entre muchos aspectos del bien y del mal. Al respecto las Sagradas Escrituras dicen lo siguiente:
51Efesios capítulo 4: versículos 17 y 18: "Esto pues digo, y requiero en el Señor, que no andéis más como los otros Gentiles, que andan en la vanidad de su sentido. 18Teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón:"
Debido a esta situación, la humanidad ha degenerado en sus principios morales al extremo de hacerse cada vez más degradante en su conducta. Al respecto un eminente pensador cristiano expresó:
“Como consecuencia del pecado, una gigantesca ola de degeneración moral y física, miseria, enfermedad, dolor y muerte, azota con ímpetu al género humano.”
Es por ello, que Dios nos hace un constante llamado a la búsqueda de la santidad, según lo declara el pasaje bíblico siguiente:
"Porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo." 51(Primera de Pedro capítulo 1: versículo 16).