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LECCIÓN No. 66 DEJAR LAS OBRAS DE LA CARNE Y BUSCAR LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU


Para que se pueda comprender mejor el objetivo de este importante tema, será necesario tomar en consideración las palabras del apóstol Pablo, según el siguiente pasaje de las Escrituras:


51Segunda de Corintios capítulo 5: versículo 17: "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas."


Partiendo de este concepto, tendremos en cuenta que las obras de la carne son conforme a la vieja criatura (el hombre pecador); sin embargo, los frutos del Espíritu son afines con la nueva criatura en Jesucristo.


En cuanto a las obras de la carne y los frutos del Espíritu consideremos lo que nos dicen los siguientes pasajes de las Sagradas Escrituras:


 51Gálatas capítulo 5: versículos 16 y 19 al 26 "Digo pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis la concupiscencia de la carne. 19Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, disolución, 20Idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21Envidias, homicidios, borracheras, banqueteos y cosas semejantes a éstas: de las cuales os denuncio, como ya os he anunciado, que los que hacen tales cosas no heredarán el reino de Dios. 22Mas el fruto del Espíritu es: caridad, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe, 23Mansedumbre, templanza: contra tales cosas no hay ley. 24Porque los que son de Cristo, han crucificado la carne con los afectos y concupiscencias. 25Si vivimos en el Espíritu, andemos también en el Espíritu. 26No seamos codiciosos de vana gloria, irritando los unos a los otros, envidiándose los unos a los otros."


Reflexionemos con las recomendaciones del apóstol Pablo en otras de sus epístolas, referente a las obras de la carne y los frutos del Espíritu. A la Iglesia de los romanos les dice según 51Romanos capítulo 8: versículos 1, 7, 12 y 13: Ahora ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, mas conforme al espíritu. Por cuanto la intención de la carne es enemistad contra Dios; porque no se sujeta a la ley de Dios, ni tampoco puede. Así que, hermanos, deudores somos, dice el Apóstol, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne: Porque si viviereis conforme a la carne, moriréis; mas si por el espíritu mortificáis las obras de la carne, viviréis.


De igual manera, se dirige a los creyentes de la Iglesia en Éfeso según 51Efesios capítulo 5: versículos 9 y 10, para decirles que, el fruto del Espíritu es en toda bondad, y justicia, y verdad; aprobando lo que es agradable al Señor.


Creo de vital importancia señalar que la mayoría de las obras de la carne relacionadas en estos pasajes, han sido y continuarán siendo objeto de nuestra observación a través de varios de los temas presentados en este tratado. Por lo cual, en esta ocasión, quiero hacer énfasis acerca de algunas de estas obras referidas, como son: las enemistades, los pleitos, las iras, las contiendas y las disensiones. Cuando estas obras de la carne se exteriorizan en cualquier persona, destruyen completamente los buenos efectos de su conducta y opacan los sanos principios de su reputación, trayéndole por consecuencia serios problemas y resultados muy negativos. De hecho, algunos creyentes tenemos serias dificultades en la observancia de esta norma de conducta. Pues, aunque no seamos capaces de causarle daño, ni ofender intencionalmente a ninguno de nuestros semejantes, sin embargo, cuando se violan nuestros derechos o se nos causa perjuicios u ofensas, por lo general reaccionamos con una actitud tan defensiva, que algunos solemos convertirnos en agraviantes a un nivel de mayor severidad que nuestros ofensores. Pero esta lamentable actitud, además de afectar nuestras relaciones con Dios, destruye también en nosotros la imagen de todos los buenos principios que nos enseña la doctrina de Jesucristo.


Debido a tales razones, el creyente fiel debe evitar por todos los medios posibles las manifestaciones de estas obras de la carne y seguir las sugerencias de nuestro Señor Jesucristo, el cual nos ha dejado instrucciones precisas al respecto, según la declaración del siguiente pasaje bíblico:


51Mateo capítulo 5: versículos 38 al 41: "Oísteis que fue dicho a los antiguos: Ojo por ojo, y diente por diente. 39Mas yo os digo: No resistáis al mal; antes a cualquiera que te hiriere en tu mejilla diestra, vuélvele también la otra; 40Y al que quisiere ponerte a pleito y tomarte tu ropa, déjale también la capa; 41Y a cualquiera que te cargare por una milla, ve con él dos."


En el libro de Proverbios encontramos también un sabio consejo que corrobora esta recomendación dada por el Señor, para ayudarnos a evitar los pleitos y las contiendas. Al respecto veamos lo que dicen las Sagradas Escrituras:


51Proverbios capítulo 15: versículo 1: "La blanda respuesta quita la ira: Mas la palabra áspera hace subir el furor."


El apóstol Pablo nos hace también la siguiente recomendación:


51Efesios capítulo 4: versículo 31: "Toda amargura, y enojo, e ira, y voces, y maledicencia sea quitada de vosotros, y toda malicia."


La forma más eficiente que el creyente pueda encontrar para hacerle resistencia a estas obras o manifestaciones de la carne será buscando el auxilio de Dios mediante el ayuno y la oración, para que pueda ser bendecido con los frutos del Espíritu, especialmente el de la mansedumbre, conforme a la recomendación de nuestro Señor, en el siguiente pasaje de las Escrituras:


51Mateo capítulo 11: versículo 29: "Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas."


Debido a que el tema considerado así lo amerita, quiero hacer énfasis en que la práctica del ayuno y la oración, ofrecidos a Dios en forma sincera y genuina, son dos de las actitudes que con mayor efectividad le permiten al ser humano obtener el auxilio divino, en cualquier circunstancia. La enseñanza acerca de la oración la estudiamos detalladamente en el capítulo 1 de este tratado. Por lo que solo me resta decir que el ayuno puesto en práctica junto con la oración, ha sido el arma más poderosa usada por muchos personajes de la historia bíblica, que lograron el éxito en medio de grandes conflictos, y la victoria del bien sobre el mal en circunstancias muy difíciles. Como ejemplo de ellos veamos los siguientes relatos:


Moisés: 51Deuteronomio capítulo 9: versículos 9 y 10: "Cuando yo subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que Jehová hizo con vosotros, estuve entonces en el monte cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua. 10Y dióme Jehová las dos tablas de piedra escritas con el dedo de Dios"…


El rey Acab: 51Primera de Reyes capítulo 21: versículos 27 al 29: “Y acaeció cuando Achâb oyó estas palabras, que rasgó sus vestidos, y puso saco sobre su carne, y ayunó, y durmió en saco, y anduvo humillado. 28Entonces fué palabra de Jehová a Elías Thisbita, diciendo: 29¿No has visto como Achâb se ha humillado delante de mí? Pues por cuanto se ha humillado delante de mí, no traeré el mal en sus días: en los días de su hijo traeré el mal sobre su casa."


El rey Josafat: Consideremos ahora el caso de este rey según el relato de 51Segunda de Crónicas capítulo 20: versículos 2 al 6 y 14 al 17, cuando los mensajeros acudieron, y le dieron aviso diciendo: Contra ti viene una grande multitud de la otra parte de la mar, y de la Siria; y he aquí que ellos están en Hasasón-tamar, que es Engedi. Entonces el rey tuvo temor, y puso Josaphat su rostro para consultar a Jehová, e hizo pregonar ayuno a todo Judá. Y juntáronse los de Judá para pedir socorro a Jehová: y también de todas las ciudades de Judá vinieron a pedir a Jehová. Púsose entonces Josaphat en pie en la reunión de Judá y de Jerusalem, en la casa de Jehová, delante del atrio nuevo dijo: Jehová Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en los cielos, y te enseñoreas en todos los reinos de las gentes? ¿no está en tu mano tal fuerza y potencia, que no hay quien te resista? Y estaba allí Jahaziel hijo de Zachârías, hijo de Benaías, hijo de Jeiel, hijo de Mathanías, Levita de los hijos de Asaph, sobre el cual vino el espíritu de Jehová en medio de la reunión; y dijo: Oíd, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalem, y tú, rey Josaphat. Jehová os dice así: No temáis ni os amedrentéis delante de esta tan grande multitud; porque no es vuestra la guerra, sino de Dios. Mañana descenderéis contra ellos: he aquí que ellos subirán por la cuesta de Sis, y los hallaréis junto al arroyo, antes del desierto de Jeruel. No habrá para qué vosotros peleéis en este caso: paraos, estad quedos, y ved la salud de Jehová con vosotros. Oh Judá y Jerusalem, no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos, que Jehová será con vosotros.


La reina Esther: Esta heroína del pueblo de Dios en la diáspora, al recibir noticias del mal que le querían hacer a su pueblo Israel, según el relato descrito en 51Esther capítulo 4: versículos 15 al 17, dijo a los mensajeros que respondiesen a Mardochêo: Ve, y junta a todos los Judíos que se hallan en Susán, y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis en tres días, noche ni día: yo también con mis doncellas ayunaré igualmente, y así entraré al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca. Entonces se fue Mardochêo, e hizo conforme a todo lo que le mandó Esther. Según la sucesión del relato descrito en 51Esther capítulo 5: versículos 1 al 3, aconteció que al tercer día se vistió Esther su vestido real, y púsose en el patio de adentro de la casa del rey, enfrente del aposento del rey: y estaba el rey sentado en su solio regio en el aposento real, enfrente de la puerta del aposento. Y fue que, como vio a la reina Esther que estaba en el patio, ella obtuvo gracia en sus ojos; y el rey extendió a Esther el cetro de oro que tenía en la mano. Entonces se llegó Esther, y tocó la punta del cetro. Y dijo el rey: ¿Qué tienes, reina Esther? ¿y cuál es tu petición? Hasta la mitad del reino, se te dará.


El lector apasionado por la Palabra de Dios, podrá deleitarse en gran manera con la lectura de la narración de este libro en sus cinco capítulos restantes, donde culmina con los resultados del éxito otorgado por el Dios de Israel, de manera brillante y satisfactoria a esta reina hija de su pueblo. Éxito que ha quedado en los registros de la historia secular con tintes de gloria, de fe y de heroísmo, logrado mediante la práctica legítima del ayuno y la oración.


Los habitantes de Nínive: 51Jonás capítulo 3: versículos 4 al 10: "Y comenzó Jonás a entrar por la ciudad, camino de un día, y pregonaba diciendo: De aquí a cuarenta días Nínive será destruida. 5Y los hombres de Nínive creyeron a Dios, y pregonaron ayuno, y vistiéronse de sacos desde el mayor de ellos hasta el menor de ellos. 6Y llegó el negocio hasta el rey de Nínive, y levantóse de su silla, y echó de sí su vestido, y cubrióse de saco, y se sentó sobre ceniza. 7E hizo pregonar y anunciar en Nínive, por mandato del rey y de sus grandes, diciendo: Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten cosa alguna, no se les dé alimento, ni beban agua: 8Y que se cubran de saco los hombres y los animales, y clamen a Dios fuertemente: y conviértase cada uno de su mal camino, de la rapiña que está en sus manos. 9¿Quién sabe si se volverá y arrepentirá Dios, y se apartará del furor de su ira, y no pereceremos? 10Y vió Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino: y arrepintióse del mal que había dicho les había de hacer, y no lo hizo."


Jesucristo: 51Lucas capítulo 4: versículos 1 al 4: "Y Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fué llevado por el Espíritu al desierto. 2Por cuarenta días, y era tentado del diablo. Y no comió cosa en aquellos días: los cuales pasados, tuvo hambre. 3Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se haga pan. 4Y Jesús respondiéndole, dijo: Escrito está: Que no con pan solo vivirá el hombre, mas con toda palabra de Dios."


51Marcos capítulo 9: versículo 29: "Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno."


Cornelio: 51Hechos capítulo 10: versículos 30 y 31: "Entonces Cornelio dijo: Cuatro días ha que a esta hora yo estaba ayuno; y a la hora de nona estando orando en mi casa, he aquí, un varón se puso delante de mí en vestido resplandeciente. 31Y dijo: Cornelio, tu oración es oída, y tus limosnas han venido en memoria en la presencia de Dios."


LECCIÓN No. 67 RECOMENDADO EL AMOR FRATERNAL


La expresión bíblica más generalizada en relación con el amor fraternal la encontramos en las palabras de Jesucristo, quien después de haberse referido al primero y grande mandamiento relacionado con el amor a Dios expresó:


"Este es el primero y grande mandamiento. 39Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 40De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas." 51(Mateo capítulo 22: versículos 38 al 40).


El apóstol Pablo confirma esta idea del amor al prójimo, según el pasaje siguiente:


51Romanos capítulo 13: versículos 8 al 10: "No debáis a nadie nada, sino amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, cumplió la ley. 9Porque: No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; no codiciarás: y si hay algún otro mandamiento, en esta sentencia se comprende sumariamente: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 10La caridad no hace mal al prójimo: así que, el cumplimiento de la ley es la caridad."


De acuerdo con este pasaje bíblico, el que ama a su prójimo no mata, no comete adulterio, no hurta, no levanta falso testimonio ni codicia los bienes ajenos; pero además, debe honrar a sus padres, ya que este es el primer mandamiento relacionado con el amor fraternal.


De esta manera puede comprenderse mejor la idea expuesta en capítulos anteriores acerca de cómo es posible amar a nuestro prójimo o semejante como a sí mismo, al no hacerles el mal que no queremos para nosotros y tratarlos como quisiéramos que se nos trate. Esto implica varios factores esenciales: que se respeten nuestros derechos, nos atiendan, nos consideren, nos valoren y nos traten bien. Este es el verdadero concepto de la “regla de oro” sugerida por el señor Jesús, según 51Mateo capítulo 7: versículo 12. Nuestro Señor manifestó:


51Juan capítulo 3: versículo 16: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna."


Es por ello que, habiéndonos amado Dios de tal manera, Él quiere que nosotros también amemos a nuestro prójimo, reflejando así su amor en nuestros corazones. Dios quiere que nosotros nos dejemos usar como instrumentos de su amor para socorrer al necesitado, darle pan al hambriento y consolar al afligido, haciéndolo partícipe también del mensaje de salvación y vida eterna. Dando así muestras de agradecimiento por la gloriosa manifestación del amor de Dios en nuestras vidas. Por lo cual el Señor dijo a sus discípulos: “De gracia recibisteis, dad de gracia.” 51(Mateo capítulo 10: versículo 8). Por tal razón les dijo también:


"Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros: como os he amado, que también os améis los unos a los otros. 35En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros." 51(Juan capítulo 13: versículos 34 y 35).


El galardón glorioso y eterno dado por el Señor a aquellos que hicieron obras de amor y compasión, reflejado en 51Mateo capítulo 25: versículos 34 al 40, según vimos en el tema del juicio final, así como el castigo para aquellos que se mostraron indolentes al dolor y la necesidad de sus prójimos, según los versículos 41 al 45 del contexto, constituye una relevante evidencia de las demandas de Dios en relación con el amor fraternal.


Según la parábola del buen samaritano, referida por Jesús en 51Lucas capítulo 10: versículos 30 al 37, sabemos que nuestro prójimo es aquel que nos hace el bien. Sin embargo, Él le dio un sentido de carácter generalizado a este mandamiento al hacer la advertencia siguiente:


51Mateo capítulo 5: versículos 43 y 44: "Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. 44Mas yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen."


Donde existe el verdadero amor fraternal no puede haber odio, rencor, ni sentimientos de venganza, sino un amor incondicional como el de Jesucristo. Al respecto consideremos lo que dicen las Escrituras:


51Primera de Juan capítulo 2: versículos 9 al 11: "El que dice que está en luz, y aborrece a su hermano, el tal aun está en tinieblas todavía. 10El que ama a su hermano, está en luz, y no hay tropiezo en él. 11Mas el que aborrece a su hermano, está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a donde va; porque las tinieblas le han cegado los ojos."


51Primera de Juan capítulo 3: versículos 14 al 16: "Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, está en muerte. 15Cualquiera que aborrece a su hermano, es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permaneciente en sí. 16En esto hemos conocido el amor, porque él puso su vida por nosotros: también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos."


Razonemos ahora, sobre el siguiente tema en referencia con el amor fraternal según la próxima cita bíblica:


51Primera de Corintios capítulo 13: versículo 13: "Y ahora permanecen la fe, la esperanza, y la caridad, estas tres: empero la mayor de ellas es la caridad."


En esta porción de las Escrituras nos encontramos con el uso de un nuevo término (caridad), para hacer alusión al amor fraternal. 21El Diccionario de la Lengua Española dice que la caridad en la religión cristiana es una de las tres virtudes teologales. Consiste en amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos. Partiendo de esta definición hemos de tomar en consideración algunas características del amor (la caridad), según las declaraciones de los pasajes siguientes:


51Primera de Corintios capítulo 13: versículos 4 al 8: "La caridad es sufrida, es benigna; la caridad no tiene envidia, la caridad no hace sinrazón, no se ensancha; 5No es injuriosa, no busca lo suyo, no se irrita, no piensa el mal; 6No se huelga de la injusticia, mas se huelga de la verdad; 7Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 8La caridad nunca deja de ser"...


51Primera de Corintios capítulo 13: versículos 1 al 3: "Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo caridad, vengo a ser como metal que resuena, o símbalo que retiñe. 2Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia; y si tuviese toda la fe, de tal manera que traspasase los montes, y no tengo caridad, nada soy. 3Y si repartiese toda mi hacienda para dar de comer a pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo caridad, de nada me sirve."


Teniendo en cuenta los grandes valores del amor fraternal para la vida del creyente en Jesucristo, consideremos las recomendaciones del apóstol Pablo, según los pasajes bíblicos siguientes:


51Colosenses capítulo 3: versículo 14: "Y sobre todas estas cosas vestíos de caridad, la cual es el vínculo de la perfección."


51Romanos capítulo 13: versículo 10: "La caridad no hace mal al prójimo: así que, el cumplimiento de la ley es la caridad."


La caridad es el primero de los frutos del Espíritu, según lo declaran las Sagradas Escrituras en el siguiente pasaje:


51Gálatas capítulo 5: versículos 22 y 23: "Mas el fruto del Espíritu es: caridad, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe, 23Mansedumbre, templanza: contra tales cosas no hay ley."


Veamos algunas definiciones dadas a la palabra amor, según el 1Diccionario Griego–Español del Nuevo Testamento:


Filadelfia: amor fraterno. Ro. 12: 10; 1Ts. 4: 9; Hb. 13: 1; 1Pe. 1: 22; 2Pe. 1: 7(x2).


Filantropía: amor por la humanidad, cordialidad. Hch. 28: 2; Tit. 3: 4.

Filia: amistad, amor. St. 4: 4.


Ágape: amor. Mt. 24: 12; Lc. 11: 42; Jn. 5: 42; 13: 35; 15: 9, 10; 1Co. 4: 21; 8: 1; 13: 1, 2, 3, 4 (x2)…


10El Nuevo Diccionario Bíblico Certeza, declara que el término griego más común para todas las formas del amor en el Nuevo Testamento es: agapē, agapaō. Y dice que, esta es una de las palabras menos comunes en el griego clásico, donde expresa en las pocas ocasiones en que aparece, esa forma suprema y noble del amor que ve algo infinitamente precioso en su objeto. Y está relacionado con el amor de Dios hacia el hombre, del hombre hacia Dios y a su prójimo. Escuche a Rebeca Luna en esta hermosa alabanza. Solo toque este enlace.


LECCIÓN No. 68 LA PRÁCTICA DEL PERDÓN, UNA EXIGENCIA DIVINA


Debido a que en capítulos anteriores consideramos el tema del perdón de Dios para los pecadores, mediante la obra redentora de Jesucristo, en esta ocasión nuestro objetivo primordial será tratar acerca del perdón que Él demanda de nosotros para con nuestros semejantes. No obstante, haré referencia a ciertos pasajes de las Sagradas Escrituras que declaran que nuestro Creador es un Dios de perdón. Veamos al respecto la expresión del mismo Señor, según el pasaje siguiente:


51Éxodo capítulo 34: versículos 6 y 7: "Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: Jehová, Jehová, fuerte, misericordioso, y piadoso; tardo para la ira, y grande en benignidad y verdad; 7Que guarda la misericordia en millares, que perdona la iniquidad,la rebelión, y el pecado, y que de ningún modo justificará al malvado"...


Reflexionemos ahora sobre las palabras del profeta Daniel:


51Daniel capítulo 9: versículo 9: "De Jehová nuestro Dios es el tener misericordia, y el perdonar, aunque contra él nos hemos rebelado."


La demostración más palpable del perdón de Dios para el género humano se deja ver a través de la obra redentora por medio de Jesucristo. Consideremos el siguiente pasaje de las Escrituras:


51Colosenses capítulo 2: versículo 13: "Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os vivificó juntamente con él, perdonándoos todos los pecados."


Ahora bien, Dios nos exige que de la misma manera que Él nos perdonó y nos perdona cada vez que pecamos, si nos arrepentimos, también nosotros nos perdonemos los unos a los otros. Este concepto está bien especificado en la enseñanza de la oración modelo, mejor conocida como “el Padre Nuestro” y en otras instrucciones de las Sagradas Escrituras. Al respecto veamos lo que dicen los pasajes siguientes:


51Mateo capítulo 6: versículos 9, 11 y 12: "Vosotros pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. 11Danos hoy nuestro pan cotidiano. 12Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores."


51Mateo capítulo 6: versículos 14 y 15: "Porque si perdonareis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial. 15Mas si no perdonareis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas."


En la narración de Mateo, según 51Mateo capítulo 18: versículos 21 al 35 dice la Escritura que llegándose Pedro le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que pecare contra mí? ¿hasta siete? Y Jesús le dijo: No te digo hasta siete, mas aun hasta setenta veces siete. Por lo cual, el reino de los cielos es semejante a un hombre rey, que quiso hacer cuentas con sus siervos. Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. Mas a éste, no pudiendo pagar, mandó su señor venderle, y a su mujer e hijos, con todo lo que tenía, y que se le pagase. Entonces aquel siervo, postrado, le adoraba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. El señor, movido a misericordia de aquel siervo, le soltó y le perdonó la deuda. Y saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y dice que, trabando de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que debes. Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. Mas él no quiso; sino fue, y le echó en la cárcel hasta que pagase la deuda. Y viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y viniendo, declararon a su señor todo lo que había pasado. Entonces llamándole su señor, le dice: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste: ¿No te convenía también a ti tener misericordia de tu consiervo, como también yo tuve misericordia de ti? Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que debía. Así también hará con vosotros mi Padre celestial, si no perdonareis de vuestros corazones cada uno a su hermano sus ofensas.


Un detalle significativo en esta ilustración de nuestro Señor, es la gran diferencia de la deuda de diez mil talentos que le fue perdonada a aquel siervo malvado por parte del rey. Según los datos de equivalencia ascendían a una cantidad de 330 millones de gramos de plata, en comparación con el adeudo de cien denarios que este no quiso perdonarle a su consiervo, lo cual es equivalente a solo 390 gramos de plata. Ver detalles al final del tema.


Esto simboliza de manera muy enfática la gran diferencia de la deuda que Dios nos ha perdonado a cada uno de nosotros, solo por su gracia divina, cuando estábamos hundidos en nuestros pecados, en comparación a las ofensas que pueda habernos hecho cualquiera de nuestros semejantes, a quien a veces no estamos dispuestos a perdonar de todo corazón.


Lo más grave del caso reflejado en esta parábola, es que aquel rey, enojado por la actitud de su siervo, lo entregó a los verdugos hasta que pagara el último centavo; mientras que nosotros muchas veces nos comportamos como si no le diéramos importancia a la advertencia expresada por Jesucristo al final de este pasaje, en la que nos dice: "Así también hará con vosotros mi Padre celestial, si no perdonareis de vuestros corazones cada uno a su hermano sus ofensas."


Consideremos ahora los pasajes siguientes:


51Efesios capítulo 4: versículos 31 y 32: "Toda amargura, y enojo, e ira, y voces, y maledicencia sea quitada de vosotros, y toda malicia: 32Antes sed los unos con los otros benignos, misericordiosos, perdonándoos los unos a los otros, como también Dios os perdonó en Cristo."


51Colosenses capítulo 3: versículos 12 y 13: "Vestíos pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de tolerancia; 13Sufriéndoos los unos a los otros, y perdonándoos los unos a los otros; si alguno tuviere queja de otro: de la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros."


Véanse además, las sugerencias del apóstol Pablo en 51Romanos capítulo 12: versículos 19 al 21, las cuales son fundamentales para la vida del creyente.

Para concluir con nuestro tema acerca del perdón, consideremos la recomendación de nuestro Señor Jesús, según el siguiente pasaje de las Escrituras:


51Mateo capítulo 5: versículos 23 al 25: "Por tanto, si trajeres tu presente al altar, y allí te acordares de que tu hermano tiene algo contra ti, 24Deja allí tu presente delante del altar, y vete, vuelve primero en amistad con tu hermano, y entonces ven y ofrece tu presente. 25Concíliate con tu adversario presto, entre tanto que estás con él en el camino; porque no acontezca que el adversario te entregue al juez, y el juez te entregue al alguacil, y seas echado en prisión."


