IMAGEN Y SEMEJANZA DE DIOS EN EL HOMBRE

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IMAGEN Y SEMEJANZA DE DIOS EN EL HOMBRE

El ser humano es una creación especial de Dios, compuesta por cuerpo, alma racional y espíritu de vida, según lo confirman las Sagradas Escrituras en 1Ts. 5: 23 y He. 4: 12. Creado a imagen y semejanza de Dios, tal como lo declara su Santa Palabra:

Gn. 1: 26, 27: "Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en las bestias, y en toda la tierra, y en todo animal que anda arrastrando sobre la tierra. 27Y crió Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo crió; varón y hembra los crió."

Evidentemente, el término hebreo del cual se traduce imagen en este pasaje, es “zelem”: imagen interna o aspecto interno. Consiste en las facultades de Dios como un Ser inteligente, para interactuar con el universo y gobernarlo. Tal como le confirió al hombre someter bajo su autoridad el medio que lo rodea. Sin embargo, cuando dice: “a nuestra semejanza”, indica una confirmación de lo antes dicho, y se traduce del término “demut”. Este viene de una raíz que significa: parecido. Alude al estado o comportamiento. Como en 51Salmos 102: versículos 6 y 7. Lo cierto es que, en todo esto no hay nada que ver con la imagen física o facial que se define como “temunah”. 40Ex. 20: 4. Y como “toar”. 40Génesis capítulo 39: versículo 6.

Por lo cual, la teología cristiana ha definido que la imagen y semejanza de Dios en el ser humano, consiste en el aspecto moral y el espiritual, que originalmente caracterizaron al hombre con su Creador.

Aspecto espiritual: Este ha sido relacionado con la imagen o el aspecto interno, que incluye las facultades naturales que caracterizan al hombre con Dios, y consiste en el alma racional, la cual lo faculta para pensar, crearse conceptos, hacerse juicios y razonar. Convirtiendo así al ser humano en una criatura inteligente, dotado de la facultad del intelecto. Haciendo posible, además, que esté sujeto a experimentar emociones o sentimientos diferentes.

Estas facultades mencionadas le permiten al hombre convertirse en un ser semejante a Dios, poseído también de algunos de los atributos naturales de su Creador, aunque en grado muy limitado.

Aspecto moral: Este ha sido asociado con la semejanza o parecido del hombre con Dios, igualmente de carácter interno. Se indica que el mismo comprende las cualidades morales de Dios en el hombre y que radica en el estado de santidad conque este fue creado al principio. Pues se ha definido que el ser humano fue creado con una mente santa, que no concebía la maldad por sí mismo. Poseído de la santidad de Dios, bajo la influencia de sus atributos morales. Esta característica de la imagen de Dios, la perdió el ser humano cuando cayó en el pecado, asunto que trataremos con mayor amplitud en el capítulo 4 de este tratado.

Aspecto corporal: Aunque las terminologías hebreas no aluden literalmente a esta característica como parte de la imagen de Dios en el hombre, sin embargo, vale admitir la posibilidad de que tales cualidades también estén comprendidas en el concepto referido. Varios pasajes de las Santas Escrituras, hacen alusión a ello. En una de estas porciones bíblicas, según 51Éxodo capítulo 33: versículo 20, Dios le dijo a Moisés: No podrás ver mi rostro: porque no me verá hombre, y vivirá. Así también, el Profeta Ezequiel emite un mensaje de Dios diciendo: ...Después que han llenado la tierra de maldad, y se tornaron a irritarme, he aquí que ponen hedor a mis narices. 51(Ezequiel capítulo 8: versículo 17).

Is. 40: 5: "Y manifestaráse la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá; que la boca de Jehová habló."

Ex. 33: 21-23: "Y dijo aún Jehová: He aquí lugar junto a mí, y tú estarás sobre la peña: 22Y será que, cuando pasare mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado: 23Después apartaré mi mano, y verás mis espaldas; mas no se verá mi rostro."

Jr. 27: 5: "Yo hice la tierra, el hombre y las bestias que están sobre la haz de la tierra, con mi grande potencia y con mi brazo extendido, y díla a quien me plugo."

Is. 66: 1: "Jehová dijo así: El cielo es mi solio, y la tierra estrado de mis pies: ¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde este lugar de mi reposo?"

De acuerdo con estos pasajes citados podemos apreciar, cómo el mismo Dios declara varias de sus características corporales: rostro, ojos, oídos, nariz, boca, espalda, brazos, manos y pies. Así se confirma la posibilidad de que el aspecto corporal esté comprendido también en la imagen y semejanza de Dios en el hombre. Pues, aunque esta descripción sea catalogada bajo el concepto conocido como antropomorfismo, que consiste en atribuirle a Dios rasgos o características humanas, la exposición de estos pasajes, sin embargo, no está basada en la concepción del escritor, sino en la declaración del mismo Dios. Por consiguiente, para mí es muy clara la aseveración de nuestro Mesías según Jn. 14: 8-11, cuando dijo: “El que me ha visto, ha visto al Padre.” Y aunque esta declaración es atribuida al concepto de la teofanía, que se basa en el hecho de manifestar la divinidad de Dios, no obstante, el sentido de la lógica nos indica que en este caso se refiere más bien a su aspecto corporal.

Por lo cual, con el perdón y el mayor respeto merecido para los más eminentes teólogos y maestros hebreos, para mí es inconcebible que siendo Dios un Ser personal e infinitamente inteligente, lo imaginemos como algo que no tenga una figura corporal definida, tal como la de los ángeles, cuya naturaleza es igualmente espiritual. Tal como dice en 51Primera de Corintios capítulo 15: versículo 44, que hay cuerpo animal y cuerpo espiritual. Entre los cuales no existe obviamente, ninguna relación de carácter consubstancial. Por ello, considero lógicamente asumible que la apariencia de nuestro Creador no deberá ser otra, sino aquella a cuya imagen hemos sido creados los seres humanos.

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