EL PECADO ORIGINAL
UNIDAD II
CAPÍTULO 4
EL PECADO ORIGINAL CAÍDA DEL HOMBRE
Bosquejo: Aunque el asunto principal a tratar en este caso es acerca del pecado original, no obstante, para una mejor comprensión del tema, he querido hacer mención de la actividad influyente de Satanás, sus propósitos como enemigo de Dios y de los delitos cometidos por la primera pareja. Los cuales influyeron en la determinación de su desobediencia.
Pecado original: Este tema es tratado en la teología cristiana como la hamartiología, una palabra compuesta por dos terminologías 1griegas [hamartía]: pecado y lo [logía]: tratado, discurso, estudio. Lo cual se interpreta como estudio del pecado.
Las Sagradas Escrituras declaran, según 51Primera de Juan capítulo 3: versículo 4, que el pecado consiste en la transgresión de la ley de Dios. Esto implica generalizadamente, la desobediencia a su palabra o mandato divino. Por lo que es considerado como el término más inclusivo de distorsión moral.
Se sostiene, además, que la resolución del hombre de pecar contra Dios, revela su fatal determinación de gobernarse a sí mismo, en vez de dejarse gobernar por su Creador, y esto lo pone en estado de rebeldía contra el Ser Supremo.
El pecado, según la definición de la mayoría de los teólogos, ha sido catalogado en tres diferentes géneros: el pecado hereditario, el pecado de omisión y el pecado de comisión. El primer concepto se debe interpretar como la herencia del pecado. Esta consiste en la triste condición que ha adquirido el género humano, a causa de la desobediencia de la primera pareja. Lo cual se refleja, no solo en el hecho de que toda la humanidad ha sido alcanzada por las graves consecuencias que afectaron a Adam y a Eva, como el envejecimiento, la enfermedad y la muerte; sino también en la depravación heredada, o sea, la tendencia constante que tiene el ser humano por naturaleza propia al pecado y la maldad. Mientras que el pecado de omisión consiste en el hecho de dejar de hacer lo justo o lo bueno, en circunstancias en que Dios exige que se haga. El pecado de comisión, sin embargo, consiste en obrar injustamente o con maldad. Con lo cual, siempre se viola alguno o varios de los principios de la voluntad de Dios o de sus demandas divinas expresadas en los santos mandamientos.
Al tratar acerca del pecado original pretendemos referirnos al acto de desobediencia cometido por el primer hombre y su mujer en el huerto de Edén, cuando comieron del árbol de ciencia del bien y del mal, lo cual les había sido prohibido. Su desobediencia ocasionó una grave caída moral para ambos y para toda su descendencia. Este tema se trata también en teología, como la caída del hombre. Con respecto al mismo consideremos las citas bíblicas siguientes:
51Génesis capítulo 2: versículos 16 y 17: "Y mandó Jehová Dios [el Señor] al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto comerás; 17Mas del árbol de ciencia del bien y del mal no comerás de él; porque el día que de él comieres, morirás."
Ya vimos en el tema del querubín caído, como el diablo engañó a la mujer difamando a Dios y poniéndolo por mentiroso según 51Génesis capítulo 3: versículos 1 al 5, por cuanto dijo a la mujer: ¿Con que Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto comemos; mas del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, porque no muráis. Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; mas sabe Dios que el día que comiereis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como dioses sabiendo el bien y el mal. Esta infamia diabólica fue suficiente para que la mujer cediera a la tentación, porque vio que el árbol era bueno para comer, tal como lo declara el relato en 51Génesis capítulo 3: versículos 6 al 13. Y vio que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; así que, tomó de su fruto y comió; y dio también a su marido, el cual comió, así como ella. Y fueron abiertos sus ojos y conocieron que estaban desnudos: entonces cosieron hojas de higuera y se hicieron delantales. Y oyeron la voz de Jehová Dios [del Señor] que se paseaba en el huerto al aire del día, y se escondieron entre los árboles del huerto. Y llamó Jehová Dios [el Señor] al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo porque estaba desnudo; y escondíme. Y díjole: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol que yo te mandé no comieses? Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí.
Tal como lo expuse en el capítulo anterior acerca de la imagen de Dios en el hombre, queda confirmado según el relato bíblico analizado en este caso, que el ser humano no concebía la maldad por sí mismo. No obstante, el hecho de haber desobedecido a su Creador los hizo responsables de sus actos y culpables como tales. Debemos analizar los diferentes aspectos que influyeron como causa del pecado de la primera pareja.
Como causa principal del asunto vemos que la mujer fue sorprendida por una tentación externa, una fuerza espiritual que ejerció una gran influencia sobre su mente. El pasaje leído hace referencia a una serpiente astuta que habló y engañó a la mujer.