Testimonio del autor: Quiero dar este testimonio como una viva y maravillosa experiencia de las exigencias de Dios acerca del perdón: Alrededor del año 1996 yo recibí una ofensa de parte de un hermano de la Iglesia que me afectó fuertemente, debido a que yo lo consideraba como un amigo de la familia y aunque después de eso lo seguí tratando, lo hacía solo por formalidad, porque para mí, nuestra amistad había perdido su verdadero efecto.


Pasaron solo unos meses de aquel incidente, y mi hija menor se enfermó con una crisis depresiva que la llevó a un estado tan crítico, que ni los somníferos más fuertes la ayudaban a dormir. Inmediatamente yo oré a Dios por su salud, conforme a lo que nos enseñan las Escrituras, porque en 1981 yo había orado por ella debido a que padecía de ataques de epilepsia por más de cuatro años y se había sanado instantáneamente, hasta el día de hoy por la gracia de Dios.

Pero en esta segunda ocasión el Señor no la sanó. Y aunque oré por ella una y otra vez y luego oró también otro hermano de muy buen testimonio, tampoco se sanó. Entonces entendí que algo andaba mal en mis relaciones con Dios.

Consulté con una anciana fiel y distinguida de mi Iglesia, a través de la cual yo sabía que el Señor me respondería, aunque ella estaba ajena a mi caso por cuanto vivíamos en diferentes estados del país. Él permitió que ella me viera a través de una significativa revelación, como a un niño hablando con su padre, donde yo le reclamaba porqué Él no escuchaba mis oraciones como antes, ni había sanado a mi hija, y Él me dijo: “Porque tú ya no eres con tu hermano como antes, porque en tu corazón no lo has perdonado; así que ve y busca a tu hermano, perdónalo, ámalo y vuelve a ser con él como eras antes, si tú quieres que te sane a tu hija”. Y concluyó diciendo: “Y tú tienes la última palabra.”

Lo cierto es que inmediatamente yo busqué a aquel hermano, lo perdoné y nos reconciliamos. Al día siguiente mi hija estaba completamente bien hasta el día de hoy, por la gracia de Dios.


Apreciado estudiante, tal vez estas palabras resulten demasiado fuertes para algunos, pero la realidad en este caso es solo una, y ella revela el sentir de Dios a través de su Santa Palabra. Y ese sentir es que tenemos que perdonar a nuestros semejantes, cualquiera que sean sus ofensas, de otra manera la resolución divina es que, si no lo hacemos, tampoco Él nos va a perdonar nuestras ofensas. De hecho, para algunos resulta difícil tener que perdonar a su ofensor cuantas veces este venga a pedírselo. Pero si a alguno le parece demasiado esto, tenga presente que el Señor le puede exigir como me lo exigió a mí, que, aunque el agraviante no venga a pedir perdón, nosotros tengamos que ir donde él y perdonarlo de manera espontánea.


Yo en lo particular he tenido la maravillosa experiencia de no volver a sentir ni el más mínimo rasgo de rencor o resentimiento por la ofensa pasada.


Aunque evidentemente, este no sea el caso común de un ofensor indolente e indiferente, por cuanto Dios mismo abogó por él, no obstante, cualquiera que sea la situación nosotros debemos estar dispuestos a perdonar de la misma manera que Dios nos perdonó en su Hijo Jesucristo, a través de su sacrificio expiatorio en la cruz del Calvario, únicamente por gracia, sin que aun nosotros hubiésemos dado muestra alguna de arrepentimiento.


Mi sugerencia, por lo tanto, es que nadie permita que el orgullo, el odio o el rencor le impidan el perdón divino y el derecho a una eternidad verdaderamente feliz. ¡Que la gloria sea para Dios!


DETALLES


Según el Diccionario Griego–Español del Nuevo Testamento, el talento del tiempo de Cristo, era de 33 kilogramos. = 33,000 gramos de plata; por lo cual, diez mil talentos sería igual a 10,000 multiplicados por 33,000 = trescientos treinta millones de gramos de plata.


Sin embargo, un denario en el tiempo de Jesús, según los datos contenidos en juntadeandalucia.es, era igual a 3. 9 gramos de plata, por lo cual, 100 denarios, sería igual a 100 x 3. 9 = 390 gramos de plata. Para ver los detalles solo toque este enlace.


Escuche a Claudia de Colombia con una alabanza alusiva al tema. Para ello solo toque este enlace.


LECCIÓN No. 69 EL CRISTIANO Y LOS VICIOS


Al tratar acerca de un tema como este, no lo hago de ninguna manera con la pretensión de juzgar a las personas implicadas en los vicios, pues el propósito de la doctrina de Jesucristo no es el de juzgar a las almas, sino el de mostrarles el camino de la salvación y la vida eterna. Mi noble propósito es más bien, que nuestros lectores conozcan las razones por las que los cristianos debemos de tratar por todos los medios posibles mantenernos apartados de los vicios.


Aunque la Biblia no abunda en menciones específicas acerca de los vicios, no obstante, es evidente que estos constituyen un mal hábito, que no es más que el producto de la depravación heredada y de una conducta reprobada por la Palabra de Dios. Consideremos los pasajes siguientes:


51Salmos 10: versículos 4 y 5: "El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios: No hay Dios en todos sus pensamientos. 5Sus caminos son viciosos en todo tiempo: Tus juicios los tiene muy lejos de su vista"...


51Proverbios capítulo 2: versículos 11 al 15: "El consejo te guardará, Te preservará la inteligencia: 12Para librarte del mal camino, De los hombres que hablan perversidades; 13Que dejan las veredas derechas, Por andar en caminos tenebrosos; 14Que se alegran haciendo mal, Que se huelgan en las perversidades del vicio; 15Cuyas verdades son torcidas, Y torcidos sus caminos."


51Efesios capítulo 4: versículos 21 y 22: "Si empero lo habéis oído, y habéis sido por él enseñados, como la verdad está en Jesús, 22A que dejéis, cuanto a la pasada manera de vivir, el viejo hombre que está viciado conforme a los deseos de error."


Es indudable que los vicios han sido un mal creciente para la humanidad, a través de toda su historia.


Los hombres sin el verdadero conocimiento de Dios, de la fe y la esperanza de vida eterna, recurren a los míseros placeres que les ofrecen los vicios, tratando inútilmente de encontrar en ellos la felicidad.


El alcohol, el tabaco y las drogas están relacionados entre los peores enemigos extrínsecos del hombre, que le ocasionan grandes perjuicios, tanto en el orden físico y económico como en el aspecto moral.


Por lo general, se conoce de muchas personas que, dadas al vicio del alcohol, invierten la mayor parte de su sueldo o ganancias en comprar bebidas, mientras que su familia pasa hambre y necesidad.


Hemos tenido la triste experiencia de ver niños harapientos o simplemente que no tienen un vestido o calzado decente para ponerse o un juguete para entretenerse, mientras que su padre se lo gasta todo en la cantina.


Desdichadamente, a veces sucede que no solo el padre, sino también la madre, ha sido presa de las horrendas garras del vicio, trayendo como consecuencia situaciones aún más trágicas para el hogar.


En cuanto al orden moral, sabemos que el vicio del alcohol o a veces el simple uso eventual en forma abusiva de esta sustancia tan dañina, lleva a las personas a convertirse en objeto de la expectación y la burla. Mientras que otras son afectadas por desórdenes morales más graves aún, como el adulterio, la fornicación y en ocasiones hasta el hurto, para poder suplir las exigencias económicas del vicio. Y en muchos de los casos se generan pleitos, enemistades y hasta homicidios.


El consumo excesivo del alcohol puede causar, además, graves problemas al organismo humano, hasta llevarlo a la enfermedad y a veces hasta la muerte.

Pero además de esto, según los datos aportados por las agencias de noticias internacionales de la actualidad, son alarmantes los casos de accidentes automovilísticos causados por personas negligentes conduciendo en estado de embriaguez.


No obstante, lo más grave del caso desde el punto de vista de la fe cristiana, es que las Sagradas Escrituras declaran una triste esperanza para los borrachos. Al respecto consideremos lo que nos dice el pasaje siguiente:


51Primera de Corintios capítulo 6: versículos 9 y 10: "¿No sabéis que los injustos no poseerán el reino de Dios? No erréis, que ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10Ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los robadores, heredarán el reino de Dios."


Además de este pasaje bíblico existen otros, en los cuales se deja ver que la relación con este vicio es una conducta fuertemente reprobada por Dios.

Veamos al respecto lo que nos dicen los pasajes siguientes:


51Proverbios capítulo 20: versículos 1: "El vino es escarnecedor, la cerveza alborotadora; Y cualquiera que por ello errare, no será sabio."


51Isaías capítulo 5: versículo 11: "¡Ay de los que se levantan de mañana para seguir la embriaguez; que se están hasta la noche, hasta que el vino los enciende!"


En 51Romanos capítulo 13: versículos 13 y 14 el apóstol Pablo nos sugiere que andemos como de día, honestamente: no en glotonerías y borracheras, no en lechos y disoluciones, no en pendencias y envidia: Mas vestíos del Señor Jesucristo, y no hagáis caso de la carne en sus deseos.


A la iglesia de los gálatas les dice según 51Gálatas capítulo 5: versículos 19 al 21, que las obras de la carne, son: adulterio, fornicación, inmundicia, disolución, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, banqueteos, y cosas semejantes a estas: de las cuales os denuncio, como ya os he anunciado, que los que hacen tales cosas no heredarán el reino de Dios.


El tabaco es igualmente una sustancia adictiva. Es lamentable ver a personas dominadas por este vicio, que prefieren gastar el único recurso económico que tienen a la mano en dicho producto, aunque no puedan comprar alimentos para ellos o para sus hijos. El vicio los domina en extremo, se convierte en su consumo de preferencia.


Hemos visto a muchas personas que, en su juicio cabal, bajo la influencia del vicio del tabaco, viven pidiéndole a los demás, como unos pobres mendigos; mientras que a otros los hemos visto metidos en los depósitos de la basura, frente a una fábrica de cigarros, recogiendo los rastrojos o disimuladamente recogiendo colillas del suelo por no robar, como hacen algunos jóvenes y adultos cuando comienzan a ser dominados por el vicio miserable y no tienen recursos para satisfacerlo.


Esta adicción es, además, gravemente perjudicial a la salud, y puede producir no solo enfermedades sino aun ocasionar la muerte.


Ahora bien, ¿cuánto pudiéramos decir de las drogas terribles que tienen embargados en el caos y la desgracia a miles y miles de personas de todas las edades?


Aunque otros males pudiera enumerar como causa de los vicios, siempre nos encontraremos con personas que justifican su pobre e inadecuada conducta, y manifiestan que ninguna de estas consecuencias los ha afectado a ellos. No obstante, aunque fuera cierto, estas personas han servido de ejemplo para que otros se hayan sometido a los vicios y hayan sido alcanzados por tales efectos. Lo cual constituye una razón más para que el creyente fiel se mantenga apartado de los vicios. Vea un importante video alusivo al tema. Solo toque este enlace.


LECCIÓN No. 70 DIVERSIONES MUNDANALES


Al tratar acerca de este tema, como dijera en el caso anterior, no lo hago de ninguna manera con la pretensión de juzgar a las personas que practican las diversiones mundanales, porque el propósito de la santa doctrina no es el de juzgar a las almas, sino el de mostrarles el sendero de la salvación y la vida eterna. Mi noble propósito es más bien, que nuestros lectores conozcan las razones por las cuales los creyentes fieles debemos abstenernos de compartir con tales medios de diversión.


Al iniciar nuestro estudio debo aclarar que, en las Escrituras del Nuevo Testamento, se usa frecuentemente el término mundo como una referencia a los pecadores en sus costumbres y su reprobada conducta.


Al hacer referencia a las diversiones mundanales, quiero especificar también, que toda práctica o deseos impuros propios del mundo, son reprobados por la Palabra de Dios, y el creyente fiel y verdadero debe estar completamente apartado de esas cosas y de todo tipo de relación que pueda comprometerlo a compartir con el mundo en su obstinación a una vida desenfrenada, con relación al pecado. Consideremos lo que nos dicen las Sagradas Escrituras:


51Tito capítulo 2: versículo 12: "Enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo templada, y justa, y píamente."


51Santiago capítulo 1: versículo 27: "La religión pura y sin mácula delante de Dios y Padre es esta: Visitar los huérfanos y las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha de este mundo."


51Santiago capítulo 4: versículo 4: "Adúlteros y adúlteras, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad con Dios? Cualquiera pues que quisiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios."


El apóstol Pedro nos declara en su segunda epístola, según 51Segunda de Pedro capítulo 1: versículo 4, acerca de las preciosas y grandísimas promesas que nos son dadas, para que por ellas fuésemos hechos participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que está en el mundo por concupiscencia.


Así también, el apóstol Juan, según 51Primera de Juan capítulo 2: versículos 14 y 15 se dirige a los padres en su epístola, diciéndoles: Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. También se dirige a los jóvenes: Os he escrito a vosotros, mancebos, porque sois fuertes, y la palabra de Dios mora en vosotros, y habéis vencido al maligno. No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.


Esto no quiere decir de ninguna manera, que el cristiano no tenga derecho a divertirse de una forma sana, participando de ciertos festejos, recreos y entretenimientos.


Es indiscutible que las diversiones son un medio a través del cual las personas logran disipar sus penas y sentirse alegres, alcanzando así cierto grado de felicidad temporal.


La felicidad es una exigencia del alma, un requerimiento de la mente humana, una necesidad de cada persona. Esto se debe, según estudios de la teología, a que el ser humano fue creado para ser feliz, no para la desgracia y el sufrimiento. La mayor evidencia que tenemos de ello consiste, en que toda persona tiene por intuición propia, una tendencia constante a la búsqueda de la felicidad. La felicidad que perdió la raza humana a partir del momento en que el hombre pecó contra Dios, nuestro Creador. Él es la fuente de donde emana la felicidad verdadera. Esta felicidad puede ser alcanzada por los seres humanos según sean sus relaciones con Dios.


Debido a estas razones, el cristiano que ha entendido estas cosas y las ha experimentado encuentra esa felicidad, mediante una comunicación íntima y personal con Dios, en oración, la adoración y la alabanza a su Creador; con una vida rendida en obediencia y santidad a Dios, la cual le proporciona la felicidad necesaria para esta vida temporal y una felicidad perfecta y eterna en el reino de los cielos.


Ahora bien, el pecador impenitente no conoce estas cosas, ni las puede experimentar, por cuanto es rebelde y desleal a los principios de la voluntad divina. Por tal razón, ellos tratan de encontrar esa felicidad a través de otros medios: asistiendo a fiestas, bailes, cabarets, cines, teatros, playas públicas, etc.

El mal del asunto consiste en que, en la mayoría de los casos, el manejo de los vicios y de otras actividades moralmente desordenadas y pecaminosas, tienen una intervención directa y prominente en relación con tales medios de diversión.


Debiera aceptarse que, cualquier festejo puede ser lícito y gozar de la aprobación de Dios, siempre que no haya la intervención de actividades reprobadas según su Santa Palabra. De esta manera, suelen los creyentes fieles celebrar sus festejos.


La Santa Biblia hace referencia a hombres y mujeres santos, que practicaban la danza como un medio de adoración a nuestro Creador, pero lo hacían en una forma reverente y ordenada, con todo el cuidado de no ofenderlo.


El baile mundano, sin embargo, incluye características impugnantes a los principios de la voluntad de Dios debido a que, por lo general, en el mismo se practican actividades indecentes que forman parte de una conducta que Él aborrece. Y cuando más ordenado llegara a ser su carácter, siempre se producen entre hombres y mujeres, acercamientos demasiado tentadores que, según la experiencia, muchos de los casos suelen tener su fin en el pecado del adulterio o la fornicación. Prácticas inmorales, acerca de las cuales ya hemos visto en capítulos anteriores, los funestos resultados que han traído a la humanidad a través de toda su historia, y sabemos, además, la grave sentencia que espera a todos aquellos que las practiquen de manera deliberada.


Así también el cabaret y las discotecas son centros de diversión profanos, donde los actos de inmoralidad son mucho más graves que en las fiestas públicas o familiares.


El cine y el teatro: Estos suelen representar en ocasiones medios de distracción sanos, algunos de carácter instructivo. Sin embargo, por lo general sus presentaciones constituyen una amenaza de destrucción a la moral y los buenos principios de la humanidad. En ellos se perciben constantemente actividades criminales como el homicidio, el hurto, el adulterio, la fornicación, la violencia, el engaño, la traición, el odio y la venganza. Es evidente que estas representaciones ejercen una influencia contagiosa en la mente de la mayoría de sus espectadores, que los incita a ponerlas en práctica en su vida personal. Esto afecta principalmente a los niños y adolescentes, inclinándolos hacia el destino del fracaso definitivo. Es indiscutible, además, aunque a muchos no les preocupe, que esta situación afecta tanto a los espectadores del cine público como a los del cine del hogar presentado a través de la televisión.


Son verdaderamente preocupantes los datos proporcionados por los medios televisivos de los Estados Unidos de América en la década de los años noventa.

Los resultados de una auténtica investigación revelaron que el comportamiento violento de tres de cada cuatro norteamericanos, se debía a los efectos negativos producidos por la televisión.


Playas públicas: Las playas, ríos y lagos están comprendidos entre las maravillas de las creaciones de Dios. Su uso para el recreo físico y mental de sus criaturas es de un valor muy apreciado. Pero lamentablemente, los pecadores los han convertido en centros de expectación de la desvergüenza y la inmoralidad, por la tendencia del nudismo y el uso extremadamente deshonesto del vestuario.


El mundo no se conforma con el sano deleite que le pueda proporcionar el lugar en sí, ellos demandan de esa práctica libertina, en la que se deleitan deliberadamente mediante la codicia del sexo opuesto y la exhibición de una conducta depravada que los guía a la perdición definitiva.


Acerca de este pervertido comportamiento del ser humano, nuestro Señor Jesucristo hizo una radical advertencia, tal como lo expresa el siguiente pasaje bíblico:


51Mateo capítulo 5: versículo 28: "Mas yo os digo, que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón."


El mundo disfruta estos extremos de su comportamiento, pero el creyente verdadero no tiene parte ni suerte en esos deleites profanos de las diversiones mundanales. El creyente fiel debe mantenerse libre de todas esas ataduras, considerando lo que dicen las Sagradas Escrituras acerca de nuestra elección, según la declaración emitida por el apóstol Pedro en 51Primera de Pedro capítulo 2: versículo 9, donde expone: "Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, gente santa, pueblo adquirido, para que anunciéis las virtudes de aquel que os ha llamado de las tinieblas a su luz admirable."


LECCIÓN No. 71 IDOLATRÍA, HECHICERÍA, ENCANTAMIENTO Y ADIVINACIÓN


Advertencias: Evidentemente, para cada una de estas prácticas paganas se registra una réproba de alta gravedad en las Sagradas Escrituras. Veamos en primer lugar las del Nuevo Testamento, según los pasajes siguientes:


Idolatría: 51Gálatas capítulo 5: versículos 19 al 21: "Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, disolución, 20Idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21Envidias, homicidios, borracheras, banqueteos y cosas semejantes a éstas: de las cuales os denuncio, como ya os he anunciado, que los que hacen tales cosas no heredarán el reino de Dios."


51Efesios capítulo 5: versículo 5: "Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es servidor de ídolos, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios."


51Primera de Pedro capítulo 4: versículo 3: "Porque nos debe bastar que el tiempo pasado de nuestra vida hayamos hecho la voluntad de los Gentiles, cuando conversábamos en lascivias, en concupiscencias, en embriagueces, y en abominables idolatrías."


51Hechos capítulo 17: versículo 16: "Y esperándolos Pablo en Atenas, su espíritu se deshacía en él viendo la ciudad dada a idolatría."


Veamos ahora algunos detalles relacionados con la idolatría en el relato de la primera carta del apóstol Pablo a los corintios, según 51Primera de Corintios capítulo 5: versículos 9 al 11 donde les dice que no se envuelvan con los fornicarios: No absolutamente con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o con los idólatras; pues en tal caso os sería menester salir del mundo. Mas ahora os he escrito, que no os envolváis, es a saber, que si alguno llamándose hermano fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón, con el tal ni aun comáis. Además, en 51Primera de Corintios capítulo 6: versículos 9 al 11, les pregunta que si ellos no saben que los injustos no poseerán el reino de Dios. No erréis, les dice, que ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los robadores, heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos: mas ya sois lavados, mas ya sois santificados, mas ya sois justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.


51Apocalipsis capítulo 21: versículo 8: "Mas a los temerosos e incrédulos, a los abominables y homicidas, a los fornicarios y hechiceros, y a los idólatras, y a todos los mentirosos, su parte será en el lago ardiendo con fuego y azufre, que es la muerte segunda."


51Apocalipsis capítulo 22: versículo 15: "Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, y los disolutos, y los homicidas, y los idólatras, y cualquiera que ama y hace mentira."


51Primera de Corintios capítulo 10: versículos 14 y 15: "Por tanto, amados míos, huid de la idolatría. 15Como a sabios hablo; juzgad vosotros lo que digo."


Finalmente, el apóstol Pablo declara una triste y funesta realidad para los idólatras, según el siguiente pasaje:


51Primera de Corintios capítulo 10: versículos 19 al 21: "¿Qué pues digo? ¿Que el ídolo es algo? ¿ó que sea algo lo que es sacrificado a los ídolos? 20Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios: y no querría que vosotros fueseis partícipes con los demonios. 21No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis ser partícipes de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios."


Esta porción bíblica nos lleva a una reflexión realmente preocupante. Es obvio que si el hecho de ofrecer sacrificio a los ídolos, constituye una ofrenda dedicada, no a Dios, sino a los demonios, entonces todo lo relacionado con los ídolos, debe estar lógicamente vinculado también con los demonios. Y cualquiera que tenga un ídolo en su hogar o donde quiera que sea, inconscientemente tiene no un santo ni mucho menos un dios, sino un demonio.


Ahora bien, los próceres de la fe en Jesucristo, han sido catalogados como santos porque verdaderamente lo fueron, pero lamentablemente algunos cristianos los adoran y otros alegan que ellos solo les piden que intercedan ante Dios por ellos. Sin embargo, su relación con los mismos es por medio de un ídolo.


Por lo tanto, la mayoría de los creyentes fieles nos preguntamos, si hay alguna diferencia entre estos y los anteriores a ellos.


Otro de nuestros argumentos es que las Sagradas Escrituras declaran que solo existe un mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo. Y nadie está facultado sobre la tierra para determinar que algún otro ser, ya sea celestial o humano, tome el lugar de Jesucristo como intermediario. ¿Será que los creyentes que adoran a estos ídolos o que simplemente dicen tenerlos como intercesores entre Dios y ellos, estarán apoyados en una verdad extra bíblica? ¿O será que su trato con estos los lleva ciegamente a una tenebrosa relación con los demonios? ¿Por qué no adorar mejor a Dios en espíritu y en verdad, como dicen las Escrituras, y tomar a Jesucristo como nuestro único intermediario entre Dios y nosotros?


Lo cierto es, que la actitud más sabia que pueda tomar cualquier creyente en Jesucristo, es dejarse guiar por las orientaciones de la Santa Biblia, en vez de hacer prevalecer sus criterios personales que le pudieran ocasionar la reprobación definitiva de parte de Dios.


La actitud de reprensión divina hacia la idolatría, se refleja claramente también en las Escrituras del Antiguo Testamento, en las cuales están fundamentados los principios básicos de la doctrina cristiana. Como prueba de ello tenemos la promulgación de los dos primeros mandamientos de Dios, según 51Éxodo capítulo 20: versículos 3 al 6, bien conocidos por nuestros lectores.


Veamos además, otros ejemplos según los pasajes siguientes:


51Habacuc capítulo 2: versículos 18 y 19: "¿De qué sirve la escultura que esculpió el que la hizo? ¿la estatua de fundición, que enseña mentira, para que haciendo imágenes mudas confíe el hacedor en su obra? 19¡Ay del que dice al palo: Despiértate; y a la piedra muda: Levántate! ¿Podrá él enseñar? He aquí él está cubierto de oro y plata, y no hay dentro de él espíritu."


51Salmos 115: versículos 4 al 9: "Sus ídolos son plata y oro, Obra de manos de hombres. 5Tienen boca, mas no hablarán; Tienen ojos, mas no verán; 6Orejas tienen, mas no oirán, Tienen narices, mas no olerán, 7Manos tienen, mas no palparán; Tienen pies, mas no andarán; No hablarán con su garganta. 8Como ellos son los que los hacen; Cualquiera que en ellos confía. 9Oh Israel, confía en Jehová"...


