OMNIPRESENCIA

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OMNIPRESENCIA

La omnipresencia de Dios está claramente confirmada en los pasajes bíblicos que aparecen a continuación:

51Salmos 139: versículos 7 al 12: "¿Adónde me iré de tu espíritu? ¿Y adónde huiré de tu presencia? 8Si subiere a los cielos, allí estás tú: Y si en abismo hiciere mi estrado, he aquí allí tú estás. 9Si tomare las alas del alba, Y habitare en el extremo de la mar, 10Aun allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra. 11Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; Aun la noche resplandecerá tocante a mí. 12Aun las tinieblas no encubren de ti, Y la noche resplandece como el día: Lo mismo te son las tinieblas que la luz."

51Jeremías capítulo 23: versículos 23 y 24: "¿Soy yo Dios de poco acá, dice Jehová [el Señor], y no Dios de mucho ha? 24¿Ocultaráse alguno, dice Jehová [el Señor], en escondrijos que yo no lo vea? ¿No hincho yo, dice Jehová [el Señor], el cielo y la tierra?"

Así también en 51Hebreos capítulo 4: versículo 13 dice que no hay cosa criada que no sea manifiesta en su presencia; antes todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.

Estas citas constituyen una clara prueba bíblica de que nuestro Dios es Omnipresente, y que a su presencia están descubiertas todas las obras de los hombres, por mucho que se oculten para realizarlas.

Esto significa obviamente, que Él está en todas partes, que su presencia es universal. No hay lugar en el universo que esté encubierto a la presencia de Dios. Él está presente de manera especial donde sus criaturas están, no solo para descubrir sus obras buenas o malas, sino también para bendecirlas proveyéndoles ayuda y protección.

Acerca de este exaltado atributo de Dios un gran pensador creyente en Yeshúa expresó:

“Dios sabe cómo estar presente en donde quiera, pues Él es eterno, sin ser limitado por ningún lugar en particular. Él sabe cómo venir sin separarse del lugar en donde estaba; sabe cómo irse sin dejar el lugar al que ha venido.”

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