Recordemos que, en el capítulo anterior según el tema del querubín caído, leímos el pasaje de 51Apocalipsis capítulo 12: versículos 7 al 9, donde se refiere a la serpiente antigua que se llama Diablo y Satanás, quien engaña a todo el mundo. Esta es precisamente aquella serpiente que engañó a la mujer.
Según la conclusión que se ha extraído del estudio de la Santa Biblia, la primera manifestación del mal se dejó ver en aquel ser, quien se convirtió en enemigo de Dios en todas sus emisiones.
Como ya hemos estudiado, Satanás fue arrojado del cielo a la tierra con sus ángeles. Por lo cual, habiendo sido impedido de continuar su conspiración contra Dios en el lugar celestial, quiso tratar de impedir o frustrar sus planes para con el hombre, al cual el Ser Supremo había creado sobre la tierra y puesto en ella como príncipe de su creación.
Bien sabía Satanás que el ser humano había sido creado con la facultad del libre albedrío, y conocía, además, la recomendación de Dios al hombre acerca del árbol de ciencia del bien y del mal, así como la sentencia prevista en caso de desobediencia.
Satanás sabía, además, que si lograba hacer pecar a la primera pareja, aquellos que habían sido creados con el manifiesto propósito de que vivieran eternamente felices bajo la obediencia, hechos a la imagen moral de su Creador, se convertirían en pecadores rebeldes y desleales. Fue por ello que el enemigo de nuestras almas, quien se hacía representar entonces en forma de serpiente como uno más de los animales del campo, llevó a cabo su malvado plan. Dios le había dicho al hombre que si comía de aquel árbol moriría, pero no le declaró que serían como dioses conociendo el bien y el mal. Sabiendo esto Satanás, no solo le inculcó a la mujer aquella ambiciosa idea de ser como dioses, sino que le afirmó anticipadamente que no morirían, aunque comieran de aquel árbol.
Es seguro que Satanás tenía en sus planes hacer que el primer hombre y su mujer, después que hubiesen comido del árbol prohibido, comiesen también del árbol de la vida y vivieran para siempre, ellos y su descendencia, bajo aquella terrible condición de pecado, dolor y de una mente depravada. Pero Dios lo evitó en su sabiduría infinita, según lo declara el siguiente pasaje bíblico:
51Génesis capítulo 3: versículos 22 al 24: "Y dijo Jehová Dios [el Señor]: He aquí el hombre es como uno de Nos sabiendo el bien y el mal: ahora, pues, porque no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre: 23Y sacólo Jehová [el Señor] del huerto de Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado. 24Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía a todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida."
Satanás no pudo lograr este malvado propósito, que hubiese sido la culminación de su éxito y la desgracia eterna del género humano. No obstante, el logro de su primer intento trajo resultados extremadamente funestos para la humanidad.
Fue así como aquella influencia externa ejerció en la mente de la mujer, llevándola a conclusiones que determinaron en su libre y fatal elección. Convirtiendo a la primera pareja en pecadores culpables y dignos del castigo. Pues, aunque su acción parezca muy simple o inocente, la realidad es que sus causas fueron muy serias. La mujer fue víctima de la tentación satánica, no obstante, es evidente que el Diablo no la obligó a comer del fruto prohibido, sino que ella libremente eligió entre la orden divina y la proposición del engañador, tomando así la determinación de gobernarse a sí misma, en vez de dejarse gobernar por su Creador.
Tal acción encierra, por tanto, varias infracciones que se han considerado como las causas influyentes en el pecado de dicha pareja.
En primer lugar: Entre estas causas, se refleja el hecho de que la mujer dudó de la palabra de su Creador, quien les había asegurado que si comían del árbol prohibido morirían y creyó al Diablo, quien le afirmó que no morirían.
En segundo lugar: Ella se dejó llevar por la codicia y la pretensión de ser como dioses, o sea, quiere decir que, cada uno de ellos sería como Elohim. Lo que se ha considerado como el acto de mayor gravedad entre estas violaciones. Se asume que tal demanda implica el hecho de querer ser como Dios o igual a Él.
Así también el hombre obedeció a la voz de su mujer y conscientemente pecó contra Dios, comiendo del árbol prohibido, según lo expresa el pasaje bíblico en 51Génesis capítulo 3: versículos 12 y 13.
En tercer lugar: Como resultado de estas infracciones, violaron el pacto que habían hecho con su Creador, según lo expresan las Santas Escrituras en el pasaje que aparece a continuación:
51Oseas capítulo 6: versículo 7: "Mas ellos, cual Adam, traspasaron el pacto: allí prevaricaron contra mí."
A modo de conclusión, una vez más el enemigo de Dios y de nuestras almas logró irrumpir en el orden y en los principios éticos de moralidad, establecidos por Dios afectando el comportamiento humano, al seducir a la primera pareja a la rebeldía y la desobediencia contra su Creador.