Hechicerías: En la carta a los gálatas nos encontramos una vez más con las deliberaciones del apóstol Pablo, que en este caso, según 51Gálatas capítulo 5: versículos 19 al 21 lo usamos para resaltar el tema de la hechicería, donde el Apóstol dice que las obras de la carne son: adulterio, fornicación, inmundicia, disolución, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, banqueteos y cosas semejantes a éstas: de las cuales os denuncio, como ya os he anunciado, que los que hacen tales cosas no heredarán el reino de Dios.


Tomemos en consideración, además, los siguientes cuatro pasajes de las Escrituras, según el libro de Apocalipsis:


51Apocalipsis capítulo 9: versículo 21: "Y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos."


51Apocalipsis capítulo 18: versículo 23: "Y luz de antorcha no alumbrará más en ti; y voz de esposo ni de esposa no será más en ti oída; porque tus mercaderes eran los magnates de la tierra; porque en tus hechicerías todas las gentes han errado."


51Apocalipsis capítulo 21: versículo 8: "Mas a los temerosos e incrédulos, a los abominables y homicidas, a los fornicarios y hechiceros, y a los idólatras, y a todos los mentirosos, su parte será en el lago ardiendo con fuego y azufre, que es la muerte segunda."


51Apocalipsis capítulo 22: versículo 15: "Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, y los disolutos, y los homicidas, y los idólatras, y cualquiera que ama y hace mentira."


Encantamientos: 51Hechos capítulo 13 versículos 7 al 12: "El cual estaba con el procónsul Sergio Paulo, varón prudente. Este, llamando a Bernabé y a Saulo, deseaba oír la palabra de Dios. 8Mas les resistía Elimas el encantador (que así se interpreta su nombre), procurando apartar de la fe al procónsul. 9Entonces Saulo, que también es Pablo, lleno del Espíritu Santo, poniendo en él los ojos, 10Dijo: Oh, lleno de todo engaño y de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de toda justicia, ¿no cesarás de trastornar los caminos rectos del Señor? 11Ahora pues, he aquí la mano del Señor es contra ti, y serás ciego, que no veas el sol por tiempo. Y luego cayeron en él obscuridad y tinieblas; y andando alrededor, buscaba quién le condujese por la mano. 12Entonces el procónsul, viendo lo que había sido hecho, creyó, maravillado de la doctrina del Señor."


Adivinación: 51Hechos capítulo 16: versículos 16 al 18: "Y aconteció, que yendo nosotros a la oración, una muchacha que tenía espíritu pitónico, nos salió al encuentro, la cual daba grande ganancia a sus amos adivinando. 17Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Alto, los cuales os anuncian el camino de salud. 18Y esto hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en la misma hora."


La práctica de la hechicería, el encantamiento y la adivinación son también fuertemente reprobadas en las Escrituras del Antiguo Testamento. Según 51Deuteronomio capítulo 18: versículos 9 al 13, Dios les advierte a los hijos de Israel por medio de Moisés, que cuando hubieren entrado en la tierra que Jehová su Dios les daba, no aprenderían a hacer según las abominaciones de aquellas gentes: No sea hallado en ti quien haga pasar su hijo o hija por el fuego, ni practicante de adivinaciones, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni fraguador de encantamientos, ni quien pregunte a pitón, ni mágico, ni quien pregunte a los muertos. Porque es abominación a Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios las echó de delante de ti. Perfecto serás con Jehová tu Dios.


En 51Levítico capítulo 19: versículo 31 les dice que no se vuelvan a los encantadores y a los adivinos: no los consultéis ensuciándoos con ellos: Yo Jehová vuestro Dios. Asimismo, en 51Éxodo capítulo 22: versículo 18, Dios les ordena diciendo que a la hechicera no dejen que viva.


A través del profeta Malaquías, Dios le dice al pueblo de Israel, según 51Malaquías capítulo 3: versículo 5: que se allegaría a ellos a juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros, y contra los que juran mentira, y los que detienen el salario del jornalero, de la viuda, y del huérfano; y los que hacen agravio al extranjero, no teniendo temor de mí; dice Jehová de los ejércitos.


LECCIÓN No. 72 EL HOGAR CRISTIANO


El hogar de los creyentes en Jesucristo debe caracterizarse de manera singular entre los demás. En él debe dejarse sentir una influencia palpable de las virtudes que embellecen la vida y la conducta de las personas que lo componen. El ambiente que reine en el hogar deberá influir de manera esencial en el carácter de la familia y en la vida moral y espiritual futura de los niños y adolescentes.


Es evidente que un elevado nivel de cultura en la familia puede influir mucho en beneficio del hogar, pero lo que mayor bendición pueda aportar para la familia es la práctica de una vida regenerada por el evangelio de Jesucristo y la obediencia a la Palabra de Dios.


La Santa Biblia abunda en numerosos consejos y orientaciones que contribuyen de manera especial a nuestro beneficio en todos los aspectos de la vida. Cada uno de ellos debe ser acatado como una orden de parte de Dios para sus hijos, para evitar los graves fracasos que nos trae por consecuencia el hecho de ignorarlos o pasarlos por alto. En lo que respecta al hogar de los creyentes, consideremos a continuación las diferentes órdenes referidas según las citas bíblicas expuestas:


Orden de Dios para los cónyuges: 51Primera de Corintios capítulo 11: versículo 3: "Mas quiero que sepáis, que Cristo es la cabeza de todo varón; y el varón es la cabeza de la mujer; y Dios la cabeza de Cristo."


51Efesios capítulo 5: versículos 22 al 24: "Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor. 23Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia y él es el que da la salud al cuerpo. 24Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén á sus maridos en todo."


51Tito capítulo 2: versículos 3 al 5: "Las viejas, asimismo, se distingan en un porte santo; no calumniadoras, no dadas a mucho vino, maestras de honestidad: 4Que enseñen a las mujeres jóvenes a ser prudentes, a que amen a sus maridos, a que amen a sus hijos, 5A ser templadas, castas, que tengan cuidado de la casa, buenas, sujetas a sus maridos; porque la palabra de Dios no sea blasfemada."


El apóstol Pedro, después de haber hecho su exhortación correspondiente a las esposas, se dirige también a los esposos, según 51Primera de Pedro capítulo 3: versículo 7, diciéndoles: Vosotros maridos, semejantemente, habitad con ellas según ciencia, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a herederas juntamente de la gracia de la vida; para que vuestras oraciones no sean impedidas.


En 51Efesios capítulo 5: versículos 25, 28 y 33, el apóstol Pablo les dice a los maridos: Amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó así mismo por ella. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Cada uno empero de vosotros de por sí, ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer reverencie a su marido.


Veamos otra importante recomendación del apóstol Pablo para los cónyuges, según 51Primera de Corintios capítulo 7: versículos 4 y 5, donde nos dice según su deliberación, que la mujer no tiene potestad de su propio cuerpo, sino el marido: y tampoco el marido tiene potestad de su propio cuerpo, sino la mujer. Y les recomienda que no se defrauden el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparse en la oración: y volved a juntaros en uno, porque no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.


Según la determinación que dan a entender las Sagradas Escrituras en estos pasajes, el hombre es ordenado como la cabeza de la familia, el principal. Su esposa debe estar sujeta a él, amarlo y respetarlo. El hombre, sin embargo, tiene que mantener su dignidad sobre tales privilegios. Debe no solo amar y tratar bien a su esposa, sino también representarla dignamente, honrarla y protegerla en todos los órdenes, socorriendo todas las necesidades del hogar que estén a su alcance. Enalteciendo también su matrimonio y su familia, mediante una conducta intachable.


Orden de Dios para los padres: De igual manera, los padres están en el deber de amar a sus hijos, tratarlos con cariño y con ternura, protegerlos y suplirles todas sus necesidades. Es un honorable deber de los padres también, educar a sus hijos en los aspectos moral y espiritual, así como en el orden intelectual y laboral. De manera que estos logren llegar a ser útiles, tanto al hogar como a la sociedad.


Con respecto a la orden de Dios emitida para los padres, tomemos en consideración los siguientes pasajes de las Escrituras:


51Colosenses capítulo 3: versículo 21: "Padres, no irritéis a vuestros hijos, porque no se hagan de poco ánimo."


51Efesios capítulo 6: versículo 4: "Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos; sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor."


51Proverbios capítulo 22: versículo 6: "Instruye al niño en su carrera: Aun cuando fuere viejo no se apartará de ella."


Es un deber de los padres, además, amonestar y disciplinar a sus hijos, si anduvieran por malos caminos. Al respecto consideremos la actitud de Dios, según el pasaje bíblico siguiente:


51Primera de Samuel capítulo 3: versículos 12 y 13: "Aquel día yo despertaré contra Eli todas las cosas que he dicho sobre su casa. En comenzando, acabaré también. 13Y mostraréle que yo juzgaré su casa para siempre, por la iniquidad que él sabe; porque sus hijos se han envilecido, y él no los ha estorbado."


Es lamentable que haya padres que no solo toleran la mala conducta de sus hijos, sino que algunos hasta los apoyan y tratan de excusarlos cuando deliberadamente viven engañando a los demás y pisoteando la buena fe de las personas honestas. Y luego no quieren darse cuenta que son ellos los culpables de las consecuencias que sufren sus hijos, cuando se hallan viviendo en condiciones tan indignas y deplorables, social y moralmente como las de los más viles pecadores.


¡Cuidado, padres! porque Dios no puede ser burlado y según el pasaje citado al que trate de encubrir el pecado o la mala conducta de sus hijos, su castigo no se hace esperar.


Orden de Dios para los hijos: Aunque en el comentario del quinto mandamiento contenido en este tratado, aparece la idea en forma más explícita con respecto a este tema, no obstante, trataré nuevamente el asunto como un complemento de gran importancia para el enriquecimiento del mismo.


En relación a la orden de Dios para los hijos, consideremos lo que dicen los siguientes pasajes de las Escrituras:


51Efesios capítulo 6: versículos 1 al 3: "Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres; porque esto es justo. 2Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa, 3Para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra."


51Colosenses capítulo 3: versículo 20: "Hijos, obedeced a vuestros padres en todo; porque esto agrada al Señor."


Recordemos siempre que el amor, el respeto y la obediencia son tres características que ineludiblemente debe poseer todo hijo que quiera honrar a sus padres. Es un deber sagrado de los hijos, además, cuidar de los padres en su vejez o enfermedad, así como suplirles sus necesidades si la situación lo llegara a requerir.


Consideremos algunos consejos más de las Sagradas Escrituras, relacionados con la orden de Dios para los hijos:


51Primera de Timoteo capítulo 5: versículo 4: "Pero si alguna viuda tuviere hijos, o nietos, aprendan primero a gobernar su casa piadosamente, y a recompensar a sus padres: porque esto es lo honesto y agradable delante de Dios."


51Proverbios capítulo 1: versículos 8 al 10: "Oye, hijo mío, la doctrina de tu padre, Y no desprecies la dirección de tu madre: 9Porque adorno de gracia serán a tu cabeza, Y collares a tu cuello. 10Hijo mío, si los pecadores te quisieran engañar, No consientas."


51Proverbios capítulo 23: versículo 22: "Oye a tu padre, a aquel que te engendró; Y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies."


En 51Proverbios capítulo 19: versículo 26 dice que el que roba a su padre y ahuyenta a su madre, hijo es avergonzador y deshonrador. También 51Proverbios capítulo 20: versículo 20 advierte a los hijos diciendo que, el que maldice a su padre o a su madre, su lámpara será apagada en oscuridad tenebrosa. Así mismo, en 51Proverbios capítulo 10: versículo 1 declara que, el hijo sabio alegra al padre, el hijo necio es tristeza de su madre.


El hijo sabio es aquel que honra a sus padres, les obedece y acata sus consejos y enseñanzas; mientras que el hijo necio hace todo lo contrario.


LECCIÓN No. 73 LA SANTA COMUNIÓN O CENA DEL SEÑOR


Cuando Dios sacó con mano fuerte a los hijos de Israel de la esclavitud de Egipto, estableció la fiesta de la Pascua de Jehová, en el día 14 del mes del Abib, la cual ellos debían celebrar fielmente cada año en esa misma fecha. En esa celebración, cada familia del pueblo de Dios debía sacrificar un cordero, asarlo y consumirlo, condicionados a una serie de normas especificadas en 51Éxodo capítulo 12: versículos 1 al 40 y capítulo 13: versículos 3 al 10.


Este cordero, según lo demuestran las Sagradas Escrituras, prefiguraba a Cristo, quien es el Cordero de Dios que habría de ser inmolado por la humanidad. Véase 51Juan capítulo 1: versículos 29, 36 y 37; 51Primera de Pedro capítulo 1: versículos 19 y 20; y 51Apocalipsis capítulo 5: versículo 12.


Según lo declara el pasaje que citaremos a continuación, fue la tarde de la celebración de esta fiesta precisamente, alrededor de 1, 490 años después de su institución, cuando Jesucristo se reunió a cenar por última vez con sus discípulos, donde les dejó el legado de una nueva conmemoración. Al respecto tomemos en consideración lo que nos dice el pasaje bíblico siguiente:


51Mateo capítulo 26: versículos 17 al 20 y 26 al 28: "Y el primer día de la fiesta de los panes sin levadura, vinieron los discípulos a Jesús, diciéndole: ¿Dónde quieres que aderecemos para ti para comer la pascua? 18Y él dijo: Id a la ciudad a cierto hombre, y decidle: El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa haré la pascua con mis discípulos. 19Y los discípulos hicieron como Jesús les mandó, y aderezaron la pascua. 20Y como fué la tarde del día, se sentó a la mesa con los doce. 26Y comiendo ellos, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dió a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed: esto es mi cuerpo. 27Y tomando el vaso, y hechas gracias, les dio, diciendo: Bebed de él todos; 28Porque esto es mi sangre del nuevo pacto, la cual es derramada por muchos para remisión de los pecados."


Este pasaje se refiere al primer día de la fiesta de los panes sin levadura (la Pascua judía), en relación con la última cena del Señor con sus discípulos. Aunque un análisis generalizado del tema, apunta no al primer día, sino más bien al día anterior. Un indicio de ello lo encontramos en la narración del apóstol Juan, en el capítulo 13 de su libro. En el versículo 1 nos dice: “Antes de la fiesta de la Pascua”… Y en el versículo 2 continúa su relato diciendo: Y la cena acabada… El caso es que, según lo establece la Ley en Levítico capítulo 23 versículos 5 al 7, el día siguiente al de la Pascua debía ser sábado, en este caso, sábado pascual; sin importar con cuál día de la semana coincidiera. Y según el contexto del relato, el día siguiente de su crucifixión fue sábado pascual, por cuanto, según las estadísticas, sabemos que no era el sábado tradicional. Lo que ofrece claras evidencias, de que su crucifixión se llevó a efecto el día de la Pascua. Por lo tanto, la última cena con sus discípulos, debió ser la noche anterior, que, según el calendario hebreo, correspondía al día 14 del mes relacionado con esta festividad. Quizás por eso, los otros evangelistas hacen alusión “al día de la Pascua”. Pero lo cierto es, que el relato de los cuatro evangelios describe los elementos de aquella memorable cena, como pan y vino, sin nada que ver con el cordero pascual que según la ordenanza divina debía comerse con hierbas amargas.


En los siglos siguientes la Iglesia llamó esta celebración, la Santa Cena, Santa Comunión o Cena del Señor, denominada, además, como la eucaristía, del 1griego “eucaristía”: acción de gracias. La misma llegó a ser considerada como un típico acto de agradecimiento. Mediante su celebración se suele hacer recordación de la muerte Cristo, a través de la cual se llevó a efecto el sacrificio expiatorio por el pecado de la humanidad, abriéndonos así la puerta de su gracia divina para salvación y vida eterna.


El acto simbólico en el que el Señor partió el pan y les dio a sus discípulos diciendo: Comed: esto es mi cuerpo, y dándoles la copa con el vino les dijo: Bebed de él todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, fue definido por la Iglesia del siglo IV y confirmado en el Concilio de Trento, bajo el concepto de la transubstanciación. Consiste en la idea de la conversión del cuerpo y la sangre de Cristo, en el pan y el vino. No obstante, la mayoría de las Iglesias de la actualidad lo entienden solo como un acto simbólico.


Ahora bien, con referencia a la celebración de esta cena sugerida por el Señor, el apóstol Pablo nos dice lo siguiente:


51Primera de Corintios capítulo 11: versículos 23 al 32: "Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fué entregado, tomó pan; 24Y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed: esto es mi cuerpo que por vosotros es partido: haced esto en memoria de mí. 25Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre: haced esto todas las veces que bebiereis, en memoria de mí. 26Porque todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que venga. 27De manera que, cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. 28Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así de aquel pan, y beba de aquella copa. 29Porque el que come y bebe indignamente, juicio come y bebe para sí, no discerniendo el cuerpo del Señor. 30Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros; y muchos duermen. 31Que si nos examinásemos a nosotros mismos, cierto no seríamos juzgados. 32Mas siendo juzgados, somos castigados del Señor, para que no seamos condenados con el mundo."


Es un hecho conocido históricamente por las Escrituras que la Iglesia primitiva celebró siempre esta conmemoración de la Cena del Señor. La mayoría de las Iglesias en la actualidad celebran aun esta festividad, algunas en la fecha que lo hizo Jesús con sus discípulos; pero otras a su mejor parecer.


LECCIÓN No. 74 UN EJEMPLO DE HUMILDAD


Después de terminada la cena con sus discípulos, según el tema anterior, el Señor Jesús hizo un gesto de demostración de amor y gran humildad con cada uno de ellos, con lo cual les dejó un extraordinario ejemplo antes de su partida.

Consideremos el siguiente pasaje de las Escrituras:


51Juan capítulo 13: versículos 2 al 15: "Y la cena acabada, como el diablo ya había metido en el corazón de Judas, hijo de Simón Iscariote, que le entregase, 3Sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las manos, y que había salido de Dios, y a Dios iba, 4Levántase de la cena, y quítase su ropa, y tomando una toalla, ciñóse. 5Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a limpiarlos con la toalla con que estaba ceñido. 6Entonces vino a Simón Pedro; y Pedro le dice: ¿Señor, tú me lavas los pies? 7Respondió Jesús, y díjole: Lo que yo hago, tú no entiendes ahora; mas lo entenderás después. 8Dícele Pedro: No me lavarás los pies jamás. Respondióle Jesús: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo. 9Dícele Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, mas aun las manos y la cabeza. 10Dícele Jesús: El que está lavado, no necesita sino que lave los pies, mas está todo limpio: y vosotros limpios estáis, aunque no todos; 11Porque sabía quién le había de entregar; por eso dijo: No estáis limpios todos. 12Así que, después que les hubo lavado los pies, y tomado su ropa, volviéndose a sentar a la mesa, díjoles: ¿Sabéis lo que os he hecho? 13Vosotros me llamáis, Maestro, y, Señor: y decís bien; porque lo soy. 14Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavar los pies los unos a los otros. 15Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis."


La antigua práctica de lavarles los pies a ciertas personas es un hecho circunstancial, bien conocido en el relato bíblico del Antiguo Testamento.


Según los informes que tenemos, el lavamiento de pies era un acto de cortesía y buen recibimiento en aquella época a las buenas amistades y personas distinguidas, debido a las circunstancias en que no existían las carreteras pavimentadas ni el sistema de transportación de nuestros tiempos y la gran mayoría de las personas tenían que andar a pie constantemente y por lo general, recorrer las distancias que fueran necesarias. Y en tales condiciones, cuando no abundaba el polvo, era demasiado el lodo, por lo que normalmente al llegar al lugar de destino lo más que se sufría era de cansancio en los pies. Debido a ello, una buena lavada resultaba muy confortable y era de agradecerse mucho y de valorar el aprecio que se le demostraba con tan generoso gesto. No obstante, se dice que las personas que tenían criados solían asignarle este trabajo al inferior entre ellos por considerarse un trabajo humillante.


Jesucristo, sin embargo, siendo el Maestro y Señor, lejos de tomarlo como un acto de humillación para sí, lo hizo más bien como un gesto de espontaneidad y de profundo amor. Con lo cual, dejaría un significativo y humilde ejemplo de amor fraternal para sus seguidores a través de la historia. Pues si siendo Él Señor y Maestro había lavado los pies a sus discípulos, incluyendo a Judas Iscariote quien sabía muy bien que había de entregarle, ellos también debían estar dispuestos a lavarse los pies, los unos a los otros. No solo en momentos de tan alta emoción como aquel, sino también en las circunstancias más controversiales, cuando estuvieran gozando de sus rangos como apóstoles de la Iglesia o como obispos, diáconos y pastores. Ellos debían también lavar los pies, no solo a sus familiares y amigos o a sus compañeros de rango, sino aun a los más insignificantes discípulos o integrantes de la Iglesia, aunque por alguna razón no fueran para algunos de ellos de su mayor simpatía.


Asimismo, todo cristiano que haya sido iluminado con el glorioso evangelio de salvación, debe estar dispuesto, no solamente a cumplir con humildad este mandato del Señor, sino que debe hacerlo con un profundo sentido del amor fraternal, aunque en la actualidad esta práctica haya tomado un carácter simplemente simbólico.


En este caso también, la mayoría de la Iglesias cristianas hacen uso práctico de este acto, regularmente después de terminada la celebración de la Santa Cena como lo hizo Jesús.


LECCIÓN No. 75 ACERCA DEL DIEZMO


Bosquejo: Dios exigió el diezmo de su pueblo escogido para el sustento de los sacerdotes que ministraban la religión oficialmente establecida por su propia disposición, según el Antiguo Pacto. Pero habiendo quedado tal sacerdocio sin efecto, por cuanto el templo fue destruido por los romanos en el año 70 d. C. dejando en cesación los sacrificios de animales y toda actividad sacerdotal. Habiendo sido instituido Jesucristo como único sacerdote para siempre, conforme al orden de Melchîsedech, según el Nuevo Pacto, o el pacto renovado, sus seguidores pasaron a representar la religión oficialmente establecida por designio divino. Por lo cual, procedieron a asumir todos los derechos y deberes que les fueron conferidos como integrantes de la nueva dispensación. Entre ellos, el de recibir el diezmo para el sostenimiento de sus ministros y para el empleo sagrado de la obra misionera en sentido general, aunque en los primeros tres siglos no se hizo alusión al mismo. Vea los detalles en el desarrollo del tema.


Según los datos bíblicos se conoce como diezmos, la décima parte de los frutos de la tierra, que daban los fieles a los dirigentes de la religión judía, tradicionalmente conocida como el judaísmo.


El diezmo incluía, además, la décima parte del ganado, el aceite y el vino que los mismos judíos fabricaban. Este tenía un carácter sagrado debido a su empleo para la alimentación de los que ministraban en el templo.

Consideremos los pasajes bíblicos siguientes:


51Levítico capítulo 27: versículos 30 y 32: "Y todas las décimas de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová son: es cosa consagrada a Jehová. 32Y toda décima de vacas o de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara, la décima será consagrada a Jehová."


51Números capítulo 18: versículos 21 y 24: "Y he aquí yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del tabernáculo del testimonio. 24Porque a los levitas he dado por heredad los diezmos de los hijos de Israel, que ofrecerán a Jehová en ofrenda"...


51Nehemías capítulo 13: versículo 12: "Y todo Judá trajo el diezmo del grano, y del vino y del aceite, a los almacenes."


La tercera parte de los diezmos: Además de los detalles reflejados en estos pasajes, la ley del diezmo, según 51Deuteronomio capítulo 14: versículos 22 al 29, estipula que cada año cuando el diezmador fuera a ofrecer sus tributaciones al templo, él y su familia debían regocijarse en la participación de una espléndida cena proveniente de sus propios diezmos, en la que podían disfrutar también del uso de su propio vino, su sidra y de todo lo que deseara su alma.

Pero lo más relevante en este pasaje consiste en el hecho de que, cada tercer año estos beneficios en vez de ser llevados al templo, debían quedarse en sus propias poblaciones y ser usados en su totalidad para dar de comer a los extranjeros, los huérfanos, las viudas y a los levitas que vivieran entre ellos. De esta manera el diezmo constituye también una razón de regocijo y de provisión para los pobres que residan dentro del pueblo de Dios.


El diezmo de los diezmos: La mayor evidencia de la naturaleza sagrada de los diezmos, consiste en que la décima parte de estos tenía que ser ofrecida en ofrenda a Dios. Consideremos al respecto lo que dice el siguiente pasaje de las Escrituras:


51Números capítulo 18: versículos 25 al 28: "Y habló Jehová a Moisés, diciendo: 26Así hablarás a los levitas, y les dirás: Cuando tomareis de los hijos de Israel los diezmos que os he dado de ellos por vuestra heredad, vosotros presentaréis de ellos en ofrenda mecida a Jehová el diezmo de los diezmos. 27Y se os contará vuestra ofrenda como grano de la era, y como acopio del lagar. 28Así ofreceréis también vosotros ofrenda a Jehová de todos vuestros diezmos que hubiereis recibido de los hijos de Israel; y daréis de ellos la ofrenda de Jehová a Aarón el sacerdote."


Entiéndase que los levitas eran los descendientes de la tribu de Leví, una de las doce tribus que componían el pueblo de Israel. Israel era Jacob, hijo de Isaac, el cual era hijo de Abraham, el elegido de Dios (alrededor de 2060 a. C.), quien recibió grandes promesas divinas. Jacob tuvo doce hijos, cada uno de los cuales fue cabeza de la tribu de sus propios descendientes. Cada una de estas tribus ha llevado siempre el nombre de su propio patriarca. Los descendientes de la tribu de Leví, fueron elegidos por Dios para ministrar en los servicios del templo bajo la administración del sumo sacerdote, el cual era también levita.


Al ser elegidos y consagrados para ministrar en los servicios exclusivos del templo, no tenían tiempo para atender ningún otro negocio, ni les era permitido tampoco. Por esta razón no poseían otra heredad, sino la que Dios mismo les asignó: los diezmos que Él demandaba de su pueblo. No obstante, ellos mismos tenían que diezmar de estos impuestos que recibían y ofrecerlos a Dios en ofrenda. Esto le da un reflejo de mayor relevancia al mandamiento y nos proporciona un concepto más elevado del carácter sagrado del mismo.


El aporte de los diezmos para el antiguo sacerdocio judío, es un mandamiento muy bien especificado en las Escrituras del Antiguo Testamento. El hecho de desobedecerlo acarreaba maldición y ruina, mientras que para los fieles obedientes Dios prometió abundantes bendiciones.


Consideremos al respecto lo que nos dice el profeta Malaquías:


51Malaquías capítulo 3: versículos 8 al 12: "¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? Los diezmos y las primicias. 9Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. 10Traed los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y vaciaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. 11Increparé también por vosotros al devorador, y no os corromperá el fruto de la tierra; ni vuestra vid en el campo abortará, dice Jehová de los ejércitos. 12Y todas las gentes os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos."


Trascendencia del diezmo: Aunque el diezmo se constituyó en un mandamiento de la ley de Dios escrita, no obstante, el mismo tiene una trascendencia de carácter espontáneo entre los patriarcas hebreos. Al respecto consideremos la actitud de Abram y de Jacob, según lo expresan los siguientes pasajes bíblicos:


51Génesis capítulo 14: versículos 18 al 20: "Entonces Melchîsedech, rey de Salem, sacó pan y vino; el cual era sacerdote del Dios alto; 19Y bendíjole, y dijo: Bendito sea Abram del Dios alto, poseedor de los cielos y de la tierra; 20Y bendito sea el Dios alto, que entregó tus enemigos en tu mano. Y dióle Abram los diezmos de todo."


51Génesis capítulo 28: versículos 20 al 22: "E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir, 21Y si tornare en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios, 22Y esta piedra que he puesto por título, será casa de Dios: y de todo lo que me dieres, el diezmo lo he de apartar para ti."


Jesucristo hizo referencia al diezmo con carácter de aprobación, por cuanto era un mandamiento de la ley que cumplía un objetivo indispensable para el sacerdocio judío que todavía mantenía su vigencia para los efectos divinos:


51Mateo capítulo 23: versículo 23: "¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejasteis lo que es lo más grave de la ley, es a saber, el juicio y la misericordia y la fe: esto era menester hacer, y no dejar lo otro."


LA IGLESIA CRISTIANA Y EL DIEZMO


Aunque sabemos que el orden sacerdotal judío había quedado sin efecto, tal como lo expuse en el bosquejo al inicio del tema, es importante notar que, en el período histórico comprendido en el relato del Nuevo Testamento, no encontramos rasgo alguno que confirme la adopción de este mandamiento por parte de la Iglesia, debido a que el relato fue concluido antes de la destrucción del templo, y el concepto predominante era que, aquel legado había sido dado solo para el judaísmo. De manera que, después de la destrucción del templo y la cesación de las funciones sacerdotales, se asume que la práctica de este reglamento debía quedar también sin efecto, por cuanto había perdido el sentido de su aplicación.


Sin embargo, según el 65relato histórico del siglo segundo antes de Cristo, la mayoría de los rabinos, en oposición a la nueva administración del sacerdocio impuesto por los macabeos, se crearon sinagogas y decidieron que el diezmo se quedara en la comunidad permanentemente en lugar de cada tres años como estaba establecido.


Ahora bien, la experiencia ha puesto claramente al descubierto que toda organización social necesita de ciertos recursos financieros para poder subsistir como tal. Evidentemente, la Iglesia cristiana por las características de su estructura administrativa, es una de las que con mayor necesidad requiere de ello, por lo cual conocemos según el reflejo histórico del Nuevo Testamento, las colectas de las ofrendas de amor para los santos, llevadas a cabo inicialmente por el apóstol Pablo.


Pero siguiendo los pasos de la historia encontramos que muy pronto los dirigentes de la Iglesia optaron por un sistema más eficiente y mejor organizado, al recordar el antiguo mandato que había dado Dios al pueblo judío con respecto a los diezmos, el cual tuvieron a bien adoptar alrededor del siglo IV, poniéndolo en vigor entre los sus feligreses.


El diezmo había sido destinado inicialmente para el uso del sacerdocio levítico; un sistema religioso establecido por Dios, como la única religión auténtica, que tenía la misión de darlo a conocer a la humanidad como el Divino Creador en sus relaciones y propósitos de redención para con el hombre. Ellos eran, además, los únicos encargados y autorizados para ejercer la reconciliación del hombre con Dios y propiciarle el perdón de los pecados de manera temporal, mediante el sacrificio y la sangre derramada de corderos, machos cabríos y becerros, e interceder ante Dios por ellos.


Pero, ¿qué había sucedido con esto? Con el cursar de los siglos la Iglesia encontró que aunque Dios no había desechado definitivamente al pueblo judío, sin embargo, basados en la declaración del libro A los Hebreos, según nuestro estudio realizado acerca del Antiguo y Nuevo Pactos, confirmado en 51Hebreos capítulo 10: versículos 4 al 6 y 9 al 14, Dios desechó el sistema ritual de los sacrificios de animales por el pecado y lo sustituyó por el sacrificio de Jesucristo en la cruz, hecho una sola vez y para siempre. Y según lo que nos declara 51Hebreos capítulo 7: versículos 20 y 21, también fue sustituido el sistema sacerdotal, al ser instituido el Cristo como sacerdote para siempre, según el orden de Melchîsedech; todo lo cual fue confirmado por el mismo Señor, según 51Juan capítulo 14: versículo 6, donde dice: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida: nadie viene al Padre, sino por mí”. Véase además, 51Mateo capítulo 21: versículos 42 al 44, con 51Hechos capítulo 4: versículos 11 y 12, lo cual deja del todo claro el concepto de que, la administración del sistema religioso asignada al sacerdocio judío, según el Antiguo Pacto, había quedado sin efecto por designio de Dios y que la responsabilidad del mensaje de salvación y la enseñanza acerca del reino de Dios, le había sido conferida a la la Iglesia de Jesucristo, conforme al concepto adquirido en nuestro estudio.


Por lo tanto, teniendo en cuenta que Abraham, el padre de la fe, le pagó de manera espontánea los diezmos a Melchîsedech, el cual prefiguraba al Cristo, se asume que los cristianos debieran contribuir también de manera espontánea, con el aporte de los diezmos a su congregación, representada por Jesucristo, constituido sacerdote para siempre.


Así también como Jacob, quien le prometió a Dios, que si lo bendecía en aquel viaje, de todo lo que le diera apartaría para él el diezmo.


Evidentemente, en los capítulos que siguen al pasaje de referencia, se puede apreciar cuántas riquezas le dio Dios a Jacob.


Lo más significativo de todo esto es lo que dice Dios a su pueblo por medio del profeta Malaquías: “Traed los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y vaciaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.”


LECCIÓN No. 76 ATAVÍO DE LA MUJER CRISTIANA


La mujer cristiana, así como el hombre, son llamados a practicar una conducta que haga resaltar ante la sociedad los más elevados principios de moralidad.

Convirtiéndose en una lumbrera para el resto de la humanidad.


Debido a estas razones, teniendo en cuenta que la mujer tiene tendencias a la vanidad ilusoria de extremarse en el ornato personal, los apóstoles principales de la Iglesia dieron las recomendaciones expuestas en los siguientes pasajes de las Escrituras:


51Primera de Timoteo capítulo 2: versículos 9 y 10: "Asimismo también las mujeres, ataviándose en hábito honesto, con vergüenza y modestia; no con cabellos encrespados, u oro, o perlas, o vestidos costosos. 10Sino de buenas obras, como conviene a mujeres que profesan piedad."


51Primera de Pedro capítulo 3: versículos 3 y 5: "El adorno de las cuales no sea exterior con encrespamiento del cabello, y atavío de oro, ni en compostura de ropas, 5Porque así también se ataviaban en el tiempo antiguo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, siendo sujetas a sus maridos."


Entre los aspectos que deben caracterizar el atavío de la mujer piadosa, según el primero de estos pasajes, se denotan tres principales: honestidad, vergüenza y modestia. Estos tres aspectos deben tomarse seriamente en consideración para aplicarlos a las diferentes modas en el vestuario de la mujer que profesa piedad. Cualquier moda en la vestimenta de una mujer piadosa, pudiera ser correcta, si no se violan ninguna de estas características.


Los vestidos con escotes muy pronunciados, sin mangas o con mangas abiertas, muy cortos, con aberturas excedidas o muy ajustados al cuerpo; así como los pantalones femeninos, y pantalones cortos (shorts), etc. han sido interpretados siempre por las Iglesias más conservadoras, como una violación al vestuario para la mujer que profesa piedad. Véase 51Deuteronomio capítulo 22: versículo 5.


Las recomendaciones referidas en estos pasajes bíblicos con relación al peinado y los adornos de oro y de perlas, etc. constituyen también una exigencia de la modestia y la honestidad para la mujer que ha creído en Jesucristo.


Nótese que según lo refleja el versículo 5 del segundo de estos pasajes, los apóstoles están tomando el patrón de conducta de las santas mujeres, que en el tiempo antiguo esperaban en Dios.


Hoy en día, sin embargo, es algo muy común que muchas profesantes cristianas, se vistan y complementen su ornato a su mejor parecer, poniendo por excusa que Dios no mira la apariencia externa sino el corazón. Pero lamentablemente no quieren aceptar que Dios no está viendo en ellas un corazón conforme a su voluntad divina, sino en rebeldía y desobediencia a las recomendaciones dadas en su Santa Palabra. Al respecto dice un exaltado pensamiento del apóstol Miguel Rodríguez, uno de los directores de Nuestra Iglesia: “La línea de separación entre el mundo y la Iglesia debe estar bien definida y mantenerse inviolable. Las modas y costumbres de esta sociedad caída no pueden ser las nuestras. ¡Cuidado con el amor y el apego a las cosas terrenas que pronto perecerán!”


Otro aspecto muy importante comprendido en el atavío de la mujer piadosa lo encontramos en el siguiente pasaje bíblico:


51Primera de Corintios capítulo 11: versículos 3 al 7, 10 y 13: "Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo. 4Todo varón que ora o profetiza cubierta la cabeza, afrenta su cabeza. 5Mas toda mujer que ora o profetiza no cubierta su cabeza, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se rayese. 6Porque si la mujer no se cubre, trasquílese también: y si es deshonesto a la mujer trasquilarse o raerse, cúbrase. 7Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón. 10Por lo cual la mujer debe tener señal de potestad sobre su cabeza, por causa de los ángeles. 13Juzgad vosotros mismos: ¿es honesto orar la mujer a Dios no cubierta?"


Algunas iglesias y grupos de creyentes de la actualidad, alegan que el apóstol Pablo aborda este tema para prevenir tanto a los hombres como a las mujeres de la Iglesia de Corinto, de manera que no imitaran las costumbres del paganismo. Porque en los templos paganos de Corinto había una orden sacerdotal representada por homosexuales que se prostituían como un acto sagrado a su dios. Se dice que estos, se dejaban el cabello largo y se cubrían la cabeza con un velo. Asimismo, había una orden de sacerdotisas que ejercían la prostitución sagrada. Estas, en cambio, se rapaban la cabeza y no hacían uso del velo en el ejercicio de sus funciones.


Lo cierto es, que este argumento carece de consistencia ante la declaración de nuestro pasaje. Por cuanto, el versículo 4 dice que, todo varón que ora o profetiza cubierta su cabeza, afrenta su cabeza. Y el versículo 7 revela que esto se debe a que el varón es imagen y gloria de Dios. El Apóstol no dice en ningún momento que el hombre no debe cubrirse la cabeza porque así lo hicieran los homosexuales en el templo pagano de Corinto para consagrarse a su dios mediante sus cultos de prostitución. Parafraseando el texto, lo que dice el Apóstol con toda claridad, es que este no debe cubrirse la cabeza para orar o profetizar, porque si lo hace afrenta a su cabeza jerárquica, que es Jesucristo.

De igual manera, en el versículo 5 dice que la mujer que ora o profetiza no cubierta la cabeza, afrenta su cabeza jerárquica, que es el varón. Y en el versículo 7 confirma que esto se debe a que ella es gloria del varón. [Así como él es gloria de Dios]. Además, el versículo 10 declara que ella debe llevar señal de potestad sobre su cabeza, por causa de los ángeles, [por cuanto ellos son mensajeros de Dios y representantes de su reino]. El apóstol no declara aquí, de ninguna manera, que la mujer debe cubrirse la cabeza para no imitar a las prostitutas sagradas del templo pagano de Corinto, que en vez de cubrirse se rapaban. Si no porque de no cubrirse, afrenta al varón y por ende a los ángeles de Dios.


Según lo declaran las Sagradas Escrituras, la mujer fue creada originalmente por causa del hombre y puesta por disposición divina, según 51Génesis capítulo 3: versículo 16, bajo la potestad del mismo, el cual es imagen y gloria de Dios.


Por lo general, la mujer tiene por intuición propia una tendencia constante a sentirse protegida por el hombre, saber que puede depender de él en cualquier circunstancia, a ser tratada por él como un vaso frágil o como una delicada flor.


Y regularmente, hasta las mujeres más inteligentes y capaces, prefieren un esposo con cualidades intelectuales que sobrepasen las suyas. Estas son evidencias de que la mujer fue creada por Dios con determinadas características naturales, que además de convertirla en una ayuda idónea para el hombre, le permiten depender de él y por ende sujetarse a la apreciada dignidad de su autoridad conferida por el Divino Creador.


El hecho de que la mujer se presente ante Dios con la cabeza cubierta, constituye un símbolo de su aceptación a la predeterminación divina de que ella debe mantenerse bajo la potestad del varón. Por lo cual el versículo 10 de este pasaje dice que ella debe llevar señal de potestad sobre su cabeza, por causa de los ángeles. Porque la mujer cristiana no es una mujer común. Ella es un ser especial, una perla escogida y santificada por Dios para gloria de su santo nombre. Porque Eva, al ser incitada por el tentador, eligió en su libre albedrío comer del fruto prohibido por la presunción de llegar a ser como dioses o igual a Dios. Pero la mujer que ha creído en Jesucristo, poseyendo también la facultad de libre voluntad, ha elegido espontáneamente y por amor, someterse a la soberanía del Reino Divino. Y al llevar la señal de potestad sobre su cabeza, le está demostrando al enemigo de Dios y de nuestras almas, que la mujer redimida por la sangre de Jesucristo y cubierta por el manto de su gracia divina, ha sido capaz de reconocer el señorío del Supremo Creador y decidirse libremente por la obediencia a todos sus preceptos divinos. Y algo muy significativo consiste en el hecho de que la mujer convertida por la fe en Jesucristo. reconozca el privilegio del hombre escogido y santificado por Dios, como el guía o aquel a quien le ha sido conferida autoridad sobre ella. Y lejos de verlo como una condición humillante o de desigualdad entre el hombre y la mujer, lo reconoce más bien como un estatus de alto prestigio y dignidad para sí misma, por su incondicional aceptación de lo predispuesto por Dios.


La práctica del uso del velo por parte de las mujeres que pertenecían al pueblo escogido de Dios, tanto de las casadas como de las solteras, se evidencia en varios pasajes de las Escrituras del Antiguo Testamento. Es bien conocido el caso de Rebeca, según 51Génesis capítulo 24: versículo 65; el de 51Ruth capítulo 3: versículo 15 y otros, acerca de lo cual Pablo tenía un profundo conocimiento; por lo que hace tales declaraciones a la Iglesia de los gentiles, en la que al parecer no predominaba este concepto en forma generalizada.


Consideremos ahora detenidamente el siguiente pasaje:


51Primera de Corintios capítulo 11: versículos 14 y 15: "La misma naturaleza ¿no os enseña que al hombre sea deshonesto criar cabello? 15Por el contrario, a la mujer criar el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello."


La interpretación de la mayoría de las Iglesias cristianas de nuestros tiempos acerca de este pasaje, es que el cabello sustituye al velo y que, por lo tanto, no es necesario que la mujer se cubra la cabeza, ni siquiera para orar o profetizar.


No obstante, con el imparcial objetivo de analizar este tema con un carácter más profundo, para un conocimiento más amplio de los estudiantes, tomaremos en cuenta también, la interpretación de los creyentes más conservadores, según los conceptos expuestos en la siguiente reflexión: Un análisis demasiado superficial acerca de la declaración de este versículo, ha hecho creer a la mayoría de los profesantes de la fe en la actualidad, que el cabello sustituye al velo. Sin embargo, al comparar dicho versículo con el contexto que le precede, nos encontramos con una significativa arbitrariedad, donde se refleja un carácter de inconvergencia con relación a todo lo declarado anteriormente. Por cuanto, primero se denota mucho énfasis en el requerimiento de que la mujer debe cubrirse la cabeza cuando ora o profetiza, porque ella es gloria del varón y por lo tanto debe llevar señal de potestad sobre su cabeza por causa de los ángeles. Y dice, además, que si la mujer no se cubre la cabeza, le es igual que si se trasquilara o se rapara.


Sin embargo, concluye diciendo que en lugar de velo le es dado el cabello, lo cual indica una aparente tentativa de sustitución del velo por el cabello, y refleja, además, un carácter de invalidez total, de todo lo declarado anteriormente.


No obstante, al someter nuestro pasaje a un análisis más profundo, encontramos que, según la declaración del mismo es evidente que el Apóstol está haciendo énfasis, en este caso, en dos requisitos básicos concernientes al atavío de la mujer piadosa, de los cuales podemos tomar en primer lugar la cabellera larga, la cual le es dada en lugar de velo; y en segundo lugar, su marcada insistencia en que la mujer se cubra la cabeza como señal de potestad.

La evidencia de estos detalles nos ofrece los recursos suficientes para la elaboración de un valioso razonamiento catalogado en este caso, como el argumento lógico, al cual podemos acogernos como la única alternativa que nos permite despejar la declaración del versículo en cuestión, de manera que deje de constituir un carácter de contradicción y de anulación total de todo lo que se dice en la contextura del mismo.


Este argumento consiste, por lo tanto, en que la mujer, además de dejarse el cabello largo, debe cubrirse también la cabeza como señal de potestad, pero no necesariamente con un velo, por cuanto la cabellera larga hace las funciones correspondientes al velo, excepto la de mantener su cabeza cubierta, según lo indica el sentido de la lógica a través de la declaración del contenido del tema.

Por lo que pudiera admitirse que se trate del uso de cualquier otro método habitualmente apropiado al caso, como el de una pañoleta o algo semejante que le sirva de cobertor.


Este argumento anula el concepto como tal de que el cabello sustituye definitivamente al velo, desde el punto de vista de cobertura para la cabeza de la mujer. Pues el mismo carece tanto de lógica, como de consistencia. Al respecto tomaremos en consideración algunos razonamientos básicos que nos ayudarán a confirmar esta declaración:


Primer razonamiento: Una reflexión acerca del contexto del pasaje en cuestión, nos permite entender con toda claridad, que el autor del texto original, no tuvo la menor intención de indicar que el cabello sustituya al velo desde el punto de vista de cobertura de la cabeza, ya que el sentido de la lógica nos dice que, si el Apóstol hubiese tenido la intención de indicarlo así, él hubiese centrado su mensaje solo en recomendar a la mujer, que no se trasquilara ni se cortara el cabello, por cuanto el mismo le había sido dado en lugar de velo; y no hubiese expuesto nada de lo referido en el resto del contexto con relación a que la mujer debe cubrirse la cabeza cuando ora o profetiza; ni hubiera dicho tampoco, que la misma tiene que llevar señal de potestad sobre su cabeza por causa de los ángeles.


Segundo razonamiento: El sentido de la razón nos indica que, para que alguien o algo pueda ser sustituido, aquel o aquello tiene que haber comparecido en existencia ocupando un lugar determinado antes que, aquel o aquello que lo va a sustituir.


De manera que, para aceptar el concepto de que el cabello sustituye definitivamente al velo, este tuvo que haber existido ocupando su lugar sobre la cabeza de la mujer, antes que el Creador le diera el cabello.


Tercer razonamiento: Tal como lo expone un 34ilustre pensador cristiano en su reflexión acerca de este tema, la luz de la razón nos dice, además, de acuerdo con el contexto del pasaje, que si el cabello de la mujer ejerciera la función de velo requerida para ella como cobertura sobre su cabeza, también el cabello del hombre debiera ejercer la misma función para él, lo que daría por resultado que el hombre estaría llevando constantemente esa cobertura sobre su cabeza, de manera que, estaría afrentando permanentemente a su cabeza jerárquica, que es Jesucristo. Pero evidentemente eso no es así, por lo que tenemos que concluir con el razonamiento de que si el cabello del hombre no le sirve de cobertura sobre su cabeza, en el caso de la mujer tampoco se puede admitir tal posibilidad.

La convicción que nos proporcionan estos tres razonamientos, además del argumento precedente, es lo suficiente válida y consistente para entender que el cabello no puede sustituir en forma definitiva al velo o cualquier otro método de cobertura de la cabeza para la mujer.

APÉNDICE

Como un complemento de nuestro análisis veamos cómo está expresado el texto de este pasaje en el idioma original según el 6Nuevo Testamento Interlineal Griego–Español: Véalo de preferencia en el libro impreso. Para verlo en digital solo toque este enlace. 

Resumen: En conclusión, el apóstol Pablo exige en estos pasajes, de forma reiterada, que la mujer se cubra la cabeza para orar o profetizar y dice, además, que ella tiene que llevar señal de potestad sobre su cabeza. Pero finalmente concluye diciendo que el cabello le es dado en lugar de velo. Esto indica claramente que el cabello ejerce las funciones del velo, excepto la de cobertura de la cabeza y la de señal de potestad, que debe hacerse literalmente mediante el uso de un velo, un pañuelo o algo semejante, apropiado para ello.

No obstante, para que esta práctica tenga resultados realmente válidos para la mujer, es necesario que se haga con el verdadero convencimiento de su significado. Porque la mujer que se cubre la cabeza solo porque su Iglesia se lo exige o porque así se lo han enseñado, pero no está plenamente convencida de las razones de tal requerimiento según lo hemos analizado en este estudio, los resultados consecuentes según la experiencia que tenemos, en la mayoría de los casos suelen ser fatales. Porque si la mujer ignora voluntariamente la autoridad conferida al hombre como cabeza y guía suya y decide gobernarse a sí misma actuando a su mejor parecer, tomando sus propias decisiones y asumiendo con su actitud el lugar que no le ha sido conferido por Dios, se pone en rebeldía contra la predisposición divina y de nada le vale llevar una simulada señal de potestad que no respalda con su actitud y tal vez no tenga ni la menor idea de su importancia para agradar al Divino Creador.

El apóstol Pablo, sin embargo, concluye este tema con las palabras siguientes:

"Con todo eso, si alguno parece ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios." 51(Primera de Corintios capítulo 11: versículo 16).

Con respecto al concepto expuesto acerca del pasaje citado según 51Primera de Corintios capítulo 11: versículo 10, donde dice que la mujer debe llevar señal de potestad sobre su cabeza por causa de los ángeles, somos muchos los que sostenemos la concepción, de que este pasaje se refiere a los ángeles de Dios, ya que estos son ministros suyos y representantes de su reino. Y como dice su Santa Palabra en 51Salmos 34: versículo 7, el ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen y los defiende. Así también en 51Hebreos capítulo 1: versículo 14, dice que los ángeles son espíritus administradores, enviados para servir a los que serán herederos de salud. Vea testimonio de revelación divina por escrito acerca del tema. Solo toque este enlace.

LECCIÓN No. 77 LEY DE SALUBRIDAD ALIMENTICIA

Esta ley bíblica está relacionada con los animales que Dios creó con fines alimenticios para su pueblo y los que son despreciables con relación a este fin, según las normas del Antiguo Testamento, descritas en 51Levítico capítulo 11.

Ahora bien, la primera realidad que necesitamos reconocer al iniciar nuestro estudio, es que en el Nuevo Testamento no se refleja en forma clara y consistente la vigencia de su observancia. Pero además de ello, una serie de pasajes bíblicos en las epístolas del apóstol Pablo y otras, han dado lugar al concepto definido por la gran mayoría de las Iglesias cristianas, de que esta ley no tiene efectos vigentes para el cristianismo y que, por lo tanto, se puede comer de todo. Los pasajes de referencia son los siguientes: basados en lo que dijo Cristo, según 51Marcos capítulo 7: versículos 1, 2, 5 al 8 y 14 al 19; 51Mateo capítulo 15: versículos 15 al 20; en lo que le dijo Dios a Pedro, según 51Hechos capítulo 10: versículos 9 al 16; en lo que le dijo Pablo a la Iglesia de los corintios: 51Primera de Corintios capítulo 10: versículos 25 al 28; a la Iglesia de los romanos: 51Romanos capítulo 14: versículos 1 al 3 y 14; en lo que le dijo a Timoteo: 51Primera de Timoteo capítulo 4: versículos 1 al 5; y finalmente, a la Iglesia de los colosenses: 51Colosenses capítulo 2: versículos 13, 14 y 16.


Con el fin de obtener mejores resultados en nuestro estudio del tema, una vez que hayamos leído y analizado estos pasajes, hemos de reflexionar también acerca de cada uno de ellos, basados en un análisis más profundo mediante evidencias gramaticales con base en el idioma original griego. Apoyados además, en el argumento lógico y en otros de reconocida consistencia, todo lo cual tomaremos en consideración en nuestra investigación, con el fin de que nuestros lectores adquieran todos los conocimientos referentes al mismo, de manera que puedan definir por sí mismos su propia interpretación.


No obstante, teniendo en cuenta el decreto apostólico emitido en 51Hechos capítulo 15: versículos 19 al 29; confirmado en el capítulo 21: versículo 25. Mi objetivo es solamente, demostrarle al estudiante que esta ley mantiene su vigencia, no solo para el pueblo hebreo, sino, además, para los creyentes de cualquier nacionalidad que se interesen en su observancia por amor y complacencia a nuestro Divino Creador.


Tal como lo expusiera al inicio del tema del reposo del sábado, mi objetivo en este caso, es de igual manera, que todo creyente cristiano logre entender que, en el decreto apostólico de referencia, aprobado por el Espíritu Santo, según lo declara el pasaje citado, la observancia de esta ley no se refleja como un requerimiento intimado para los gentiles. No porque nuestro Señor le dijera a Pedro: “Pedro, mata y come”. Ni tampoco por lo que dice Pablo en Romanos 14: 14, ni nada que ver con los demás pasajes señalados. Y aunque se pueda disentir de este punto de vista, igualmente, basados en el concepto emitido en el decreto citado, el hecho de alegar que aquellos que no observen este mandamiento no podrán ser salvos, debe ser considerado como una infracción académica y una falta de ética profesional en las enseñanzas de las Sagradas Escrituras.


Ahora bien, es cierto que, debido al decreto de referencia, en el Nuevo Testamento no se refleja en forma clara y consistente la vigencia de esta. Sin embargo, sabemos que las leyes bíblicas comprenden dos aspectos fundamentales: el aspecto externo y el interno. El aspecto interno se le atribuye a mandamientos y prohibiciones relacionados con los sentimientos del individuo, como los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios y otros, según lo declaran las Escrituras en 51Marcos capítulo 7: versículos 21 al 23. Estas acciones pueden disimularse, no son visibles ni detectables a la vista humana. Acerca de este aspecto de la ley relacionado estrechamente con la moral, los apóstoles de la Iglesia se encargaron de orientar y amonestar constantemente a la misma, a través de todo el Nuevo Testamento.


El aspecto externo, sin embargo, está relacionado con aquellos mandamientos y prohibiciones cuya observancia o transgresión se pone claramente de manifiesto, como lo pudiera ser el caso específico de la ley de salubridad alimenticia o la observancia del séptimo día. Estos eran de libre aceptación para los gentiles. Por lo cual se entiende que los apóstoles no vieron la necesidad de amonestar a la misma en ninguno de estos legados divinos. Por cuanto, ellos mismos, siendo hebreos y fieles observadores de la ley, les enseñaban con su propio ejemplo.


Lo cierto es, que los detalles históricos indican que los cristianos observaron estos aspectos de la ley, incluyendo aun las festividades judeocristianas, hasta el siglo IV d. C. Con la excepción de una interrupción, pasada la primera mitad del siglo segundo, en que San Aniceto, obispo de Roma (155 al 166 d. C.), en su obstinado intento de separarse del judaísmo en sus prácticas doctrinales, trocó la observancia del sábado por el domingo. Aunque esto solo afectó la parte occidental del Imperio romano. Después de él, Eleuterio I (175 al 189 d. C.), le dio un sentido simbólico a la ley de salubridad alimenticia.


Estas razones justifican nuestro concepto de que, así como los cristianos primitivos pusieron en práctica la abstinencia de sangre y ahogado en su régimen alimenticio, debieron haberse privado también del uso de las carnes de animales inmundos. Vea Detalles históricos y Epístola de Bernabé al final del tema.


Ahora bien, con el fin de ofrecerles a los nuevos estudiantes una base de mayor solidez, antes de someter a consideración las citas bíblicas referidas inicialmente, tomaremos en cuenta los detalles que nos ofrecen las Sagradas Escrituras en relación con la prescripción de esta ley, según los pasajes siguientes:


51Levítico capítulo 11: versículos 1 al 17: "Y habló Jehová a Moisés y a Aarón, diciendoles: 2Hablad a los hijos de Israel, diciendo: Estos son los animales que comeréis de todos los animales que están sobre la tierra: 3De entre los animales, todo el de pezuña, y que tiene las pezuñas hendidas, y que rumia, éste comeréis. 4Estos empero no comeréis de los que rumian, y de los que tienen pezuñas: el camello, porque rumia mas no tiene pezuña hendida, habéis de tenerlo por inmundo; 5También el conejo, porque rumia, mas no tiene pezuña, tendréislo por inmundo; 6Asimismo la liebre, porque rumia, mas no tiene pezuña, tendréisla por inmunda; 7También el puerco, porque tiene pezuñas, y es de pezuñas hendidas, mas no rumia, tendréislo por inmundo. 8De la carne de ellos no comeréis, ni tocaréis su cuerpo muerto: tendréislos por inmundos. 9Estos comeréis de todas las cosas que están en las aguas: todas las cosas que tienen aletas y escamas en las aguas del mar, y en los ríos, aquellas comeréis; 10Mas todas las cosas que no tienen aletas ni escamas en la mar y en los ríos, así de todo reptil de agua como de toda cosa viviente que está en las aguas, las tendréis en abominación. 11Os serán, pues, en abominación: de su carne no comeréis, y abominaréis sus cuerpos muertos. 12Todo lo que no tuviere aletas y escamas en las aguas, tendréislo en abominación. 13Y de las aves, éstas tendréis en abominación; no se comerán, serán abominación: el águila, el quebrantahuesos, el esmerejón, 14El milano, y el buitre según su especie; 15Todo cuervo según su especie; 16El avestruz, y la lechuza, y el laro, y el gavilán según su especie, 17Y el búho, y el somormujo, y el ibis." (Hay otros).


Según 51Levítico capítulo 11: versículos 20 al 22 dice que todo reptil alado que anduviere sobre cuatro pies, lo tuvieran en abominación. Empero esto comeréis de todo reptil alado que anda sobre cuatro pies, que tuviere piernas, además de sus pies para saltar con ellas sobre la tierra; estos comeréis de ellos: la langosta según su especie, y el langostín según su especie, y el aregol según su especie, y el haghab según su especie. En los versículos 29 y 30 del mismo capítulo, dice: Estos tendréis por inmundos de los reptiles que van arrastrando sobre la tierra: la comadreja, y el ratón, y la rana según su especie, y el erizo, y el lagarto, y el caracol, y la babosa, y el topo. En los versículos 41, 43 y 44 dice que todo reptil que va arrastrando sobre la tierra, es abominación; no se comerá. No ensuciéis vuestras personas con ningún reptil que anda arrastrando, ni os contaminéis con ellos, ni seáis inmundos por ellos. Pues que yo soy Jehová vuestro Dios, vosotros por tanto os santificaréis, y seréis santos, porque yo soy santo...


Así concluye este capítulo con las palabras siguientes:


51Levítico capítulo 11: versículos 46 y 47: "Esta es la ley de los animales, y de las aves, y de todo ser viviente que se mueve enlas aguas, y de todo animal que anda arrastrando sobre la tierra; 47Para hacer diferencia entre inmundo y limpio, y entre los animales que se pueden comer y los animales que no se pueden comer."


El uso de las terminologías inmundo y abominación, referidas en estos pasajes para calificar a los animales que Dios prohíbe comer, hace sobremanera resaltante el carácter y la gravedad de dicha restricción. El término inmundo, según la definición que nos ofrece el Diccionario de la Lengua Española es usado para significar algo sucio, repugnante, asqueroso; así también la palabra abominación aplicada a los diferentes modos del verbo, significa aversión, aborrecer, detestar, detalles estos, que usted puede verificar en DATOS, al final del tema. Es evidentemente claro, además, según los versículos 41 y 43 de estos pasajes, que una cosa puede ser inmunda por naturaleza o simplemente por el hecho de que haya sido contaminada con algo inmundo. No obstante, la expresión más significativa y de mayor solidez contenida en estos pasajes, en relación con dicha prohibición, se registra por primera vez en el versículo 44, donde dice: "Vosotros por tanto os santificaréis, y seréis santos, porque yo soy santo." La misma advertencia es confirmada por Dios, por segunda vez en el versículo 45 y por tercera ocasión hablando del mismo tema, en 51Levítico capítulo 20: versículos 25 y 26.


Debido a que la santidad es un aspecto fundamental entre las exigencias de Dios a su pueblo, comprendida tanto en el antiguo pacto como en el Nuevo, es significativo que una de las primeras demandas bíblicas en la que él exige de sus escogidos que sean santos, así como él lo es, esté relacionada precisamente con la ley de salubridad alimenticia, de manera triplemente confirmada. Lo que indica con toda claridad que su observancia es un requisito indispensable para la santidad. Por lo cual, para muchos cristianos esto constituye una poderosa razón y un argumento muy valioso para creer que la Iglesia primitiva debió haber cumplido fielmente con dicha demanda, la cual debiera ser igualmente asimilada por los cristianos de todos los tiempos.


Es indudable que cada persona,por intuición propia, hace diferencia entre las cosas que le agradan y las que su psiquis rechaza por naturaleza. Con relación al uso de las carnes de los animales como medio de alimentación, la mayor parte de las personas civilizadas, generalmente, detestan y tienen por asquerosos y repugnantes, animales como el perro, el gato, la culebra, la babosa, la cucaracha, la rana y el ratón, entre otros. Y si alguien por engaño se los hiciera comer, serían capaces de enemistarse gravemente con tal persona. Aunque haya quienes no tienen escrúpulo para alimentarse de algunos de estos animales.


Ahora bien, si nosotros hacemos nuestra propia elección al respecto bajo tales determinaciones, ¿cómo no habríamos de aceptar la elección que ha hecho el Supremo Creador para su pueblo escogido?


No obstante, al usar la imparcialidad en el estudio de las enseñanzas de la Santa Biblia, tomaremos en consideración las ideas expuestas al inicio de este tema por parte de muchos cristianos, que afirman que las Escrituras del Nuevo Testamento dan por abolida la ley de salubridad sobre los alimentos. Para ello llevaremos a cabo nuestro análisis, tomando en cuenta cada una de las citas bíblicas indicadas inicialmente. Al respecto consideremos lo que dice la primera de ellas:


51Marcos capítulo 7: versículos 1, 2, 5 al 8 y 14 al 16: "Y se juntaron a él los Fariseos, y algunos de los escribas, que habían venido de Jerusalem; 2Los cuales, viendo a algunos de sus discípulos comer pan con manos comunes, es a saber, no lavadas, los condenaban. 5Y le preguntaron los Fariseos y los escribas: ¿Por qué tus discípulos no andan conforme a la tradición de los ancianos, sino que comen pan con manos comunes? 6Y respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: Este pueblo con los labios me honra, Mas su corazón lejos está de mí. 7Y en vano me honran, Enseñando como doctrinas mandamientos de hombres. 8Porque dejando el mandamiento de Dios, tenéis la tradición de los hombres; las lavaduras de los jarros y de los vasos de beber: y hacéis otras muchas cosas semejantes. 14Y llamando a toda la multitud, les dijo: Oídme todos, y entended: 15Nada hay fuera del hombre que entre en él, que le pueda contaminar: mas lo que sale de él, aquello es lo que contamina al hombre. 16Si alguno tiene oídos para oír, oiga.


Inmediatamente seguido de este acontecimiento, según lo describe el biblista en 51Marcos capítulo 7: versículos 17 al 19, dice que apartado de la multitud, habiendo entrado en casa, le preguntaron sus discípulos sobre la parábola referida. Y el Señor les dijo: ¿También vosotros estáis así sin entendimiento? ¿No entendéis que todo lo de fuera que entra en el hombre, no le puede contaminar; porque no entra en su corazón, sino en el vientre, y sale a la secreta? (letrina). Esto decía, haciendo limpias todas las viandas."


La clave del tema en este pasaje se encuentra en la expresión: “Esto decía, haciendo limpias todas las viandas”. En esta expresión se apoyan los que sostienen la teoría de que nuestro Señor dio por abolida la ley de salubridad sobre los alimentos.


Evidentemente, la expresión “esto decía”, es un agrego intercalado en nuestra Versión según la revisión de 1909, porque ni en las ediciones anteriores ni en el texto en el idioma original aparece este enunciado.


Tal como es conocido de los estudiantes de este curso de instrucción bíblica, el Nuevo Testamento se escribió originalmente en griego y al hacer la traducción al español, a causa de las diferencias entre estos dos idiomas, en algunos casos hay frases que quedan incompletas. Y para que se puedan entender mejor ha sido necesario complementarlas con el agrego lógico de cualquier palabra que sea apropiada al caso, como una preposición, un artículo, un pronombre, un adverbio, etc. La Biblia completa está llena de estas adiciones, pues con el Antiguo Testamento sucede lo mismo. Pero estas se pueden identificar fácilmente en nuestra Versión, porque están escritas en un modelo de letra diferente, conocido como Itálica.


Este es pues, el caso de la expresión “esto decía”, en el pasaje de referencia, con la cual el traductor o revisionista, lejos de esclarecer la idea del texto, ha hecho más bien que se preste a confusión para los estudiantes bíblicos que no conocen estos detalles.


Sin embargo, al analizar este pasaje a la luz de otras ediciones anteriores a la de 1909, podemos comprobar que las mismas no están adulteradas con la anotación, esto decía, por lo que el sentido del texto deja de prestarse a confusión.


Veamos lo que nos dice en la versión revisada por Cipriano de Valera en 1602, conocida como La Biblia del Cántaro, así como en la revisión posterior llevada a efecto en 1862:


41Edición 1602: "Y entrandoše de la compaña en caša, preguntaronle sus Dišcipulos de la parabola. 18Y dizeles, ¿Anši tambien vošotros šoys šin entendimiento? ¿No entendeys que todo lo de fuera que entra en el hombre, no lo puede contaminar? 19Porque no entra en su coraçon, šino en el vientre: y šale el hombre a la šecreta, y purga todas las viandas. 20Mas dezia: que lo que del hombre šale, aquello contamina al hombre."


19Edición 1862: "Y [apartado] de la multitud habiendo entrado en casa, le preguntaron sus discípulos sobre la parábola. 18Y díjoles: ¿También vosotros estáis así sin entendimiento? ¿No entendéis que todo lo de fuera que entra en el hombre, no le puede contaminar? 19Porque no entra en su corazón, sino en el vientre; y sale [el hombre] á la secreta, purgando todas las viandas."


El texto de estas versiones fue tomado de diferentes Sitios Web de la Versión Reina-Valera, y está reflejado claramente en el libro impreso.


La edición de 1862, que es la más próxima a la de 1909, tiene la particularidad de reflejar los referidos agregos lógicos [entre corchetes]. Mientras que la 41Versión de 1602 no contiene estos ni palabras entre corchetes, en este pasaje. Y ninguna de ambas versiones, incluye la expresión “esto decía,” reflejada en la revisión de 1909, por lo que el texto no se presta a confusión.

Ahora bien, comprobemos la autenticidad de estas ediciones en relación con el versículo clave de este pasaje y el texto en el idioma original, según el 6Nuevo Testamento Interlineal Griego–Español. Véalo de preferencia en el libro impreso. Para verlo en digital, solo toque este enlace.

Para continuar con nuestro análisis del tema, nótese que, según la declaración del pasaje de referencia, el Señor no proclama de ninguna manera que sean purificados todos los animales, sino los alimentos.

Partiendo de este concepto, debemos tener en cuenta que los animales inmundos no estaban comprendidos en el consumo alimenticio de los judíos. Por lo que es obvio que el Señor se estaba refiriendo a alimentos limpios, a los cuales estos por sus tradiciones atribuían impurezas si se tomaban con manos no lavadas.


Para que podamos entender mejor esto, comparemos este pasaje con su paralelo, que coincide con la segunda cita bíblica inicial.


51Mateo capítulo 15: versículos 15 al 20: "Y respondiendo Pedro, le dijo: Decláranos esta parábola. 16Y Jesús dijo: ¿Aun también vosotros sois sin entendimiento? 17¿No entendéis aún, que todo lo que entra en la boca, va al vientre, y es echado en la letrina? 18Mas lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. 19Porque del corazón salen los malos pensamientos, muertes, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, blasfemias. 20Estas cosas son las que contaminan al hombre: que comer con las manos por lavar no contamina al hombre."


La declaración soportada por Mateo al final de este pasaje, deja claro el concepto referido por el Señor Jesús, que comer con las manos por lavar no contamina al hombre.


Además de estas evidencias, sabemos a través de los escritos del Nuevo Testamento que Cristo fue acusado muchas veces por los Fariseos por traspasar la tradición de los ancianos y por algunas otras cosas, pero en ninguna parte de las Escrituras se le acusa de invalidar la ley de salubridad, declarando limpios a los animales inmundos.


Es lógico deducir, tal como lo comenta nuestro 11distinguido escritor en su tratado acerca de este tema, que si Cristo hubiese declarado limpios todos los animales para el uso alimenticio, Él y sus discípulos los hubieran usado frecuentemente como medio de alimentación. Sin embargo, las Escrituras prueban que esto no era así. Al respecto consideremos el pasaje siguiente, concerniente a la tercera cita bíblica inicial, más los versículos 17, 19 y 20:


51Hechos, capítulo10: versículos 9 al 16, 17, 19 y 20: "Y al día siguiente, yendo ellos de camino, y llegando cerca de la ciudad, Pedro subió a la azotea a orar, cerca de la hora de sexta; 10Y aconteció que le vino una grande hambre, y quiso comer; pero mientras disponían, sobrevínole un éxtasis; 11Y vió el cielo abierto, y que descendía un vaso, como un gran lienzo, que atado de los cuatro cabos era bajado a la tierra; 12En el cual había de todos los animales cuadrúpedos de la tierra, y reptiles, y aves del cielo; 13Y le vino una voz: Levántate, Pedro, mata y come. 14Entonces Pedro dijo: Señor, no; porque ninguna cosa común e inmunda he comido jamás. 15Y volvió la voz hacia él la segunda vez: Lo que Dios limpió, no llames tú común. 16Y esto fue hecho por tres veces; y el vaso volvió a ser recogido en el cielo. 17Y estando Pedro dudando dentro de sí, qué sería la visión que había visto, he aquí, los hombres que habían sido enviados por Cornelio, que, preguntando por la casa de Simón, llegaron a la puerta. 19Y estando Pedro pensando en la visión, le dijo el Espíritu: He aquí, tres hombres te buscan. 20Levántate, pues, y desciende, y no dudes ir con ellos; porque yo los he enviado."


Si analizamos las palabras de Pedro: “Señor, no; porque ninguna cosa común e inmunda he comido Jamás”; podremos confirmar lo dicho por nuestro 11distinguido escritor de referencia, que tal actitud constituye una prueba evidente de que el Señor no había enseñado a sus discípulos a comer carne de animales inmundos. Esto revalida, por lo tanto, que en el pasaje leído según 51Marcos capítulo 7: versículos 14 al 19, Él no declaró limpios los animales inmundos. De haberlo hecho así, Pedro no hubiese asumido tal actitud, ni hubiese dudado acerca de la visión recibida. Un detalle muy importante en este caso, es que según el pasaje paralelo de 51Mateo capítulo 15: versículos 15 al 20, fue precisamente Pedro el que le preguntó al Señor acerca de la parábola citada en dicho tema. Por lo que se debe asumir que él estaba plenamente consciente de la verdad declarada por Jesucristo.


Para entender el significado de la revelación que recibió Pedro, lo primero que necesitamos tener en cuenta es su declaración hecha al día siguiente de haber tenido aquella visión, cuando acompañado de los tres hombres que le fueron a buscar llegó a casa de Cornelio. Al respecto consideremos como detalles complementarios de nuestro estudio, parte del contexto del pasaje leído según la continuidad del relato:


51Hechos capítulo 10: versículos 27 al 29: "Y hablando con él, entró, y halló a muchos que se habían juntado. 28Y les dijo: Vosotros sabéis que es abominable a un varón judío juntarse o llegarse a extranjero; mas me ha mostrado Dios que a ningún hombre llame común o inmundo; 29Por lo cual, llamado, he venido sin dudar. Así que pregunto: ¿por qué causa me habéis hecho venir?"


Es innegable que en las Sagradas Escrituras se usa con mucha frecuencia el sentido figurado para ilustrar las cosas que así lo requieren. Jesucristo lo usó muchas veces para aleccionar sus enseñanzas. También Dios hizo uso del mismo en repetidas ocasiones en las revelaciones dadas a los profetas. Y en esta ocasión lo hace con Pedro, quien conocía muy bien este método del Divino Creador.


Estos detalles nos permiten entender, de acuerdo con la declaración de Pedro en el pasaje citado, 66que esta visión que el Señor le mostró constituye una analogía donde se compara la relación entre el cristiano y los demás seres humanos, con el vínculo entre el hombre y los animales. ¿En qué consiste este vínculo? El hombre tiene los animales principalmente con el objetivo de la alimentación, o sea, para matar y comer.


Ahora bien, ¿cuál es la relación principal entre el cristiano y los demás seres humanos? Lógicamente debe consistir en la comunicación del evangelio o las buenas nuevas de salvación.


De manera que, en este caso, los animales simbolizaban a los seres humanos, unos limpios y otros considerados como comunes o inmundos por ser gentiles.

Y el hecho de matar y comer, simboliza la comunicación del evangelio de Cristo a las almas, hasta entonces permitido para los judíos, pero no para los demás. Ahora, sin embargo, el Señor le presenta aquel lienzo lleno de animales de toda clase, tanto limpios como inmundos, los cuales simbolizan, en este caso, a los seres humanos de todas las razas y clases sociales y le dice: Mata y come, o sea, parafraseando el sentido analógico de la expresión, quiere decir: comunícales el evangelio y deja de considerarlos comunes o inmundos, porque yo los lavé con mi propia sangre derramada en la cruz y ahora todos son limpios.


Por consiguiente, debe entenderse que esta visión del apóstol Pedro no constituye de ninguna manera prueba alguna de que los animales inmundos hayan sido declarados limpios. Tal concepto se revela, además, con perfecta claridad, según el siguiente análisis gramatical: el Señor le dijo a Pedro: “Lo que Dios limpió, no llames tú común.” Nótese que Él no le dijo en ningún momento: “No lo llames tú inmundo”, sino común, cuya traducción viene del 16griego “kinós”, el cual se puede interpretar como inmundo, pero no por naturaleza, sino solo por concepto de contaminación. Mientras que el término que se usa siempre en todo el 16Nuevo Testamento para traducir inmundo por naturaleza, es “akázartos”, el cual se emplea para referirse a los animales calificados como tal. Vea los datos referidos en el apéndice, al final del tema.


Recordemos que en aquel lienzo había de todos los animales cuadrúpedos de la tierra, reptiles y aves del cielo. Esta declaración incluye perros, gatos, ratones, culebras, aves de rapiña, etc. ¿Cree usted que Dios haya declarado limpios estos animales para el uso de la alimentación? Evidentemente, el uso del término koinov~ empleado por el escritor para referirse a la declaración divina: “Lo que Dios limpió, no llames tú común”, descarta toda posibilidad de que Él se haya referido a los animales inmundos. Seguramente usted considera la gran mayoría de ellos como asquerosos, repugnantes y detestables para el uso alimenticio, y posiblemente juzgue a quienes coman de sus carnes, como personas sin escrúpulo.


Consideremos ahora el siguiente pasaje correspondiente a nuestro estudio, según la cuarta cita bíblica inicial:


51Primera de Corintios capítulo 10: versículos 25 al 28: "De todo lo que se vende en la carnicería, comed, sin preguntar nada por causa de la conciencia, 26Porque del Señor es la tierra y lo que la hinche. 27Y si algún infiel os llama, y queréis ir, de todo lo que se os pone delante comed, sin preguntar nada por causa de la conciencia. 28Mas si alguien os dijere: Esto fue sacrificado a los ídolos: no lo comáis, por causa de aquel que lo declaró, y por causa de la conciencia: porque del Señor es la tierra y lo que la hinche."


Un análisis del contenido de este pasaje de los versículos 25 al 27, nos proporciona un reflejo aparentemente claro de que el apóstol Pablo le está declarando a la Iglesia de los corintios, que se puede comer de todo y cito: “De todo lo que se vende en la carnicería, comed, sin preguntar nada por causa de la conciencia, Porque del Señor es la tierra y lo que la hinche. Y luego continúa diciendo según el versículo 27: Y si algún infiel os llama, y queréis ir, de todo lo que se os pone delante comed, sin preguntar nada por causa de la conciencia. Cuando el estudiante o el simple lector llega hasta este punto de estas recomendaciones, lo primero que piensa es que en las carnicerías de Corinto se vendía lo mismo carne de animales limpios igual que de los inmundos; que posiblemente los infieles, no tendrían cuidado en comer carnes inmundas y que, por lo tanto, si se puede comer de todo lo que se vende en esas carnicerías y de lo que nos brinden los infieles, entonces no hay que cohibirse de ninguna clase de carne para la alimentación.


Sin embargo, al analizar el versículo 28 que le sigue como parte del texto, este concepto es afectado por un giro drástico e inesperado. Porque lo más lógico que se pudiera esperar afianzados en tal concepto, es que el Apóstol continuara diciendo en el versículo 28: “Mas si alguien os dijere: Esto es carne de animal inmundo: no lo comáis, por causa de aquel que lo declaró, y por causa de la conciencia: porque del Señor es la tierra y lo que la hinche.” Si el Apóstol se hubiese expresado en estos términos, no habría dudas de que se pudiera comer de todo, pese a la conciencia de algunos con respecto a la ley de salubridad alimenticia conocida. Pero lo cierto es, que el versículo 28 dice: “Mas si alguien os dijere: Esto fue sacrificado a los ídolos: no lo comáis, por causa de aquel que lo declaró, y por causa de la conciencia: porque del Señor es la tierra y lo que la hinche.”


Este versículo refleja con toda claridad que el Apóstol no estaba tratando con la Iglesia de los corintios, en este pasaje, acerca de las carnes de animales limpios o inmundos, sino acerca de las carnes sacrificadas a los ídolos. Las cuales eran introducidas en las carnicerías, donde se las vendían al pueblo sin ningún escrúpulo. Y de la misma manera, algunos de los creyentes se alimentaban de ellas, sin remordimiento de conciencia, por lo cual posiblemente eran señalados como infieles; no porque comieran carnes inmundas, por cuanto no es el detalle al que hace referencia el tema.


El hecho de que el Apóstol diga en este pasaje, que de todo lo que se vende en la carnicería se coma sin preguntar, es un detalle que queda satisfactoriamente aclarado según los datos ofrecidos por el 10Nuevo Diccionario Bíblico Certeza, bajo el título “Viandas sacrificadas”. Vea detalles en el apéndice al final del tema.


Consideremos ahora la declaración que hace el Apóstol, en relación con la quinta cita bíblica inicial, según el pasaje siguiente:


51Romanos capítulo 14: versículos 1 al 3 y 14: "Recibid al flaco en la fe, pero no para contiendas de disputas. 2Porque uno cree que se ha de comer de todas cosas: otro que es débil, come legumbres. 3El que come, no menosprecie al que no come: y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha levantado. 14Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que de suyo nada hay inmundo: mas a aquel que piensa alguna cosa ser inmunda, para él es inmunda."


Con referencia al tema reflejado en este pasaje, ya sabemos, como dijera al inicio de este estudio, y tal como lo hemos seguido confirmando en su desarrollo, que una cosa puede ser inmunda por naturaleza, o simplemente por el hecho de que haya sido contaminada con algo inmundo, y que por lo tanto, sea considerada como sucia, asquerosa o que cause aversión. Este es precisamente el caso del versículo 14 donde la palabra inmundo las tres veces que se menciona, es traducida del término 16griego [kinós],  que significa común, o inmundo por concepto de contaminación.


En este pasaje, el apóstol Pablo se enfrenta con un caso muy semejante al que afrontó Jesucristo, según 51Marcos capítulo 7: versículos 1 al 19, citado inicialmente. Los judíos consideraban que comer sin lavarse las manos contaminaba los alimentos y así el hombre era contaminado por ellos. Por lo que es evidente que, igual que en el caso de los creyentes romanos, se trataba de un problema de escrúpulo extremo el cual les fue reprochado por el Señor.


Por lo tanto, basados en estas evidencias y en un análisis del contexto del pasaje, podemos deducir claramente parafraseando el concepto, que el Apóstol le está diciendo a la Iglesia romana que él está convencido de que nada es inmundo por sí mismo, para fines alimenticios, por el hecho de que haya sido contaminado; sino solo las cosas que lo son por naturaleza, como las que así fueron declaradas por Dios, no por el hecho de que alguien las considere como tal.


Es lógico asumir, de acuerdo con lo que reflejan estas evidencias, que el Apóstol no está haciendo referencia específicamente a comidas procedentes de las carnes de animales inmundos, sino a alimentos considerados como inmundos por el hecho de estar contaminados o por la posibilidad de que hubiesen sido ofrecidos a los ídolos.


Nótese que los primeros tres versículos de nuestro pasaje de referencia reflejan, no una diferencia de parecer acerca del uso de animales limpios o inmundos para la alimentación, sino una diferencia de opiniones entre vegetarianos y aquellos que no lo eran. Evidentemente ambos grupos se iban a los extremos, pues unos pensaban que se podía comer de todo, y los otros opinaban que solo se podía comer legumbres, mientras que ninguna de ambas opiniones se ajustaba en lo absoluto a lo predispuesto por Dios en la ley de salubridad alimenticia.


Es del todo lógico, que si el caso referido en este pasaje hubiese estado relacionado con el uso de animales inmundos para la alimentación por parte de algunos hermanos de la Iglesia, el Apóstol se hubiera referido según el versículo 2 diciendo: “Porque uno cree que se ha de comer de todas cosas: otro que es débil, no come las carnes de animales que él considera inmundos”. Sin embargo, a diferencia de ello en nuestro pasaje dice: “Porque uno cree que se ha de comer de todas cosas: otro que es débil, come legumbres”. Quiere decir que estos no comían carne de ninguna clase, ni de animales inmundos, ni de aquellos que Dios había declarado limpios para el uso alimenticio de su pueblo. Lógicamente, si el asunto hubiese estado relacionado con el uso de animales inmundos para la alimentación, los débiles se hubiesen abstenido de consumir esa clase de alimentos, pero no se hubiesen limitado a comer legumbres solamente.


Lo cierto es que, hasta este punto de nuestra investigación no hemos encontrado ninguna declaración consistente de las Sagradas Escrituras, que podamos tomar como argumento sólido para aceptar que esta ley haya perdido definitivamente su validez.


No obstante, tomemos en consideración la declaración de la sexta cita bíblica inicial, según el pasaje siguiente:


51Primera de Timoteo capítulo 4: versículos 1 al 5: "Empero el Espíritu dice manifiestamente, que en los venideros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus de error y a doctrinas de demonios; 2Que con hipocresía hablarán mentira, teniendo cauterizada la conciencia. 3Que prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de las viandas que Dios crió para que con hacimiento de gracias participasen de ellas los fieles, y los que han conocido la verdad. 4Porque todo lo que Dios crió es bueno, y nada hay que desechar, tomándose con hacimiento de gracias: 5Porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado."


Si ponemos la debida atención al pasaje leído, podremos darnos cuenta que el mismo hace referencia a personas que presentarían una serie de errores doctrinales que se pueden enumerar según las características siguientes:


1. Apostatarán de la fe.


2. Escucharán a espíritus de error y a doctrinas de demonios.


3. Serán hipócritas.


4. Hablarán mentira.


5. Teniendo cauterizada la conciencia, prohibirán casarse.


6. Y por último, para culminar, mandarán a abstenerse de las viandas que Dios crió para que con hacimiento de gracias participasen de ellas los fieles y los que han conocido la verdad.


Nótese que estos apóstatas, a los que se refiere el Apóstol, habían de manifestarse con conceptos doctrinales desconocidos, que nada tienen que ver con ninguna de las disposiciones dadas por Dios en su Santa Palabra, porque de no ser así, no sería tampoco nada nuevo ni digno de mención.


Ahora bien, sabemos que los animales calificados como inmundos, habían sido prohibidos por Dios para fines alimenticios, muchos siglos antes de que el apóstol Pablo le hiciera esta advertencia a Timoteo. Por ende, las comidas que habrían de prohibir estas doctrinas de demonios, deben ser alimentos verdaderamente limpios y autorizados por la Palabra de Dios.


Es evidente, que estas doctrinas de demonios señaladas por el Apóstol, no tienen nada que ver con la observancia de la ley de salubridad alimenticia, acatada por el pueblo de Dios escogido y santificado por Él.


Es cierto que, la declaración de los versículos 4 y 5 hecha por el Apóstol se presta a confusión. Y nos inclina fácilmente a creer, que de alguna manera está declarando limpios todos los animales para el uso alimenticio. Por cuanto dice, que todo lo que Dios crió es bueno, y nada hay que desechar, tomándose con hacimiento de gracias. Sin embargo, los principios de la lógica nos indican que esta afirmación se refiere específicamente a los alimentos creados por Dios, para que los fieles y los que han conocido la verdad, participen de ellos con hacimiento de gracias según lo expone el versículo 3.


Si aplicamos el argumento lógico partiendo de un análisis imparcial, será fácil comprender que la santificación de los alimentos requiere simplemente de dos condiciones: la primera es la Palabra de Dios, y la segunda es la oración. Ahora bien, ¿cómo aplicamos el concepto de “la palabra de Dios”? La única alternativa lógica aceptable, es el señalamiento que le hizo Dios a Moisés en 51Levítico capítulo 11, donde le declara por medio de su propia palabra, cuáles eran los animales selectos para el uso alimenticio. El concepto de la oración, sin embargo, se evidencia claramente en la costumbre del Señor Jesús de bendecir los alimentos antes de consumirlos y se sabe que fue práctica continua también de la Iglesia, orar por la bendición de los alimentos.


Ahora bien, si le damos prioridad al concepto de que todo es bueno y nada hay que desechar para fines alimenticios, entonces ya nada es inmundo ni abominable, y por ende, nada es asqueroso, repugnante, ni detestable para tal fin. Nada debe causarnos aversión ni aborrecimiento al respecto. Por lo tanto, es obvio que no hay que desechar el cerdo, el conejo, el camarón, la langosta, el perro, el gato, el ratón, el camello, el león, la hiena, el mono, la culebra, la lombriz, la cucaracha, la babosa, las aves de rapiña, ni los animales e insectos en alto grado venenosos. Pero además de ello, esto implicaría que las frutas y vegetales tóxicos o venenosos también son buenos para fines alimenticios, pues todo es bueno y nada hay que desechar según este concepto.


Si esta reflexión resultara inaceptable, entonces hay que aceptar que no todo es bueno para fines alimenticios, sino solo aquello que Dios creó para que con hacimiento de gracias participasen de ello los fieles, y los que han conocido la verdad.


La observancia de esta regla era indispensable para llevar una vida de santidad, ¿cómo es posible que ya no afecte en lo absoluto este aspecto tan importante en la vida de los hijos de Dios?


Por lo tanto, decidimos que si el hecho de participar de un plato de carne de cerdo o conejo, un enchilado de langostas o camarones, etc. puede afectar el carácter de nuestro estado de santidad, sin la cual nadie verá al Señor, preferimos abstenernos de ello.


No olvide las palabras de Jesucristo, según 51Mateo capítulo 5: versículo 19, donde dice que, cualquiera que infringiere uno de los mandamientos de Dios, por muy pequeño que sea, y así enseñare a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos. Mas, el que los practicare y los enseñare, será llamado grande en el reino de los cielos.


Veamos ahora lo relacionado con la última cita bíblica indicada al inicio del tema:


51Colosenses capítulo 2: versículos 13, 14 y 16: Con relación a este pasaje, hicimos un análisis detallado comprendido en el tema de las leyes y mandamientos, donde dejamos bien aclarado que, el mismo se refiere a viandas y bebidas comprendidas en actividades rituales citadas en 51Hebreos capítulo 9: versículos 8 al 10, que nada tienen que ver con la ley de salubridad alimenticia, relacionada en 51Levítico capítulo 11. Todo ello, aun estando plenamente conscientes del decreto apostólico, emitido para los gentiles.


Otras reglas de salubridad alimenticia: Veamos al respecto el pasaje siguiente:


51Hechos capítulo 15: versículos 18 al 20: "Conocidas son a Dios desde el siglo todas sus obras. Por lo cual yo juzgo, que los que de los gentiles se conviertan a Dios, no han de ser inquietados; Sino escribirles que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, y de fornicación, y de ahogado, y de sangre”.


La prohibición de comer sangre y animales ahogados o estrangulados son reglas de salubridad alimenticia que se encuentran en el Antiguo Testamento y están confirmadas en el Nuevo, por lo que han sido aceptadas por la mayoría de los cristianos de todas las épocas. Vea nota referente a la expresión ahogado al final del tema.


 DATOS


20Pequeño Larousse Ilustrado. Edición 1986. Por Ramón García –Pelayo y Gross. En una de sus acepciones, este diccionario dice: Inmundo: Repugnante, sinónimo: Sucio.


21 Diccionario de la Real Academia Española-Vigésima segunda edición. Inmundo: Sucio y asqueroso.


20Pequeño Larousse Ilustrado. Abominar: (Sinónimo: Detestar). Abominable: Que excita aversión.


21 Diccionario de la Real Academia Española: Abominar: Aborrecer, (tener aversión).


  APÉNDICE

Detalles tomados del Nuevo Diccionario Bíblico Certeza con referencia a las "VIANDAS SACRIFICADAS". Para verlo solo toque este enlace.

51Romanos 14: 14, según el texto griego: Información tomada del 1Diccionario Griego–Español y del 16Nuevo Testamento Griego, con respecto a los términos “akázartos” y “kinós”. Véalo de preferencia en el libro impreso. Para verlo en digital. solo toque este enlace.

¿IMPURO O INMUNDO?

Es evidente que el término griego “akázartos” ha sido traducido con el significado de “inmundo”, desde las primeras traducciones de la Biblia a nuestro idioma. Sin embargo, en la mayoría de los diccionarios bíblicos modernos no aparece la palabra “inmundo”, porque la han sustituido por impuro, tratando de esta manera de darle un sentido de menor gravedad y de mayor ligereza a la vez a la ley de salubridad alimenticia. Pues, aunque “impuro” es sinónimo de “inmundo”, este último tiene un carácter mucho más significativo y de mayor severidad. Debido a que el Diccionario de la Lengua Española lo define como algo sucio, asqueroso y repugnante.

Mientras que lo impuro, literalmente reconocido, es aplicable simplemente a una sustancia invadida por otras diferentes o por el hecho de haberse mezclado con ellas. Por lo que también es sinónimo de suciedad y aplicable por ejemplo a un caso como el de 51Marcos capítulo 7: versículos 1 al 20, donde los discípulos comían sin haberse lavado las manos.

No obstante, vale aclarar que una sustancia impura puede ser catalogada como inmunda si su impureza se debe al hecho de haber sido contaminada con algo que la convierta en sucia, asquerosa y detestable, que cause aversión o repugnancia.

Cuando Dios se refiere a los animales inmundos y los prohíbe para el uso alimenticio de su pueblo escogido, no lo hace debido a sus impurezas, porque realmente no son impuros, sino que ante sus ojos son por naturaleza asquerosos y repugnantes para dicho fin, por lo que sus carnes le son abominables, o sea, aborrecibles y detestables, que le causan aversión, de acuerdo con las definiciones dadas en los diccionarios citados.

Alimentos comunes o profanos: De acuerdo con el reflejo que nos proporcionan las Sagradas Escrituras, los alimentos considerados como comunes debían ser aquellos que usaba cualquiera del común de la sociedad o que usaban todos, excepto el pueblo escogido de Dios. Aquellos que habían sido iluminados con el entendimiento glorioso de la verdad y llamados a una vida de santidad.

Entre las comidas calificadas como comunes, dentro de los creyentes primitivos, se consideraban las carnes profanadas por haber sido ofrecidas a los ídolos y puestas después a la venta pública. Las carnes de animales limpios también podían ser consideradas como comunes o inmundas, por el hecho de que procedieran de un mismo matadero, donde se sacrificaban animales limpios e inmundos y las mismas personas manipulaban tanto las carnes de unos como la de los otros. También por el hecho de que fueran transportadas juntas a las carnicerías, sin ningún escrúpulo y luego cortadas con el mismo cuchillo. Y no se puede descartar la posibilidad de que en la mayoría de los casos las víctimas no fueran bien desangradas como lo requieren las normas alimenticias de los cristianos. Probablemente algunas de estas circunstancias fueron las que hicieron que algunos de los creyentes de la Iglesia romana se decidieran por comer solo legumbres. Ellos asumían que todas las carnes estaban contaminadas, al extremo que las consideraban inmundas. Por tales razones, es lógico entender que el apóstol Pablo se haya referido precisamente a esta situación en el versículo 20 del mismo capítulo, al declarar que todas las cosas a la verdad son limpias. Pues lamentablemente esta situación nos afecta a todos en la actualidad, y lo que decidimos muchos de nosotros es confiar en que las cosas que Dios declaró limpias y permitidas para el uso alimenticio de su pueblo, por la disposición de su Palabra y por la oración sean santificadas.

Ahogado: Esta palabra es traducida en este pasaje, del término griego “pniktós”. Veamos lo que nos dice al respecto el 1Diccionario Griego-Español del Nuevo Testamento:

pniktós": estrangulado (no desangrado ritualmente) Hechos capítulo 15: versículos 20 y 29; capítulo 21: versículo 25.

Los hebreos, sin embargo, se lo atribuyen a cualquier clase de maltrato o sufrimiento que reciba el animal al morir.

Esto indica, además, que cualquiera que sea el proceso empleado para matar el animal que se va a comer, el mismo tiene que ser desangrado.

Detalles históricos: La historia de la Iglesia del siglo II revela que, durante el martirio de Lyon en 177 después de Cristo, los cristianos eran detectados por su observancia de la ley de salubridad alimenticia. Pero Eleuterio I (175 al 189 después de Cristo), en su aberrante intento de separar a la Iglesia totalmente de las prácticas judaicas, declaró que tal prohibición simbolizaba el pecado, y si el cristiano no practica el pecado, entonces puede comer lo que quiera. Pero esta y otras disposiciones, no fueron asimiladas por los creyentes de la parte oriental del Imperio. Para obtener más información acerca del tema, solo toque este enlace.

Epístola de Bernabé: En el Codex Sinaiticus del siglo IV, al final del manuscrito aparece una carta atribuida por algunos Padres de la Iglesia a Bernabé. En la que se refleja el mismo concepto anterior. En una de sus inauditas interpretaciones, esta epístola declara que la prohibición de comer carne de cerdo en el Antiguo Testamento, no debe interpretarse literalmente… Alegando que lo que quiere decir en realidad, es que no nos juntemos con hombres tales que son semejantes a esos animales en su comportamiento.

Un detalle apologético emitido por un eminente expositor de las Sagradas Escrituras, dice que esta carta refleja un enorme sentimiento de odio y desprecio hacia el judaísmo. Por lo cual, en aquel oscuro período de la Iglesia, se tomaron radicales determinaciones para desvincularse de las prácticas religiosas de este pueblo.

Vea Epístola de Bernabé y su relación con el Codex Sinaiticus: Para ello solo toque este enlace.


LECCIÓN No. 78 EL VÍNCULO MATRIMONIAL, ¿UN PACTO PERMANENTE?

El objetivo principal de este estudio, es concerniente a la salvedad del repudio dada por Cristo. No obstante, con el fin de obtener resultados de mayor enriquecimiento y de carácter más convincente, tomaremos en consideración como detalles complementarios la información que nos ofrecen algunos pasajes de las Escrituras afines con diferentes factores relacionados con el matrimonio.

Este tema ha sido controversial entre las enseñanzas que nos dejó nuestro nuestro Mesías. Es por ello, que no pretendo de ninguna manera exponer un concepto de carácter absoluto, sino tomar en cuenta también el criterio o la postura teológica de diferentes tendencias. Con el fin de que el estudiante reciba una información más generalizada y pueda hacer su propia evaluación del caso. El mismo es, por lo tanto, un estudio de carácter imparcial, sin aferramientos ni imposiciones, sin pretensiones polémicas ni de carácter descalificativo contra la línea de pensamientos de ninguna Iglesia o individuo.

Según lo declara el relato bíblico, el matrimonio o la unión conyugal entre el hombre y la mujer tuvo su origen en la primera pareja creada por Dios en el huerto de Edén. Veamos lo que nos dicen al respecto, los siguientes pasajes de las Escrituras:

51Génesis capítulo 2: versículos 22 al 24: "Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y trájola al hombre. 23Y dijo Adam: Esto es ahora hueso de mis huesos, y carne de mi carne... 24Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y allegarse ha a su mujer, y serán una sola carne."

51Génesis capítulo 1: versículo 28: "Y los bendijo Dios; y díjoles Dios: Fructificad y multiplicad, y henchid la tierra, y sojuzgadla"...

La expresión referida por el hombre, en esta ocasión, constituye una confirmación de la predeterminación del Divino Creador acerca del carácter permanente del matrimonio. Esta declaración se hace más enfática en las palabras de Cristo referidas en el pasaje siguiente:

51Mateo capítulo 19: versículos 3 al 6: "Entonces se llegaron a él los Fariseos, tentándole, y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa? 4Y él respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, macho y hembra los hizo, 5Y dijo: Por tanto, el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne? 6Así que, no son ya más dos, sino una carne: por tanto, lo que Dios juntó, no lo aparte el hombre."

El escritor prosigue su relato según los versículos 7 al 12, donde los fariseos le indican: ¿Por qué, pues, Moisés mandó dar carta de divorcio, y repudiarla? Díceles Jesús: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres: mas al principio no fue así. Y yo os digo que cualquiera que repudiare a su mujer, si no fuere por causa de fornicación, y se casare con otra, adultera: y el que se casare con la repudiada, adultera. Dícenle sus discípulos: Si así es la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse. Entonces Él les dijo: No todos reciben esta palabra, sino aquellos a quienes es dado. Porque hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre; y hay eunucos, que son hechos eunucos por los hombres; y hay eunucos que se hicieron a sí mismos eunucos por causa del reino de los cielos; el que pueda ser capaz de eso, séalo.

Consideremos ahora la declaración del mismo Señor en los siguientes pasajes:

51Mateo capítulo 5: versículo 32: "Mas yo os digo, que el que repudiare a su mujer, fuera de causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casare con la repudiada, comete adulterio."

51Marcos capítulo 10: versículos 11 y 12: "Y les dice: Cualquiera que repudiare a su mujer, y se casare con otra, comete adulterio contra ella: 12Y si la mujer repudiare a su marido y se casare con otro, comete adulterio."

Tomemos en cuenta, además, los pasajes siguientes:

51Primera de Corintios capítulo 7: versículos 10 y 11: "Mas a los que están sujetos en matrimonio, denuncio, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se aparte de su marido; 11Y si se apartare, que se quede sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no despida a su mujer."

51Primera de Corintios capítulo 7: versículo 39: "La mujer casada está atada a la ley, mientras vive su marido; mas si su marido muriere, libre es: cásese con quien quisiere, con tal que sea en el Señor."

En 51Romanos capítulo 7: versículos 2 y 3, el mismo Apóstol declara que la mujer que está sujeta a marido, mientras el marido vive está obligada a la ley; mas muerto el marido, libre es de la ley del marido. 3Así que, viviendo el marido, se llamará adúltera si fuere de otro varón; mas si su marido muriere, es libre de la ley; de tal manera que no será adúltera si fuere de otro marido.

El primer aspecto que se refleja en la lectura de estos pasajes con relación al repudio, es que la restricción dada por el Hijo de Dios es aplicable tanto al hombre como a la mujer con respecto a su cónyuge.

Otros aspectos que se manifiestan con toda claridad son los resultados del repudio, sobre cuya base se fundamenta la prohibición del mismo. Este implica varias consecuencias:

1. Cuando el hombre repudia a su mujer, excepto por causa de fornicación, además del dolor y el sufrimiento que le causa, si él se casa con otra la primera consecuencia inmoral es que comete adulterio.

2. La segunda consecuencia es que hace que la repudiada cometa adulterio, lo cual sucedería si ella se casara de nuevo.

3. La tercera consecuencia es que el que se case con la repudiada comete adulterio.

Por tales razones, para evitar todos estos desórdenes morales el Señor Jesús nos dejó una salvedad: la única razón por la que el hombre puede repudiar a su mujer, según lo declaran nuestras versiones de la Biblia al español, es por causa de fornicación. De no ser así, según lo que se puede deducir de las palabras de Cristo y del apóstol Pablo según los pasajes leídos, tanto el hombre como la mujer están atados a la ley del matrimonio mientras su cónyuge viva.

Según la información proporcionada en el 1Diccionario Griego–Español del Nuevo Testamento, la palabra fornicación es traducida del griego “porneía”, al que se le atribuyen los siguientes significados: prostitución, fornicación, inmoralidad sexual, unión carnal ilegítima e incesto.

Resulta evidente, que cada una de estas anomalías es estrictamente reprobada por la Palabra de Dios, según lo comprobaremos en el desarrollo de nuestro estudio. Por lo que, algunos creyentes asumen que, cuando cualquiera de ellas se pone de manifiesto en un matrimonio, pudiera ser aplicable la salvedad del repudio.

Algunas Iglesias, sin embargo, no se acogen a este concepto en su totalidad. Nuestra Iglesia, por ejemplo, ha valorado solamente la "fornicación", la "unión carnal ilegítima" y el "incesto", entre los demás elementos comprendidos en el mismo. Para ello, se apoya en las declaraciones de las Sagradas Escrituras, en cuyos casos la unión conyugal es reprobada por Dios. Veamos la aplicación de cada uno de estos elementos:

Fornicación: Al hacer uso de este término encontramos una clara referencia a los casos de fornicación bajo la existencia de un contrato de esponsales, según 51Deuteronomio capítulo 22: versículos 13 al 21. En este caso, según la declaración de las Escrituras, la fornicaria era condenada por la ley mosaica con la pena capital. Pero en tiempos de Cristo existía la posibilidad de que ella fuera exonerada por las leyes romanas, las cuales según 51Juan capítulo 18: versículos 30 y 31, no les permitían a los judíos ejecutar la pena de muerte por sí mismos. Pero de todas suertes, el hombre estaba en todo su derecho de repudiar a la fornicaria, y por el hecho de hacerlo él no cometía adulterio ni hacía que ella adulterara. Se entiende, por lo tanto, que los casos de esta índole están incluidos en el concepto de la salvedad del repudio dada por nuestro Mesías.

Unión carnal ilegítima: Este concepto hace alusión a una especie de convivencia de pareja o unión conyugal, no reconocida ante las leyes ni la sociedad. Este tipo de relación es conocida como concubinato y calificada también como fornicación. Es altamente reprobada por Dios en muchos pasajes de las Escrituras, entre los cuales se encuentra, por ejemplo, 51Primera de Corintios capítulo 6: versículo 18. De manera que, en este caso el hombre puede repudiar a la mujer, y no por ello comete adulterio, aunque se case con otra, por cuanto no es legítimamente casado con su cónyuge. Por lo tanto, tampoco hace que ella adultere, aunque se case con otro hombre, debido a que ella tampoco era legítimamente casada con él. El que se case con la repudiada tampoco comete adulterio, porque ella es una mujer libre para casarse con quien quiera, dentro de los términos legales.

Incesto: Este concepto se refiere a uniones conyugales entre parientes muy cercanos, en alto grado prohibidas por Dios, según las definiciones reflejadas en las Sagradas Escrituras. Véase 51Levítico capítulo 20: versículos 17 y 19 al 23. En este caso, el hombre puede repudiar a su mujer aun siendo legítimamente casados ante la ley y la sociedad, y ninguno de ellos dos, ni sus nuevos contrayentes, cometen adulterio. Pues su matrimonio se había llevado a efecto violando un principio de la ley de Dios, que lo hacía reprobado y nulo para los efectos divinos. Por lo cual, ambos quedan libres para casarse de nuevo.

La postura teológica de esta y otras Iglesias, es que el hombre puede repudiar a su mujer únicamente en los casos referidos, por cuanto la unión conyugal en cada uno de ellos es desaprobada por Dios, y por lo tanto, el repudio no viola el principio expresado por Cristo: “Lo que Dios Juntó no lo aparte el hombre.” Por ello, en los demás casos no admiten el segundo matrimonio mientras el primer cónyuge viva. Todo basado en el sagrado temor de tomar decisiones que pudieran no tener la aprobación de Dios, debido a la violación del concepto expresado. En este caso, es fundamental tener en cuenta que nadie va a lograr que estas Iglesias cambien su concepción teológica, bajo ninguna circunstancia.

DELIBERACIONES

Según el criterio de la mayoría de los estudiosos, en las aseveraciones de nuestro Señor, reflejadas en los pasajes de 51Mateo capítulo 5: versículo 32 y 51Marcos capítulo 10: versículos 11 y 12, hay detalles de vital importancia que necesitamos tomar en cuenta, donde la frase “por causa de fornicación”, juega un papel determinante. Nótese que según 51Mateo capítulo 5: versículo 32 dice que, el que repudiare a su mujer, fuera de “causa de fornicación”, hace que ella adultere; y el que se casare con la repudiada, comete adulterio.

Evidentemente, la causa de fornicación en un matrimonio legítimo que no sea reprobado por Dios según su Santa Palabra, se le atribuye a la infidelidad. Ahora bien, téngase en cuenta que, según la descripción de este pasaje, el hombre no ha cometido adulterio, por cuanto no dice que se haya casado con otra. En este caso, si ella se casa con otro adultera, y aun el que se case con ella, comete adulterio. Lo que indica claramente, que aquí no aplica la salvedad del repudio dada por Jesucristo. A diferencia de ello, en el pasaje de 51Marcos capítulo 10: versículos 11 y 12, dice que, cualquiera que repudiare a su mujer, y se casare con otra, comete adulterio contra ella. Y si la mujer repudiare a su marido y se casare con otro, comete adulterio. Nótese que, en este pasaje, el adulterio se hace presente en el momento mismo en que el hombre repudia a su mujer y se casa con otra. Evidentemente, antes de la acción tomada por el hombre, no había ningún caso de fornicación en el matrimonio, pero sí, después de eso. Vale señalar que, en este caso, no dice lo mismo que en 51Mateo capítulo 5: versículo 32, que si ella se casa con otro adultera, y que el que se case con ella comete adulterio. Todo parece indicar que al hacerse presente el caso de fornicación, debido a que el hombre es señalado como adúltero por haberse casado de nuevo, ella queda amparada bajo la salvedad del repudio. Lo mismo sucedería con el hombre, si es la mujer quien lo repudia y se casa con otro, según este pasaje.

En 51Romanos capítulo 7: versículos 2 y 3 el apóstol Pablo declara que la mujer que está sujeta a marido, mientras el marido vive está obligada a la ley; mas muerto el marido, libre es de la ley del marido. El mismo concepto es confirmado en 51Primera de Corintios capítulo 7: versículo 39 Sin embargo, se asume con todo el sentido de la lógica, según la declaración de los pasajes anteriores, que esta sentencia se mantiene para la mujer, mientras que el hombre no la repudie y se case con otra.

Nuestros estudiosos señalan además, que no podemos pasar por alto los elementos "prostitución" e "inmoralidad sexual" incluidos en el concepto del término porneía. Asumen que, cuando cualquiera de los factores comprendidos en el mismo se pone de manifiesto en un matrimonio, puede ser aplicable la salvedad dada por el Hijo de Dios. Exponen que, de ninguna manera se debe pasar por alto el concepto de inmoralidad sexual, que incluye la "prostitución", la "fornicación", la "unión carnal ilegítima" y el "incesto".

Por tal razón, la mayoría de los analistas bíblicos están de acuerdo en que, la traducción al español del término porneía, no debiera ser precisamente "fornicación", como se ha mantenido tradicionalmente, sino "inmoralidad sexual", tal como lo aplican algunas versiones. Porque a través de este elemento, se pueden expresar todos los relacionados en una sola aplicación.

Estos estudiosos exponen, además, que tampoco se ha tomado en cuenta la procedencia de la sentencia emitida por Jesucristo, debido a que sus discursos y enseñanzas están basados sobre los principios religiosos que tienen su origen en el hebreo bíblico. Alegan que Él debió haber fundamentado su declaración en la terminología  2hebrea “zenunim”: fornicación, prostitución, infidelidad 2(Génesis capítulo 38: versículo 24), o en el uso abreviado del mismo: “zenut”, con igual significado. Traducido al griego por el escritor, según su término correspondiente: “porneía”.

Veamos, por lo tanto, el análisis relacionado con los elementos prostitución e inmoralidad sexual:

Prostitución: Al hacer uso de este concepto aplicado al término porneía, teniendo en cuenta su trascendencia en el original hebreo, todo parece indicar que no existe otra opción más lógica, sino que el mismo se refiere a los casos de matrimonios legítimos en que la mujer se ha prostituido.

Tomemos en cuenta la declaración de las Escrituras en la que esta tendencia se apoya, con referencia a esta práctica inmoral.

51Primera de Corintios capítulo 6: versículos 15 al 19: "¿Quitaré pues los miembros de Cristo, y los haré miembros de una ramera? Lejos sea. 16¿O no sabéis que el que se junta con una ramera, es hecho con ella un cuerpo? Porque serán, dice, los dos en una carne. 17Empero el que se junta con el Señor, un espíritu es. 18Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre hiciere, fuera del cuerpo es; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. 19¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?"

Este pasaje indica con perfecta claridad que el creyente fiel no debe mantener ningún vínculo que lo comprometa o lo contamine con el pecado de la prostitución. Admiten que cuando este fenómeno se hace presente en un matrimonio, el hombre debe separarse y mantenerse libre de tan abominable contaminación.

Ahora bien, debido a que este es uno de los elementos comprendidos en el concepto del término “porneía”, fundamentado en el hebreo “zenunim”, ellos asumen que la salvedad dada por Cristo, justifica el repudio en los casos de prostitución en el matrimonio. Lo cual, le permite al hombre despedir a su mujer, y no por ello comete adulterio, ni hace que la repudiada adultere, pues ella es adúltera por sí misma.

Inmoralidad sexual: Este concepto aplicado al término porneía, con referencia a un matrimonio legítimo pudiera incluir varios factores de carácter inmoral que lo identifiquen. No obstante, la manifestación de cualquiera de ellos debe constituir, lógicamente, un acto de infidelidad conyugal, expresado en el término 2hebreo zenunim, aplicable igualmente al concepto de porneía. En este caso, ellos asumen también que cuando este fenómeno inmoral se hace presente en un matrimonio, si el hombre repudia a su mujer, no por ello hace que ella cometa adulterio, porque, así como en el caso anterior, ella se convirtió en adúltera por sí misma. Según 51Deuteronomio capítulo 24: versículos 1 al 4, Dios prohíbe al hombre tomar de nuevo a su mujer después de haber sido mancillada por otro. Y según 51Números capítulo 5: versículos 12 al 31, la mujer adúltera era sancionada con una fuerte maldición que la hacía inepta para que el hombre la volviera a tomar por mujer. Mientras que su marido era declarado libre de iniquidad. Aunque bajo la dispensación de la gracia, ella es exonerada de la maldición de la ley.

No obstante, de acuerdo a la salvedad concedida por el mismo Señor, pareciera indicar que el hombre está en plena libertad de despedirla, como en el caso de la fornicación y los demás elementos considerados.

Este estudio enfatiza dos concepciones principales: la expuesta por las Iglesias más conservadoras y la relacionada con las deliberaciones teológicas. En resumen, según los detalles analizados, los cristianos de tendencia liberal, alegan que la salvedad del repudio dada por el Mesías es aplicable en cualquier caso de inmoralidad sexual en el matrimonio; que es lo único que anula su sentencia de "lo que Dios juntó no lo aparte el hombre". Mientras que los conservadores alegan que dicha salvedad se refiere a los casos en que el matrimonio o la unión conyugal se haya llevado a efecto bajo la reprobación divina, como el concubinato, el incesto o la infidelidad bajo un contrato de esponsales según 51Deuteronomio capítulo 22: versículos 13 al 21. Todo lo cual está implicado en la inmoralidad sexual. En tales casos no aplica el concepto de "lo que Dios juntó". Y por ende, el repudio no viola la sentencia emitida por nuestro Señor.

Mi más encarecido consejo es, por consiguiente, que de ser posible, se haga todo esfuerzo honesto por mantener la integridad de la familia, a través del uso práctico y efectivo del perdón y la reconciliación conyugal, siempre que se logren resultados objetivos. De otra manera, la mejor opción que pudiera tomar la persona en un caso semejante debe ser acorde con las palabras del apóstol Pablo, según 51Romanos capítulo 14: versículo 22, donde dice: …"Bienaventurado el que no se condena a sí mismo en lo que aprueba."

Así doy por concluido este estudio acerca del pacto matrimonial, con las siguientes palabras del apóstol Pablo:

"Honroso es en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; mas a los fornicarios y a los adúlteros juzgará Dios." 51(Hebreos capítulo 13: versículo 4).

APÉNDICE

Sugiero ver este apéndice, de preferencia en el libro impreso. Para verlo en digital, solo toque este enlace.

De esta manera finalizo este tratado, con la esperanza de que los estudiantes que hayan aprovechado bien el estudio de esta selección de temas, se hayan apropiado de los conocimientos necesarios acerca de Dios y de su plan de redención. A través de ellos pueden encontrar un gran apoyo mediante la lectura consecutiva de las Sagradas Escrituras, en las cuales se encuentra una maravillosa abundancia de declaraciones que corroboran y enriquecen cada uno de los contenidos tratados en este curso. Mi esperanza y mi gran anhelo es que tales conocimientos los puedan ayudar a sentir la necesidad de buscar el camino de la salvación, que solo se encuentra a través del Mesías, el Hijo de Dios.

Si el estudiante no hiciera su decisión de inmediato, estas instrucciones le serán de utilidad para que pueda decidir en el futuro. Pero no sabemos qué será del mañana. Hoy es el día aceptable, hoy es el día de salvación, mañana pudiera ser demasiado tarde. Por favor, no permita que el juicio eterno lo sorprenda sin haber aceptado a Jeshúa como su Salvador, de otra manera, usted no tendría excusa ante el Tribunal Divino el día del juicio final.

PARÁBOLA DEL SEMBRADOR

Nuestro Señor Jesucristo refirió una parábola según 51Lucas capítulo 8: versículos 5 al 15, acerca de aquellos que se les enseña del evangelio, diciendo:

"Uno que sembraba, salió a sembrar su simiente; y sembrando, una parte cayó junto al camino, y fue hollada; y las aves del cielo la comieron. 6Y otra parte cayó sobre la piedra; y nacida, se secó, porque no tenía humedad. 7Y otra parte cayó entre las espinas; y naciendo las espinas juntamente, la ahogaron. 8Y otra parte cayó en buena tierra, y cuando fue nacida, llevó fruto a ciento por uno. Diciendo estas cosas clamaba: El que tiene oídos para oír, oiga. 9Y sus discípulos le preguntaron, diciendo, qué era esta parábola. 10Y él dijo: A vosotros es dado conocer los misterios del reino de Dios... 11Es pues ésta la parábola: La simiente es la palabra de Dios. 12Y los de junto al camino, éstos son los que oyen; y luego viene el diablo, y quita la palabra de su corazón, porque no crean y se salven. 13Y los de sobre la piedra, son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; mas éstos no tienen raíces; que a tiempo creen, y en el tiempo de la tentación se apartan. 14Y la que cayó entre espinas, éstos son los que oyeron; mas yéndose, son ahogados de los cuidados y de las riquezas y de los pasatiempos de la vida, y no llevan fruto. 15Mas los que en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y llevan fruto en paciencia."

Estimado estudiante, ¿a cuál de estos grupos pertenece usted? Quiera Dios que sea al de la buena tierra, y que logre llevar frutos a ciento por uno. De no ser así ore a Dios, que Él puede hacer de su corazón un terreno fértil, en el que su santo evangelio pueda nacer, crecer y llevar frutos para vida eterna.

SUGERENCIA DEL AUTOR

Mi sugerencia a todos los estudiantes que hayan logrado asimilar el contenido de este tratado y que quieran salvar su alma, es que acudan a Jesucristo y lo acepten como su Salvador, uniéndose a cualquier Iglesia o congregación cristiana.

Cualquiera que sea la Iglesia que usted decida seguir, solo tenga en cuenta las palabras del apóstol Pablo según 51Romanos capítulo 14: versículo 22: …“Bienaventurado el que no se condena a sí mismo en lo que aprueba.” No quiere decir que la congregación salve directamente a nadie porque la salvación pertenece solamente a Dios, a través de Jesucristo, pero el grupo al que usted se una puede ayudarlo a conducirse de acuerdo a los verdaderos principios de la santa doctrina, o bien puede desviarlo de ellos.

Mi mayor deseo es que Dios lo bendiga de manera muy especial!

NOMBRES DEL PADRE Y DEL HIJO

Basado en el concepto emitido en la contraportada del libro impreso, titulada: “Busque la verdad y síganla”, he querido tomar en consideración el estudio de este tema. Pues debido a su gran repercusión actual, los estudiantes de la Biblia somos frecuentemente cuestionados. Por lo cual, después de haberme asesorado con las evidencias presentadas por algunos de los eruditos más reconocidos en la materia, y con maestros especialistas en la enseñanza del hebreo, he decidido compartirlo como un valioso complemento del contenido de este tratado. Con el fin de que el lector adquiera una información convincente y satisfactoria al respecto. El mismo está relacionado con el conocimiento de lo que revela el texto en los idiomas originales hebreo y griego acerca de los nombres de Dios el Padre y del Mesías el Hijo, con evidencias históricas y gramaticales de las traducciones y las transliteraciones, basadas en el uso de sus nombres en nuestras versiones de la Biblia al español.

Para poderle ofrecer una enseñanza detallada, mejor definida y más convincente de este relevante tema, con la inserción de las terminologías y caracteres del texto griego y del hebreo, solo toque este enlace.

MINISTERIO EVANGELÍSTICO INDIVIDUAL

Un importante mensaje para usted: Nuestro Señor Jesucristo refirió una parábola acerca de aquellos que hemos recibido y aceptado las enseñanzas de su santo evangelio, diciendo:

51Mateo capítulo 25: versículos 14 al 30: "Porque el reino de los cielos es como un hombre que partiéndose lejos llamó a sus siervos, y les entregó sus bienes. 15Y a éste dió cinco talentos, y al otro dos, y al otro uno: a cada uno conforme a su facultad; y luego se partió lejos. 16Y el que había recibido cinco talentos se fué, y granjeó con ellos, e hizo otros cinco talentos. 17Asimismo el que había recibido dos, ganó también él otros dos. 18Mas el que había recibido uno, fué y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor. 19Y después de mucho tiempo, vino el señor de aquellos siervos, e hizo cuentas con ellos. 20Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; he aquí otros cinco talentos he ganado sobre ellos. 21Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré: entra en el gozo de tu señor. 22Y llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; he aquí otros dos talentos he ganado sobre ellos. 23Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré: entra en el gozo de tu señor. 24Y llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste, y recoges donde no esparciste; 25Y tuve miedo, y fuí, y escondí tu talento en la tierra: he aquí tienes lo que es tuyo. 26Y respondiendo su señor, le dijo: Malo y negligente siervo, sabías que siego donde no sembré y que recojo donde no esparcí; 27Por tanto te convenía dar mi dinero a los banqueros, y viniendo yo, hubiera recibido lo que es mío con usura. 28Quitadle pues el talento, y dadlo al que tiene diez talentos. 29Porque a cualquiera que tuviere, le será dado, y tendrá más; y al que no tuviere, aun lo que tiene le será quitado. 30 Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera: allí será el lloro y el crujir de dientes."

Apreciado estudiante, esta parábola de nuestro Señor, nos deja una clara enseñanza. Consiste en que una vez que nosotros recibamos el mensaje de las buenas nuevas de salvación y lo hayamos aceptado en nuestro corazón, estamos en el deber de comunicárselo a otros, o al menos contribuir de alguna manera efectiva con la proclamación del mismo. El mismo Señor nos pedirá cuentas en aquel gran día, y si hemos cumplido con nuestro cometido recibiremos la más hermosa recompensa; pero si por el contrario, hemos escondido el talento que Él nos entregó, entonces será lamentable nuestra situación.

Quiero decirle con toda honestidad, que desde que fui instruido en este glorioso evangelio y tuve conocimiento de esta parábola de nuestro Mesía , he sentido un constante llamamiento en mi corazón, y una gran responsabilidad por granjear, con toda eficiencia, con el talento que Él me ha entregado. Por tal razón, he trabajado incansable y vehementemente durante varios años en la elaboración de este tratado, que aunque me ha costado mucho sacrificio, por cuanto lo he tenido que hacer bajo difíciles circunstancias y generalmente con muy pocos recursos, me siento seguro, sin embargo, que con la permisión y la ayuda de Dios estará al alcance de muchas almas y a través de los años, muchos inspirados en las instrucciones de su contenido, podrán tomar el camino de la salvación y de la vida eterna, que es solo por gracia mediante Jesucristo.

Conclusión: Teniendo en cuenta la gran importancia del asunto tratado, quiero invitarlo en el nombre de Jesucristo, a que una vez concluido el estudio de este libro si lo ha asimilado y si el Espíritu Santo ha operado un cambio en su corazón y usted está decidiendo aceptar a Yesúa el Mesías como su Salvador, que no entierre su talento, sino que contribuya con la obra de la evangelización en la medida que usted lo entienda y lo sienta en su corazón. Existen muchas maneras de granjear con el talento que el Señor ponga en sus manos. Si usted siente que tiene vocación para llevar personalmente el mensaje a las almas, pudiera hacerlo usando este libro como manual para sus estudios bíblicos. De otra manera, usted puede suministrarles el libro a las personas interesadas en estudiarlo por sí mismas.

El mayor de mis deseos es que Dios lo bendiga de manera muy especial y que no entierre su talento.

Recuerde, que en su gran revelación apocalíptica el Señor nos dejó también el siguiente mensaje:

51Apocalipsis capítulo 22: versículo 12: "Y he aquí, yo vengo presto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según fuere su obra."

Si desea comunicarse con nosotros, por favor, tenga la amabilidad de contactarnos a través de nuestro correo electrónico: escuelabiblicaelemental@gmail.com.

REFLEJOS DE LA POESÍA BÍBLICA

Basado en mis modestos conocimientos adquiridos en el estudio de este tema debo exponer, en primer lugar, que la Biblia no es un simple libro de poesía como lo quieren hacer ver algunos enemigos de la fe cristiana. Por tratarse de una obra literaria en que la mayoría de sus autores fueron hebreos, además de contener algunos libros poéticos como los Salmos y otros, la Biblia está enriquecida de esta característica de su cultura, principalmente el Antiguo Testamento. En el Nuevo Testamento sólo aparece poesía en unos pocos casos aislados, principalmente en citas del Antiguo Testamento, o en los casos en que el pensamiento hebreo era predominante en el escritor, aunque lo haya expresado en griego.

50A diferencia de la mayor parte de la poesía moderna occidental, la poesía hebrea no depende de un esquema de versos con acento y rima que se repiten en forma regular. O sea, no tiene nada que ver con el género de la poesía que la mayoría de nosotros conocemos. Su acento es irregular y su rima, no existe, a no ser accidental. La base métrica más significativa del verso hebreo se refleja en forma de simetría equilibrada de forma y sentido, conocida como paralelismo. Es digno de destacarse que este rasgo poético se ha traducido casi intacto al castellano. Aunque se desconoce el origen del paralelismo, debe observarse que el elemento del mismo, como rasgo característico de la poesía hebrea, es compartido por otras literaturas antiguas como la egipcia, la asiriobabilónica y la cananea.

Se reconocen en general tres formas primarias de paralelismo: 1. Paralelismo sinónimo, en el cual el pensamiento fundamental se repite con palabras e imágenes diferentes en la segunda línea del dístico. Veamos un par de ejemplos de cada una de estas formas:

"Juntaos y oíd, hijos de Jacob, Y escuchad a vuestro padre Israel" 51(Génesis capítulo 49: versículo 2).

"Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el Corazón; El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos" 51(Salmos 19: versículo 8).

Nótese que los sinónimos del paralelismo en el primer versículo, son Jacob en la primera línea, con su sinónimo Israel, en la segunda línea. Mientras que en el segundo versículo el paralelismo lo forman: los mandamientos de Jehová en la primera línea y el precepto de Jehová en la segunda.

Debo aclarar al lector que las letras remarcadas o en negrita que inician una frase en estos pasajes bíblicos, indican que esa frase corresponde, según el orden poético del verso, a la línea siguiente. Aunque en la mayoría de las versiones modernas de la Biblia en español, aparecen como una frase seguida de la otra, estas se reconocen por su letra inicial mayúscula, pese a que, gramaticalmente la palabra no la requiera.

2. Paralelismo antitético o contrastado, en el cual el pensamiento de la primera línea de un dístico es explicado más ampliamente por su contraste o inversión en la segunda línea. Por ejemplo:

"Así perezcan todos tus enemigos, oh Jehová; Mas los que te aman, sean como el sol cuando sale con su fuerza" 51(Jueces capítulo 5: versículo 31).

"Porque Jehová conoce el camino de los justos; Mas la senda de los malos perecerá" 51(Salmos 1: versículo 6).

Esta forma de paralelismo en el primero de estos versículos, se refleja en: tus enemigos, con los efectos que le preceden: Así perezcan todos. Esto, en contraste con la segunda línea: los que aman a Jehová, con sus correspondientes efectos: sean como el sol cuando sale con su fuerza.

En el segundo de estos versículos, el paralelismo de la primera línea se refleja en: el camino de los justos el cual Jehová conoce. En contraste con la segunda línea: la senda de los malos, la cual perecerá.

3. Paralelismo sintético o tácito, en el cual la segunda línea del dístico añade un pensamiento a la primera como para completar la, aumentarla o intensificarla. Los dos versos pueden tener una relación de causa y efecto, premisa y conclusión, proposición y suplemento, etc. Por ejemplo:

"Pero yo he puesto mi rey Sobre Sión, mi santo monte" 51(Salmos 2: versículo 6).

"Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, Para ver si había algún entendido, Que buscara a Dios" 51(Salmos 14: versículo 2).

"Mejor es la comida de legumbres donde hay amor, Que de buey engordado donde hay odio" 51(Proverbios capítulo 15: versículo 17).

Esta es una forma de paralelismo más compleja, que requiere de un poco de entendimiento de la poesía hebrea para poderlo asimilar y dar una explicación correcta. Por no ser mi especialidad, he preferido omitir ese detalle.

Formas secundarias de paralelismo: Además de las formas primarias de paralelismo se han reconocido tres modalidades secundarias: 1. Paralelismo emblemático: un tipo embellecido de paralelismo sinónimo, en el cual se usa una figura literaria o imagen de alguna especie para desarrollar el pensamiento. Veamos un ejemplo de cada caso:

"No te impacientes a causa de los malignos, Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad. Porque como hierba serán pronto cortados, Y como la hierba verde se secarán" 51(Salmos 3: versículos 1 y 2).

2. Paralelismo de clímax o en forma de escalera: vigoroso tipo de paralelismo sintético en el cual se repiten y se vuelven a usar una palabra o frase claves, o varias palabras o frases, hasta que se completa el pensamiento al final del prolongado paralelismo. Por ejemplo:

Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra. No dará tu pie al resbaladero, Ni se dormirá el que te guarda. He aquí, no se adormecerá ni dormirá El que guarda a Israel" 51(Salmos 121: versículos 1 al 4).

3. Paralelismo introvertido, una clase de paralelismo en el cual la primera y la última línea de una serie son semejantes y abarcan una cantidad de líneas que desarrollan la idea básica. Por ejemplo:

"A ti, oh Jehová, clamaré, Y al Señor suplicaré. ¿Qué provecho hay en mi muerte cuando descienda a la sepultura? ¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará tu verdad? oye, oh Jehová, y ten misericordia de mí; Jehová, sé tú mi ayudador" 51(Salmos 30: versículos 8 al 10).

Existen algunas variantes más del paralelismo hebreo, que no podremos tratar en esta ocasión. Pero además de los factores de paralelismo y acento irregular de la poesía hebrea, son dignos de mención otros elementos del verso, tales como la estrofa, el estribillo, la estructura en forma de acróstico, la asonancia y la dicción vívida.

Aunque nada tenga que ver con nuestra poesía occidental, basada principalmente en el concepto de la rima. Ciertamente, en la poesía de los hebreos la belleza del pensamiento y de la forma se combinan en una unión perfecta. La luz de la vida refulge desde una hermosa lámpara. La joya de la verdad reluce en un cofre resplandeciente. Adoremos al Señor en la hermosura de su santidad.

Si usted desea obtener un conocimiento más detallado acerca de este tema, tenga en cuenta la reseña indicada de la 50bibliografía correspondiente.

CÁLCULOS DE FECHAS PARA ACONTECIMIENTOS BÍBLICOS

Según parece, la fecha más significativa reconocida por la historia secular, de la cual podamos tomar una mejor referencia, en relación con los acontecimientos bíblicos de la antigüedad, está relacionada con la destrucción de Jerusalem por el rey Nabucodonosor en 587-586 a. C. Por lo cual, nuestros cálculos de fechas, en este caso, deben ser establecidos teniendo en cuenta este dato histórico, en coordinación con la información que nos ofrecen las Sagradas Escrituras.

Primer detalle: 621 años desde el pacto de Dios con Abraham, hasta la promulgación de la ley en el Sinaí. Es decir, un año desde el pacto con Dios, hasta el nacimiento de Isaac 51(Génesis capítulo 17: versículos 1 al 5; capitulo 21: versículo 5); sesenta años desde el nacimiento de Isaac hasta el nacimiento de Jacob 51(Génesis capítulo 25: versículo 26); ciento treinta años desde el nacimiento de Jacob hasta que descendió a Egipto con su familia 51(Génesis capítulo 47: versículo 9); cuatrocientos treinta años de permanencia del pueblo de Israel en Egipto hasta su liberación 51(Éxodo capítulo 12: versículo 40). Esto es: 1 más 60 más 130 más 430 = 621.

Segundo detalle: 480 años desde la salida de Egipto o la promulgación de la Ley pocos meses después, hasta el inicio de la construcción del templo de Salomón. 51(Primera de Reyes capítulo 6: versículo 1).

Tercer detalle: 427 años de reinado de los reyes de Judá desde el cuarto año de Salomón, en que se inició la construcción del templo, hasta la destrucción de Jerusalem y la transmigración a Babilonia en 587 a. C. 51(Segunda de Crónicas capítulos 1 al 36).

Detalles de los diferentes períodos de reinado: Salomón 36 años (más 4 años antes iniciar la construcción del templo); Roboam 17 años, Abías 03 años, Asa 39 años, Josaphat 25 años, Joram 08 años, Ochôzías 01 año, Athalía 06 años, Joas 40 años, Amasías 29 años, Uzzías 52 años, Joatham 16 años, Achâz 16 años, Ezechîas 29 años, Manasés 55 años, Amón 2 Años, Josías 31 años, Joachâz (3 meses), Eliacim-Joacim 11 años, Joachîn (tres meses y diez días) y Sedecías 11 años.

Total, de los diferentes períodos: 427 años hasta la destrucción de Jerusalem y deportación a Babilonia en 587 a. C.

Cálculo de la fecha del nacimiento de Abraham: La operación matemática presentada de la manera más sencilla, es como sigue: 621 + 480 + 427 = 1, 528 + 99 años que tenía Abraham cuando Dios hizo pacto con él 51(Génesis capítulo 17: versículo 1), es igual a 1, 627 años desde su nacimiento hasta 587 a. C. A esto hay que restarle 49 años por concepto de la diferencia entre los años hebreos bíblicos y los años del calendario gregoriano.

Este concepto se toma en cuenta para fechas anteriores al siglo VI a. C. cuando todavía no se había instituido el año bisiesto hebreo. 36La diferencia consiste en que el año lunar bíblico, constaba solamente de 354 días, para una diferencia de once (11) días con relación al año gregoriano que es de 365 días. Para ello se toman en consideración solo los años comprendidos desde el acontecimiento bíblico, como el nacimiento de Abraham, por ejemplo, hasta 587 a. C. por cuanto, a partir de esta fecha, los años tenemos que contarlos de 365 días, ya que la misma consiste en una fecha histórica marcada por el calendario gregoriano. En este caso el período bíblico de referencia, como vimos anteriormente, es de 1, 627 años, los cuales, multiplicados por 11 es igual a 49 años; por lo que, tenemos entonces, mil 627-49 = 1, 578 + 587 = 2, 165. Por lo tanto, la fecha más exacta calculable para el nacimiento de Abraham, basados en los detalles descritos, sería  alrededor de 2160 a. C. No obstante, según los datos aportados por expertos en el tema, la Septuaginta declara en Éxodo 12: 40 que los 430 años fue entre Egipto y Canaán, quiere decir, 215 en Canaán, antes de descender a Egipto, y 215 en Egipto. Dicen que el Pentateuco Samaritano dice lo mismo, y que Flavio Josefo dice que los Israelitas abandonaron a Egipto 430 años después de que el antepasado de Abraham vino a Canaán, pero 215 años después que Jacob se mudó a Egipto. Alegan que las traducciones modernas dicen que los 430 años fuero en Egipto, porque es lo que dice el texto masorético del Códice de Leningrado del siglo XI d C., del cual, la mayoría de estas fueron traducidas, a diferencia de la Septuaginta, que fue traducida de manuscritos más antiguos, de más de mil años antes, en 250 a C. Los cuales ya no existen. Y similarmente sucedió con el Pentateuco Samaritano. Alegan que todo ello se debe a que en el texto masorético eliminaron a Canaán de este dato. Dicen que estos datos coinciden con la referencia hecha por el apóstol Pablo en Gálatas 3, 16 y 17. Quien conoció y tuvo acceso a los textos anteriores al Texto masorético, igual que Flavio Josefo.

Por lo tanto, teniendo en cuenta este detalle tenemos que situar el nacimiento de nuestro Patriarca, alrededor de 1940 a C.

Estos datos declaran además, según cálculos lógicos, que la esclavitud del Pueblo hebreo fue por lo tanto, mucho menos de los 215 años que ellos vivieron en Egipto. 

Cálculo de la fecha de la promulgación de la ley bíblica: Si sumamos los 480 años existentes desde la salida de Egipto o la promulgación de la ley en Sinaí pocos meses después, hasta el inicio de la construcción del templo de Salomón, más 427 años desde el inicio de la construcción del templo hasta la transmigración de Babilonia en 587 a. C. los resultados obtenidos serán 907 años, los cuales multiplicados por 11 días, por concepto de diferencia de calendarios, aplicando el mismo concepto matemático usado anteriormente, es igual a 27 años. Esto es 907-27 = 880 años + 587 años desde la transmigración de Babilonia hasta el Mesías, son 1, 467 años. Por lo que, la salida del pueblo de Israel de Egipto, así como la promulgación de la ley, pueden ser fechadas alrededor de 1460 a. C.

Evidentemente, varios escritores cristianos de reconocido rango, basados en otros conceptos, han expuesto diferentes fechas para cada uno de estos acontecimientos, aunque casi ninguno concuerda con los demás. No obstante, con el mayor respeto de los que prefieran guiarse por ellos, para mí no existe otro método más genuino y exacto que el que nos proporcionan los datos de las Sagradas Escrituras con el apoyo del calendario hebreo, tal como lo he presentado en este estudio. De otra manera estaría poniendo en duda la autenticidad del relato bíblico.

BIBLIOGRAFÍA

1 Ortiz, Pedro, V., S.J., Concordancia Manual y Diccionario Griego-Español del Nuevo Testamento, (Madrid: Sociedad Bíblica) 2000, c1997.

2 Ortiz V., Pedro, Léxico Hebreo-Español y ArameoEspañol, (Santa Engracia, Madrid: Sociedad Bíblica) 2000.

3 Diccionario Expositivo de Palabras del Antiguo y Nuevo Testamento Exhaustivo de –Vine–.

4Biblia Hebraica Stuttgartensia, (Deutsche Bibelgesellschaft Stuttgart) 1990.

5 http://ec.aciprensa.com/wiki/Santísima_Trinidad#1.

6 Nuevo Testamento Interlineal Griego-Español por Francisco Lacueva. Editorial CLIE 1984 (Barcelona).

7Antiguo Testamento Interlineal Hebreo–Español por Francisco Lacueva.

8 "Todavía Remueve Piedras" De Max Lucado.

9 Enciclopedia Judaica Castellana. Citado en el comentario del Segundo Mandamiento por Vicente Amor, con la intervención del obispo Ventura Luis.

10 Nuevo Diccionario Bíblico Certeza.

11 http://bluis.org/.

12 Enciclopedia Ilustrada de Historia de la Iglesia, por Samuel Vila y Darío A. Santamaría.

13 Council of Laodicea, c. 337 D.C., canon 29, citado en C. J. Hrfele, A History of the Councilc of the Church, vol. 2, p. 316. Tomado de La Gran Controversia, por E. G. White…

14 Bishop Eusebius, citado en J. P. Migne, “Patrolegie,” p 23, 11691172. Tomado de La Gran Controversia, por E. G. White…

15 James T. Ringgold, The Law of Sunday, p. 267. Tomado de La Gran Controversia, por E. G. White…

16Aland, Kurt, Black, Matthew, Martini, Carlo M., Metzger, Bruce M., and Wikgren, Allen, The Greek New Testament, (Deutsche Bibelgesellschaft Stuttgart) 1983.

19 http://www.valera1909.com/. (Este sitio está deshabilitado).

20 Pequeño Larousse Ilustrado. Edición 1986. Por Ramón García – Pelayo y Gross.

21 https://www.rae.es/inicio: Diccionario de la Real Academia Española -Vigésima segunda edición.

22 Página Web: www.defiendetufe.org.

23 https://www.etymonline.com/. Online Etymology.

24 Versión Vulgata Latina.

25Diccionario de Ciencias Eclesiásticas, por Perujo y Angulo (Barcelona, 18831890).

26 Codex Justinianus, lib. 3, tit. 12, párr. 2 (3).

27 http://linajeescogido.tripod.com/Temas%20de%20Estudio/. Nota: Este Sitio ha sido privatizado.

28 http://www.quecomoquien.es/e/diosesasirios/. Nota: este Sitio Web cambió su temática.

29 El Conflicto de Los Siglos, por E. H. White.

30Auxiliar Bíblico Portavoz: Descripción correspondiente a los libros de Génesis, Éxodo y Levítico.

31http://www.avanzapormas.com/testimonios/luispasteurylabiblia.html. Este Sitio Web ya no está en existencia.

32 Tomado de una importante obra literaria no registrada.

33 Tomado de una valiosa obra literaria no registrada.

34 Reflexión tomada de la expresión verbal de Vicente Amor, no de alguna de sus obras literarias.

35 Vicent J. Kelly, Domingo prohibido y ocupaciones de día de ayuno, 1943, p. 29. Tomado de La Gran Controversia, por EG White…

36https://es.wikipedia.org/wiki/Calendario_hebreo#El_a.C3.B1o_jud.C3.ADo. Nota: Este sitio está fuera de servicio.

37 El Origen de la Biblia. Dr. Philip Wefley Comodidad.

39 Hombre de fe. Por Lim Kou.

40 Antiguo Testamento Interlineal Hebreo–Español por Ricardo Cerni.

41 https://archive.org/details/ReinaValera-1602.

42 Libro de la Escuela Sabática 2016 de IESC C.

43 Tratado acerca del milenio y detalles históricos acerca de la caída del Imperio medo-persa. Por Joaquín Abreu. Obra no registrada.

44 Aporte de redacción a este tratado, incluido por el finado obispo de Nuestra Iglesia, José Ramón Salas (1989).

45 Esta referencia bibliográfica corresponde a una obra literaria teológica que estudié en mis inicios como alumno del Seminario de Teología, y aunque copié textualmente la exposición de cada uno de los teólogos de referencia, no tomé en cuenta los datos de su bibliografía, por cuanto todavía no tenía en mis planos escribir esta obra. Y jamás he podido volver a localizar el libro.

46 http://www.editoriallapaz.org/rapto_origen.htm.

47https://ec.aciprensa.com/wiki/Sant%C3%ADsima_Trinidad#1.

48https://es.m.wikipedia.org/wiki/S%C3%ADmbolo_niceno-constantinopolitano.

49https://es.m.wikipedia.org/wiki/Macedonianismo.

50 http://www.contestandotupregunta.org/Poesia_Biblia.html. Nota: Este sitio cambió la temática.

51 https://churchages.net/es/bible/. Biblia online Reina Valera 1909. Para ver las sugerencias bíblicas indicadas en diferentes temas, solo toque el enlace y busque el capítulo y el versículo.

52 https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Cronolog%C3%ADa_de_epidemias.

53 https://www.unaids.org/es/resources/fact-sheet.

54 Esta reseña bibliográfica alude a un diseño impreso de las tablas de los Diez Mandamientos con un ligero comentario al pie de cada uno de ellos, procedente de la Iglesia Adventista del séptimo día, obsequiado en la década de los años 70 al Súper Intendente Ventura Luis, por el hermano Israel Askenazi. De estas observaciones y las adicionadas por Ventura, tomé la iniciativa para mis propios comentarios. Aunque haya indicado la reseña solo en el primer mandamiento, esta, sin embargo, se extiende a los diez.

56 http://etimologias.dechile.net/?Dios.

58 https://youtu.be/xwlkHEPBbIw.

59 Diccionario Strong's (Apk).

60 Léxico Griego-Español (Apk).

61 https://youtu.be/sgmGECRFFZc.

62 https://etimologias.dechile.net/?deidad.

64 https://es.wikipedia.org/wiki/Saduceos.

65 https://youtu.be/3BABbPNyvIo?si=4TCCVcdtZKDRxIe. Doctor Mario Javier Sabán con el tema de los saduceos, fariseos, esenios, Hilel y Shamai.

66 Reflexión original del inspirado pensador cristiano Pelayo Guilarte, Terrero.

67 https://youtu.be/C1scrc-6PpY?si=db3pQUN5VqW0QCsB. Testimonios y declaración del Rabino Aryeh Mainstein. El tema de referencia: (hubo una única ocasión en la historia, en que la Pascua fue celebrada dos veces en el mismo año, comienza en la escalada del video 1:03:30).

68 https://es.wikipedia.org/wiki/Siete_leyes_de_No%C3%A9.

69 https://www.youtube.com/live/zVKa6AU_vUY?feature=share

70 La vida y el ministerio de 70 semanas del Mesías. Los evangelios cronológicos. Por Michael Rood. Páginas 37-40 (XXXVII-XL).

71 Rompiendo la conspiración del silencio. Por Nehemia Gordon.

72 https://unciondeloalto.jimdofree.com/jesus-develado-en-las-fiestas-judias/.

73https://www.youtube.com/live/vC2F-qbfsvw?si=NdI6znfMEvAtiaDF (La cinta Roja del macho cabrío del sacrificio anual: Yom Kippur; las puestas del templo que se abrían solas, después del sacrificio expiatorio del Mesías; datos sorprendentes acerca de la estructura del velo rasgado del Templo). [Es parte del contenido del video].

74 https://youtu.be/AffdsqxeVOQ?si=gi90S0SGs8uklNG0 (Hijo de Dios), según el concepto hebro.

El contenido de este libro es una copia de mi propia obra titulada: Manual de Estudios Bíblicos, con su correspondiente subtítulo: Conocimientos Fundamentales de la Doctrina Cristiana.

  

Copyright © 2022 por Atilano Guilarte Leyva, TH. M. Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.: 2022904625.


INDICE


Haga clic en los títulos de los deferentes temas y lecciones para acceder a ellos a través del vínculo integrado.


Reseña gramatical, biografía del autor y comentarios 


Introducción, prólogo y agradecimientos 


UNIDAD I


Capítulo 1: La Santa Biblia


Lección número 1 Introducción: Bibliología, definición, etimología y concepto de la Santa Biblia. 


Lección número 2 La Biblia, el libro escrito por inspiración divina. 


Lección número 3 Es la Palabra de Dios que permanece para siempre.

Lección número 4 Algunos de sus propósitos:

Lección número 5 La práctica de la oración.

Lección número 6 Cómo comprender las Sagradas Escrituras.

Lección número 7 El fundamento de la fe cristiana.

Capítulo 2: Lo que la Biblia enseña acerca de Dios, de Jesucristo y del Espíritu Santo. Atributos de Dios. Introducción.

Lección número 8 Naturaleza espiritual.

Lección número 9 Existencia propia.

Lección número 10 Eternidad.

Lección número 11 Omnipresencia.

Lección número 12 Omnisciencia.

Lección número 13 Omnipotencia.

Lección número 14 Inmutabilidad.

Lección número 15 Bondad. Su providencia. El amor de Dios. Su misericordia.

Lección No.16 Justicia.

Lección número 17 Veracidad.

Lección número 18 Sabiduría.

Lección número 19 Santidad.

Lección número 20 Otros atributos de Dios. Introducción. Creador. Salvador.

Lección número 21 Jesucristo.

Lección número 22 El Espíritu Santo.

Lección número 23 Acerca de la Trinidad. Divinidad de Jesucristo y del Espíritu Santo.

Capítulo 3: Creaciones de Dios.


Lección número 24 Acerca de los ángeles.

Lección número 25 Ángeles caídos.

Lección número 26 Un querubín caído, Diablo y Satanás.

Lección número 27 Creación del universo.

Lección número 28 El ser humano y su origen.

Lección número 29 Imagen y semejanza de Dios en el hombre.

Lección número 30 Propósitos de Dios con el hombre.



UNIDAD II


Capítulo 4: El pecado original.


Lección número 31 Caída del hombre.

Lección número 32 Consecuencias del pecado.

Capítulo 5: Misericordia y redención divina.


Lección número 33 Dios recibe al penitente. Preámbulo a un comentario de los Diez Mandamientos.

Lección número 34 Primer mandamiento.

Lección número 35 Segundo mandamiento.

Lección número 36 Tercer mandamiento.

Lección número 37 Cuarto mandamiento.

Lección número 38 Quinto mandamiento.

Lección número 39 Sexto mandamiento.

Lección número 40 Séptimo mandamiento.

Lección número 41 Octavo mandamiento.

Lección número 42 Noveno mandamiento.

Lección número 43 Décimo mandamiento.

Lección número 44 Un medio de redención necesario. Un medio de redención temporal.

Lección número 45 Jesucristo el Redentor Divino.

Lección número 46 Vida y actividades de Jesucristo.

Lección número 47 El acto de la redención.

Lección número 48 Jesucristo resucitado.

Lección número 49 Ascensión de Jesucristo.

Capítulo 6: Profecías mesiánicas.


Lección número 50 Cumplidas en Cristo Jesús. 


UNIDAD III


Capítulo 7: Acontecimientos del fin.


Lección número 51 Segundo advenimiento de Jesucristo.

Lección número 52 Resurrección de los muertos y transformación de los vivos.

Lección número 53 Lugar y estado intermedios del alma.

Lección número 54 Acerca del milenio.

Lección número 55 El juicio final.

Lección número 56 El hogar de nuestra eterna morada.

UNIDAD IV


Capítulo 8: Antiguo y nuevo pactos. Introducción.

Lección número 57 Sacrificios por el pecado.

Lección número 58 Pacto sacerdotal.

Lección número 59 La circuncisión.

Lección número 60 Leyes y mandamientos. 

Capítulo 9: Pasos a seguir para ser salvos.


Lección número 61 Creer en Jesucristo y aceptarlo como nuestro Salvador.

Lección número 62 El bautismo de agua.

Lección número 63 El bautismo del Espíritu Santo.

Capítulo 10: Normas de conducta para el cristiano.

Lección número 64 La santidad.

Lección número 65 El reposo del sábado. ¿Un mandamiento vigente?

Lección número 66. Dejar las obras de la carne y buscar los frutos del Espíritu.


Lección número 67 Recomendado el amor fraternal.


Lección número 68 La práctica del perdón una exigencia divina.


Lección número 69 El cristiano y los vicios.


Lección número 70 Diversiones mundanales.


Lección número 71 Idolatría, hechicería, encantamiento y adivinación.


Lección número 72 El hogar cristiano.


Lección número 73 La Santa Comunión o Cena del Señor.


Lección número 74 Un ejemplo de humildad.


Lección número 75 Acerca del Diezmo.


Lección número 76 Atavío de la mujer cristiana.


Lección número 77 Ley de salubridad alimenticia.


Lección número 78 El vínculo matrimonial. ¿Un pacto permanente?


Parábola del sembrador.


Sugerencia del autor.


Nombres del Padre y del Hijo.


Ministerio Evangelístico Individual.


Reflejos de la poesía bíblica.


Cálculos lógicos de fechas para acontecimientos bíblicos.


Bibliografía.